PUEDO PERDONAR A VECES, PERO JAMAS AUTOPERDONARME.

Pequeños errores, graves descuidos, ofensas, mentiras y heridas abiertas llenan el costal de la culpa. Una carga demasiado pesada para portearla indefinidamente.

El perdón redime, liberándonos de ese peso y dándonos la oportunidad de restaurar la relación con otros, pero también con nosotros mismos. De hecho, de nada sirve el perdón que otros nos dan cuando nosotros mismos no somos capaces de perdonarnos.

Dependiendo de la intensidad del sentimiento de culpa, el camino hacia el perdón puede suponer tan sólo un paso, o bien, tratarse de un recorrido largo y difícil.

La vida es sinónimo de desafíos, pero el más importante de ellos como deciamos es el de poder perdonarse a si mismo las cosas que hicimos, hechos de los que no estamos orgullosos, quizás, cosas que tendríamos que haber realizado y no nos empeñamos demasiado en podido conseguirlas. Uno no puedo vivir torturándose por cosas que no hizo bien o no pudo hacer. Uno no puede ser cautivo /presa del pasado, uno no puede cambiar ese pasado pero si puede cambiar la manera que uno tiene de mirar el presente, de vivir ese presente y el futuro.

No puede entrar en facilismos de convertirse en la victima, de entrar en el espiral del eterno lamento y de no hacer nada para cambiar ese presente, la vida no es tan complicada si no hacemos de esa vida, algo complicado e imposible de vivir, no podemos vivir sintiéndonos miserables por un pasado lleno de infelicidad y de dolor, adoptar la postura de ser víctimas, de sentirnos de esa manera no es el camino, uno tiene que poder y lograr perdonarse, después de todo el tiempo pasa y únicamente los que sufrimos, somos nosotros, con nuestros pensamientos negativos que nos hacer del día a día, una pesadilla y esparcimos esa mala energía a todos quienes nos rodean, una actitud egoista, simplista y débil.

El desafío está en saber "plantarse" a los acontecimientos que nos depara nuestra vida a través del destino. No sé si tenemos aquí una misión desde el punto de vista existencial, no sé si ,y a veces, dudo ,si podemos cambiar nuestro destino, a pesar de toda la energía que pongamos en hacerlo, no se muchas cosas, pero lo que si se, es que quiero vivir mi vida sin tantas piedras en la mochila, vivir lo que me queda por vivir de la mejor manera posible, tal vez, el día que deba enfrentar la muerte, estaré tranquilo porque se, que mi vida no fue en vano y que tuve la enorme capacidad, de hacer felices a otros, de cumplir y ayudar a realizar sueños, de proporcionar momentos de alegría a otros…….

No me quedo en la retorica simplista, mediocre, cortoplacista. No me importa lo que digan los demás, es mi vida y la vivo a mi manera, una manera tan especial y única como soy yo, como individuo. Si mi existencia en estos años dio o proporciono algo de positivo a alguien, estaré agradecido y me sentiré satisfecho, más allá de que no haya logrado mis objetivos, tendré revancha, tendré una segunda oportunidad, Dios quiera que sí.

PROCESO DE AUTOPERDON

Nosotros, como digo siempre, somos el motor del cambio y todo comienza por dar pequeños pasos, a través de diminutas acciones, lo importante es la tendencia y que esos logros o esos cambios,

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