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Por: Stefanie Ramírez Torres.


Enviado por   •  11 de Noviembre de 2017  •  Ensayos  •  3.214 Palabras (13 Páginas)  •  183 Visitas

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FACTOREO INTERNACIONAL

Por: Stefanie Ramírez Torres.

Conforme aumentan las transacciones comerciales a raíz de los tratados de libre comercio (TLC´s) y demás instrumentos comerciales que incentivan el intercambio de bienes y servicios a nivel global, aparecen nuevas empresas en los mercados internacionales y la demanda por servicios especializados se intensifica.[1]

Las entidades dedicadas a la prestación de servicios financieros deben procurar contar con soluciones que se adapten a las cambiantes exigencias del mercado[2], a fin de satisfacer las necesidades de sus clientes. Uno de esos servicios es el  factoreo internacional, también conocido como factoraje internacional o descuento de facturas de exportación (“factoring” en inglés), el cual constituye una prestación de servicios administrativos-financieros a las empresas que llevan a cabo transacciones de comercio exterior.

La Organización Mundial de Comercio (OMC) (2007), en su anexo sobre servicios financieros, menciona que el factoring constituye otro servicio que puede ser prestado por cualquier proveedor de servicios financieros de cualquiera de sus países miembros, lo que demuestra que el factoreo es una herramienta que se utiliza actualmente en la jerga de comercio exterior.

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El factoreo, que puede ser doméstico o internacional, constituye un instrumento financiero accesible para las empresas en crecimiento, ya que les permite a las mismas rotar más rápidamente su capital y lograr una mayor eficiencia operacional al delegar la gestión de cobro en un ente especializado, lo que trae consigo para el cliente una serie de beneficios contables dentro de los que se destaca una mejor administración del flujo de caja[3].

El factoreo es reconocido universalmente como una solución a las necesidades financieras de la pequeña y mediana empresa, al ser una alternativa de financiamiento ágil, económica y sencilla que permite, mediante el descuento y administración de las cuentas por cobrar, además de mejorar la liquidez de la empresa sin incurrir en endeudamiento adicional[4].

Asimismo constituye una opción viable para las empresas en crecimiento, pues les permite rotar más rápidamente su capital y lograr una mayor eficiencia operacional al delegar la gestión de cobro en un ente especializado, lo que trae consigo para el cliente una simplificación considerable en las tareas contables, ya que el factor es quien se encarga de darle seguimiento al cobro y registro de las cuentas por cobrar, lo que también le representa un ahorro de los costos[5].

El anticipo en los flujos de efectivo permite aprovechar descuentos por pronto pago y descuentos por volumen de compra a los suplidores. Con ello, se obtienen ahorros importantes en costos de producción y se está en capacidad de suplir órdenes de pedido en un menor tiempo con el consecuente incremento en producción, ventas y por ende en utilidades[6].

Mediante la utilización del factoreo, el cliente evita el hecho de otorgar descuentos por pronto pago, ya que un porcentaje del dinero de la venta se recibe de forma inmediata a través del factor. El dinero economizado en descuentos por pronto pago, unido al ahorro generado por el aprovechamiento de los descuentos otorgados por lose proveedores, puede por sí solo compensar el costo del factoreo[7].

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De esta manera, la empresa está en capacidad de ofrecer condiciones de pago más flexibles a su clientela sin provocar presiones adicionales en su flujo de caja. Ello genera ventajas con respecto a sus competidores al poder utilizar el crédito como arma para incrementar las ventas[8].

La Cámara Costarricense de Empresas de Factoreo (CCEF)[9] asegura que el factoreo es una forma relativamente nueva de financiamiento en nuestro país, pues data de la década de los ochentas.

No obstante, sus raíces se encuentran tiempo atrás en la historia. Tres mil años antes de Cristo, por ejemplo, los mercaderes babilonios tenían la práctica de ceder las cuentas por cobrar generadas en la venta de mercancías[10].

En Europa, a mediados del siglo pasado, las facturas eran usadas como colaterales en créditos bancarios. En Norteamérica, a finales del siglo XIX, el descuento de facturas se convirtió en una práctica común entre las empresas de la industria textil, con la variante de que ya para entonces, el factor asumía el riesgo de pérdida por cuentas incobrables. Precisamente aquí es donde nace lo que hoy conocemos como factoreo el cual hasta la primera mitad del siglo XX sólo se utilizaba en los Estados Unidos. Hoy día, es una práctica financiera a nivel mundial[11].

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La Cámara Costarricense de Empresas de Factoreo (2007) señala que “su práctica se desarrolla desde mediados del siglo pasado en los Estados Unidos, en donde la figura del factor evoluciona y se consolida para dedicarse al cobro de las facturas emitidas por sus comitentes. En los años sesenta, el comercio internacional entró en una nueva fase en donde los bancos norteamericanos irrumpieron masivamente en la actividad del factoreo, momento a partir del cual empieza su desarrollo a gran escala en el mercado europeo.”

En Costa Rica este servicio se empezó a brindar desde hace aproximadamente doce años. En el territorio operan cerca de cuarenta instituciones que se dedican a la prestación de este servicio, de las cuales únicamente catorce están afiliadas a la CCEF.[12]

Actualmente los servicios de factoreo, tanto a nivel doméstico como internacional,  están disponibles en setenta y dos países y mil setecientas sesenta y ocho organizaciones ofrecen tales servicios alrededor del mundo. [13] 

El volumen de negocios realizados mediante la figura de factoreo (tanto local como internacional), según datos de la Factors Chain International, reporta que para el año 2007 el Reino Unido encabeza la lista de países, con una cifra total de doscientos ochenta y seis mil cuatrocientos noventa y seis (286 496) millones de euros, seguido por Estados Unidos, en el continente americano, cuyo monto tranzado fue de noventa y siete mil (97 000) millones de euros; Japón, en Asia, con un monto total de setenta y siete mil setecientos veintiún (77 721) millones de euros; Australia cuyo volumen anual fue de treinta y tres mil ochenta (33 080) millones de euros, y Sudáfrica, en el continente africano, que alcanzó los nueve mil setecientos ochenta (9 780) millones de euros en ese año[14].

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