Resumen Del Fin Del Liderazgo

El Fin del Liderazgo

El ejercicio del liderazgo de arriba hacia abajo es cada vez más difícil, debido al crecimiento acelerado de la de las políticas y la tecnología. Según Warren Bennis, esto puede cambiar con una alianza entre los altos directivos y la fuerza de trabajo.

Warren Bennis, se refiere al liderazgo de arriba hacia abajo, el cual es equivocado, poco realista, se adapta mal y es peligroso para toda organización. Señala también que esta forma de liderazgo erosiona la ventaja competitiva y destruye las aspiraciones de cualquier organización en el tiempo.

Actualmente es posible hablar del fin del liderazgo, debido a la globalización y a la tecnología disruptiva.

Tendencia a la Inclusión

El liderazgo tradicional, de arriba hacia abajo, se basa en el mito de un individuo triunfante y es loada erróneamente. Esta noción de liderazgo se entrelaza con nociones de heroísmo. Nuestra sociedad cataloga al liderazgo como un fenómeno individual. Nuestra cultura social hace que se reconozca más a un individuo y no a los equipos de personas que hacen posible el cambio.

Todos los proyectos requieren de la contribución coordinada de muchas personas con talento y que trabajen juntas. Nos aferramos al mito del llanero solitario, que muestra que las grandes hazañas se deben a un personaje superior que da órdenes a voces, indica una dirección, inspira a las tropas, da la señal de alarma, decreta la visión obligatoria y cambia paradigmas con una energía deslumbrante.

Esta tendencia a la inclusión no es funcional en el mundo de hoy, pues el impulsor del cambio efectivo se halla en la alianza de la fuerza creativa y el liderazgo de alta dirección.

El Argumento

Los grandes cambios, triunfos, etc., no se deben a un solo héroe, sino al trabajo coordinado de un conjunto de talentos y coordinados por el líder de alta dirección.

Ningún cambio puede producirse sin seguidores dispuestos y comprometidos. El liderazgo ejemplar y el cambio organizativo son imposibles sin la completa involucración, las iniciativas y la cooperación de los seguidores.

El liderazgo de arriba hacia abajo puede resolver problemas técnicos sencillos, pero no problemas de adaptación, problemas complejos y confusos, como tratar a un paciente con cáncer o gravemente herido implica movilizar a muchos grupos de interés. Los problemas de adaptación requieren alianzas complejas y diversas. Los decretos, órdenes y demás no sirven.

Ninguno de nosotros puede ser más inteligente que todos nosotros juntos. Se tienen muestras de que el liderazgo de arriba hacia abajo es peligroso, ejemplos como el holocausto de Hitler y la campaña rusa de Napoleón. Barbará Tuchman afirma que la locura se produce cuando un líder gubernamental persigue políticas contrarias

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