Riesgos relacionados con las condiciones de seguridad

Caso práctico clase 3

Sandra Milena Castellar Yépez

Daniel Andrés Rodriguez Claustro

Riesgos relacionados con las condiciones de seguridad.

2023

Solución al caso práctico

Pablo y Gabriel, trabajadores de GARDENPOT, S.L., llegaron a un acuerdo con la Dirección de su empresa para causar baja en la misma y montar una pequeña empresa serrería que pasaría a ser el proveedor de los tableros y listones que GARDENPOT, S.L. necesita para los recipientes para tiestos y plantas que fabrican en madera. Para montar Pablo y Gabriel su pequeña empresa, SERRINGA, S.L., aprovecharon la venta de una antigua y pequeña serrería cerrada por la jubilación de su propietario. La serrería cuenta con dos máquinas de corte de madera (sierra). Una de ellas, más antigua, no tiene marcado CE. La otra, en cambio, si dispone de marcado CE. Sin embargo, ni en un caso, ni en otro se conservan sus manuales de instrucciones, de tal manera que la única información recibida de esos dos equipos y de otros existentes (como una máquina de prensado para fabricar tableros, otra de contrachapar tableros y otra para cantonar) se ha limitado a la que verbalmente les ha transmitido el anterior propietario y usuario, y que sustancialmente se ha centrado en el funcionamiento de las máquinas y el mantenimiento mínimo que él venía haciendo en cada máquina. También les ha facilitado el teléfono y contacto del distribuidor a quien compró la máquina de serrado más moderna; no así de la más antigua, dado que por lo visto su fabricante ya no existe. Pablo y Gabriel, ilusionados con su nuevo negocio, se han sentido plenamente satisfechos de ver funcionar sus dos máquinas de corte, y sin buscar o completar su conocimiento de sus máquinas, raudos se han puesto a comprar troncos de abeto y fabricar tableros y listones, en principio para su primer cliente GARDENPOT, S.L., pero confiando también en que la acción comercial a la que principalmente se va a dedicar Gabriel, incremente rápidamente los clientes y, en consecuencia, los pedidos. En un principio todo iba muy bien. GARDENPOT, S.L., como se aproximaba la primavera, había incrementado la fabricación de sus productos en madera, y su demanda de madera para abastecer a sus dos factorías casi colmaba la capacidad de producción de la máquina de corte más moderna de la pequeña serrería de SERRINGA, S.L. y el tiempo de Pablo, que es quien principalmente se dedicaba a la producción. Gabriel, por su parte, había ido consiguiendo nuevos clientes prometiendo tiempos de entrega inferiores a los de la competencia. Resultado de todo ello fue una considerable cantidad de pedidos con compromisos de entrega rápida, hasta tal punto que Pablo y Gabriel tuvieron que ampliar su jornada laboral y sacrificar hasta fines de semana. Además, fue necesario que Gabriel, fuera de los tiempos de dedicación comercial, colaborara en la fabricación usando la máquina de serrar antigua.

Debido a la alta cantidad de trabajo, las máquinas trabajaban a pleno rendimiento y los mantenimientos necesarios fueron, primero retrasándose, luego postergándose en demasía y a veces hasta casi desaparecer. Hace cosa de unos tres meses, Pablo, intentando sacar mayor rendimiento al tiempo, desactivo el dispositivo de seguridad para evitar que las manos no puedan entrar en la zona de corte, y estuvo a punto de cortarse algún dedo. Sólo su rapidez y no mucha fortuna evitaron el accidente. Gabriel, que cuanto está en fábrica usa la máquina de serrar más antigua, venía comprobando que tras cierto tiempo trabajando con ella sin parar, se paraba, siendo imposible ponerla en marcha hasta que no se enfriaba la máquina. Como cada vez se paraba antes, indagando dentro de la máquina, encontró un sensor térmico próximo al motor que era el que, alcanzada cierta temperatura, cortaba el circuito de alimentación. Sin pensárselo dos veces, decidió anular el sistema de protección para no tener que estar sin producir mientras la máquina se enfriaba. Al cabo de unas semanas, entre el calentamiento del motor y el serrín de madera próximo, se produjo un conato de incendio que gracias a que fue detectado inmediatamente, su apago rápido con un extintor, sin que la máquina llegara a averiarse. La semana pasada Pablo, fuera del puesto de protección de la máquina de serrar, y con la bata desabotonada, se engancho ésta a la cinta transportadora de los troncos a cortar y si no es porque estuvo rápido para quitársela, lo hubiese arrastrado a él. Pues, aunque a las voces de Pablo acudió raudo Gabriel desde la oficina, le fue imposible activar la parada de emergencia, al no encontrarla. Después buscando con más detenimiento, encontraron que el pulsador rojo con forma de seta de que disponía la máquina para su rápida parada, primero estaba tan sucio que no se le distinguía el color, y segundo, había quedado oculto por unas cajas que no hacían servicio alguno y que estaban allí desde que la serrería era del anterior propietario. Ayer domingo tuvo lugar el último accidente hasta ahora. Debido a la dejadez en la revisión y mantenimiento de las máquinas, en la máquina de corte antigua que usa Gabriel, entre que la hoja de corte debía estar demasiado tensada, y que el dentado de corte ya no se mantenía suficientemente afilado, al estar cortando un tronco, la hoja de corte rompió y dos de los trozos salieron disparados. Como esa máquina carece de resguardo alguno, y tampoco Pablo y Gabriel han dispuesto uno externo para la protección del operario, uno de los trozos llegó a impactar en la cabeza de Gabriel produciéndole un corte que ha requerido varios puntos de sutura. Se pide, sobre la información disponible, detectar factores de riesgo y determinar las medidas preventivas más convenientes en cada caso.

Aplicación Práctica del Conocimiento

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