Stakeholders
juanca300619 de Octubre de 2012
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PARTICIPACIÓN DE LOS STAKEHOLDERS EN LA EVALUACIÓN DEL COMPORTAMIENTO SOCIALMENTE RESPONSABLE DE LA GESTIÓN UNIVERSITARIA: PERSPECTIVAS, OBSTÁCULOS Y PROPUESTAS
Ricardo Andrés Gaete Quezada
Académico Jornada Completa del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Antofagasta – Chile.
Actualmente es alumno becario del programa Erasmus Mundus en el Doctorado Procesos de Cambio Social de la Universidad de Valladolid – España
Área temática: H) Responsabilidad Social Corporativa.
Palabras clave: Responsabilidad Social, Stakeholders, Universidades, Participación, Evaluación.
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PARTICIPACIÓN DE LOS STAKEHOLDERS EN LA EVALUACIÓN DEL COMPORTAMIENTO SOCIALMENTE RESPONSABLE DE LA GESTIÓN UNIVERSITARIA: PERSPECTIVAS, OBSTÁCULOS Y PROPUESTAS
Resumen
La responsabilidad social tradicionalmente ha sido relacionada a las empresas, sin embargo lentamente se abre espacio para su desarrollo en otro tipo de organizaciones, por lo que el presente trabajo analiza desde una perspectiva teórica la participación de los stakeholders de las universidades en los procesos de evaluación de la gestión universitaria, como un indicador importante del comportamiento socialmente responsable de las universidades, realizándose una propuesta teórica para concretar dicha participación.
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1.
Introducción
De acuerdo con la OEA-BID (2007:21) la responsabilidad social de las universidades es definida como “una política de calidad ética del desempeño de la comunidad universitaria (estudiantes, docentes y personal administrativo) a través de la gestión responsable de los impactos educativos, cognitivos, laborales y ambientales que la universidad genera, en un diálogo participativo con la sociedad para promover un desarrollo sostenible” (comunidades de aprendizaje mutuo para el desarrollo), planteando un desafío inmediato importantísimo para las universidades en la actualidad: procurar un comportamiento socialmente responsable respecto de las necesidades e intereses de sus stakeholders.
En el caso de las universidades europeas en general, el nuevo Espacio Europeo de Educación Superior establecido por el plan de Bolonia no sólo establece la necesidad de que las universidades adecuen y homologuen los créditos de sus planes de estudios sino que es una oportunidad imperdible para abrir espacios para la participación de los stakeholders en los diferentes ámbitos del quehacer docente, investigativo, de extensión y gestión de las universidades.
En virtud de lo anterior, se analiza el concepto de participación en los procesos de evaluación organizacional como ámbito relevante del comportamiento socialmente responsable de las universidades frente a sus stakeholders, ofreciendo una propuesta de métodos de participación de los stakeholders para desarrollar la evaluación de los principales aspectos de la gestión universitaria.
2.
Los stakeholders y la gestión de la responsabilidad social.
Un aspecto que influye en la definición de un stakeholder es la perspectiva que le otorga a dicho análisis el concepto de responsabilidad social que exige ubicar a los stakeholders en el centro o eje de la gestión de la organización, lo cual implica como recuerda Adela Cortina (2006:114) que:
“debe formar parte del núcleo duro de la empresa, de su gestión básica, no ser “algo más”, no ser una especie de limosna añadida que convive tranquilamente con bajos salarios, mala calidad del producto, empleos precarios, incluso explotación y violación de derechos básicos. La buena reputación se gana con las buenas prácticas, no con un marketing social que funciona como maquillaje de un rostro poco presentable”.
Estos esfuerzos por identificar a los stakeholders así como sus preocupaciones, necesidades e intereses no es ajeno para el caso de la universidad como institución creada por la sociedad y que de acuerdo con Pérez & Peiro (1997:110-111) debiera poner un mayor énfasis debido a que:
“la universidad sólo se legitima si responde a las demandas y necesidades sociales para las que ha sido creada y que justifican su existencia continuada y su dimensión social. Si se pierden o se anulan los sensores de la universidad ante las demandas y necesidades sociales, la toma de decisiones comienza a estar determinada básicamente por el juego político interno y por una lógica de intereses corporativistas y de juegos de poder entre los diferentes grupos y estamentos de la propia institución”.
Cabe preguntarse si la afirmación de los autores hecha hace 12 años atrás no ha resultado una “profecía auto cumplida” para el sistema universitario en general, el cual carente de toda capacidad de análisis del contexto y el medio ha sido progresivamente incapaz de establecer una relación fluida y clara con sus stakeholders, sus
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preocupaciones, necesidades e intereses, terminando efectivamente encerrada en si misma tomando decisiones y ejecutando acciones que no consideran para nada lo que demanda la sociedad y enfrentada a luchas de poderes internas.
Además, la adecuada identificación de los grupos de interés de una organización es el primer paso en el proceso de implementación del concepto de responsabilidad social en la gestión organizacional, situación que es ratificada por Moneva (2007: 58) quién señala que “el primer paso en el proceso estratégico de la RSC es la delimitación de los partícipes de la organización, para lo cual existen diversas orientaciones la más habitual es la diferenciación entre grupos de interés internos y externos de la organización”.
De acuerdo con Argandoña (2007) el concepto de stakeholders inserto en la gestión de la responsabilidad social corporativa tendría una mayor relación con el modelo mecanicista de la empresa, el cual se caracteriza por que los actores del sistema desarrollan sus acciones y decisiones en función de la utilidad o satisfacción que les pueda generar y en donde su principal motivación proviene de la aceptación o respuestas del entorno que les rodea a sus acciones y decisiones, a diferencia del modelo psicológico de empresa donde los actores encuentran motivación en sus propia acciones además de la motivación extrínseca y del modelo antropológico que se basa en el aprendizaje de los actores basado en su capacidad de evaluar los efectos de sus decisiones sobre ellos mismos y sobre los demás basándose en criterios éticos y de sustentabilidad a la hora de tomar decisiones.
2.1 Los stakeholders y el Gobierno Corporativo.
Una perspectiva interesante en la definición de los grupos de interés de una organización es la aportada por la Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas (AECA, 2007:22) quien plantea que la identificación de los stakeholders se relaciona con la existencia de dos grandes modelos de gobierno corporativo: el modelo financiero o accionarial (shareholders) y el modelo pluralista o stakeholder.
En el primero predomina la figura del accionista quien tiene el derecho exclusivo de controlar el consejo de administración y la supervisión de la gerencia, mientras que en el modelo de gobierno corporativo stakeholder se intenta equilibrar la participación en la administración y gestión en donde la organización produce bienes y servicios buscando la satisfacción de las necesidades de los diferentes grupos que la integran, promoviendo la creación y crecimiento sostenible en el tiempo de riqueza para todos los interesados, incluyendo los efectos externos positivos y negativos.
La existencia de estos dos grades modelos de gobierno corporativo son relacionados con un origen Anglosajón (Alemán específicamente) para el modelo orientado hacia los accionistas (Shareholders) en contraposición con el modelo dirigido hacia los sectores que afectan o son afectados por el accionar de la organización (stakeholders) el cual tendría un origen Angloamericano. (Weiss-Belalcázar, 2003:45)
El tránsito desde un gobierno corporativo accionarial hacia un modelo de stakeholders producirá diversos cambios en la organización, siendo quizá uno de los más importantes aquel relacionado con la gobernabilidad y la toma de decisiones las que necesariamente tendrán que adaptarse a los intereses de múltiples actores, lo cual requiere de una manera diferente de gestionar a la organización basada en un comportamiento socialmente más responsable, lo que se acuerdo con González (2000:2) implica:
“la búsqueda por parte de la dirección de un equilibrio entre las exigencias legítimas de los diversos grupos de interés de la empresa –accionistas, 4
trabajadores, clientes, proveedores, entidades de crédito, empresas asociadas, comunidad local, grupos de presión, etc.-, así como la participación de todos los individuos o grupos –de forma directa o bajo representación- que poseen algún tipo de relación vinculación con los objetivos de la organización”.
De acuerdo con Lizcano (2006:22) es posible identificar dos grandes implicaciones entre los conceptos de responsabilidad social y gobierno corporativo:
1.
El buen gobierno ha de generar necesariamente responsabilidad social siempre que el fin que se pretenda alcanzar reconozca el interés (el bien) de la sociedad y responda ante ella, así como ante las otras partes afectadas por su acción. (la propia organización con sus propietarios-accionistas, empleados, clientes, proveedores, administración pública, competidores, etc.)
2.
La responsabilidad social genera buen gobierno, en tanto en cuanto, la capacidad de reconocer las consecuencias de un hecho y responder de él ante la sociedad y otras partes interesadas,
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