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TRABAJO Y SOCIALISMO


Enviado por   •  29 de Julio de 2013  •  5.238 Palabras (21 Páginas)  •  303 Visitas

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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular Para la Educación Universitaria

U.B.V “Aldea Galanda Rojas de Contreras”

Pueblo Nuevo; Baralt - Zulia

Triunfadores:

José Arcila

C.I: 22.173.321

Salman Aljaber

C.I: 18944805

Semestre: 4to

 INTRODUCCIÓN.

 DESARROLLO.

1) TRABAJO Y SOCIALISMO.

2) RELACIONES DE PRODUCCIÓN.

3) PROPIEDAD SOCIAL SOCIALISTA.

4) SUBORDINACIÓN-COOPERACIÓN.

5) DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO EN EL SOCIALISMO.

6) SALARIO Y SOCIALISMO.

7) PAPEL DEL DERECHO DEL TRABAJO EN EL MODO DE PRODUCCIÓN SOCIALISTAS.

 CONCLUSIÓN.

Dentro del socialismo, el trabajo deja de ser una frustración para convertirse, por una parte, en una expansión de las facultadas creativas del hombre y, por otra parte en un enriquecimiento del ámbito en que se desarrolla su vida.. Las relaciones de producción constituyen una parte necesaria de cualquier modo de producción. Como todos sabemos la producción social sólo puede darse cuando los hombres se unen para obrar en común, para establecer un intercambio de actividades. La realidad del derecho laboral y de la economía propuesta por la Constitución, nos ha demostrado que no hay un modelo preciso de las relaciones de trabajadores, reconoce, que la protección del Trabajo es fundamental para el buen desarrollo de la República. Cabe destacar que las Relaciones Laborales en la República, se encuentran consagradas en diversos dispositivos constitucionales, en los cuales se establecen todas las directrices que guiarán la correspondencia entre el Estado, los patronos y los trabajadores. Es bien conocido que el salario, bajo el socialismo, expresa relaciones de producción socialistas y sirve como medida de trabajo y como medida de consumo. El perfeccionamiento del Salario constituye una de las medidas más importantes para utilizar plenamente el estimulo del interés material, objetivamente inherente al socialismo. Se hace necesario aclarar lo que es derecho al trabajo, que no es más que la exigibilidad de empleo, y el derecho del trabajo, que viene hacer como la regulación de la relación laboral.

1) TRABAJO Y SOCIALISMO

Bajo el socialismo, todos los tipos de actividad laboral que satisfagan las necesidades de la sociedad, materiales o culturales son socialmente útiles, necesarios, y en la misma medida honrosa. Ahora bien, los resultados concretos de esta actividad son diversos, y se plasman en una enorme multiplicidad de bienes materiales, servicios y valores espirituales. La división más general de los tipos concretos de trabajo en relación con sus resultados parte de la relación del trabajo con la creación de los bienes materiales. Bajo el socialismo, todo trabajo orientado hacia la creación de bienes materiales y, por ende, del producto necesario y del plus producto es trabajo productivo. La clasificación del trabajo en productivo y no productivo, bajo el socialismo es por su esencia y por principio distinta de la clasificación análoga para el régimen capitalista.

Como quiera que, bajo el capitalismo, la finalidad de la producción social estribe en crear plusvalía, en dicho régimen aparece como productivo cualquier trabajo que proporcione plusvalía al capitalista, independientemente del lugar en que el trabajo se aplique. En el régimen socialista, la clasificación del trabajo en productivo y no productivo se desprende de la necesidad objetiva de satisfacer lo más plenamente posible las necesidades tanto materiales como espirituales de la sociedad y tiene grandísima importancia práctica para determinar las proporciones en la distribución del trabajo social entre la esfera de la producción material y la esfera no productiva. La esfera de la producción material (industria, agricultura, transporte, comunicaciones, entre otros.)es aquella en que se aplica sobre todo el trabajo productivo; en ella, el peso específico del trabajo no productivo es relativamente pequeño(funciones del personal en la contabilidad, protección de la propiedad socialista y otras).

En la esfera no productiva (ciencia, instrucción, sanidad, cultura, gestión social, fuerzas armadas, entre otros.) se aplica, sobre todo, el trabajo no productivo; en esta esfera pertenece al trabajo productivo tan sólo una pequeña parte de las inversiones laborales (preparación de modelos de máquinas, aparatos y materiales en la ciencia; de diversos medicamentos en sanidad etc.). A medida que se desarrollan las fuerzas productivas y crece la productividad del trabajo social, la relación entre las inversiones de trabajo en la esfera de la producción material y las realizadas en la esfera no productiva, cambia en favor de esta última. Esto significa que aumenta el peso específico del trabajo socialmente útil en las zonas de la esfera no productiva dedicadas a satisfacer las necesidades de la sociedad con toda clase de servicios y valores espirituales. Por otra parte, la sociedad socialista reduce sin cesar las inversiones de trabajo no productivo en la producción material, en el aparato administrativo y en las fuerzas armadas, a las que suprimiría por completo si no hubiera que hacer frente al militarismo y la política agresiva del imperialismo con la consiguiente amenaza de guerra. El desarrollo planificado de la sociedad socialista permite establecer para cada período concreto una correlación óptima entre el trabajo productivo y el no productivo teniendo en cuenta el nivel existente de las fuerzas productivas y las necesidades de la sociedad. Durante la creación de la base material y técnica del comunismo a medida que las relaciones sociales socialistas se vayan transformando en comunistas irá aumentando más aun la proporción de trabajo socialmente útil en las ramas de la esfera no productiva. Ello no menoscaba en lo más mínimo la importancia del trabajo productivo, que siempre será la fuente de todos los bienes materiales y, por consiguiente, condición principal de existencia de la sociedad.

2) Relaciones de producción

Conjunto de relaciones económicas que se establecen entre los hombres, independientemente de su conciencia y de su voluntad, en el proceso de producción, cambio, distribución y consumo de los bienes materiales. Las relaciones de producción constituyen una parte necesaria de cualquier modo de producción. La producción social sólo puede darse cuando los hombres se unen para obrar en común, para establecer un intercambio de actividades. La base de las relaciones de producción se encuentra en las relaciones de propiedad sobre los medios de producción. El carácter de las relaciones de producción depende de quiénes sean los dueños de los medios de producción, de cómo se realice la unión de esos medios con los productores. La historia conoce dos tipos fundamentales de propiedad: la privada y la social. La propiedad privada expresa relaciones de dominio y subordinación, pues los dueños de los medios de producción tienen la posibilidad de explotar a los hombres carentes de propiedad. A lo largo de su desarrollo ascendente, las relaciones de producción basadas en la explotación del trabajo aparecen bajo las formas esclavista, feudal y capitalista. La propiedad social elimina las relaciones de explotación, da origen a la colaboración en los lazos de camaradería y a la ayuda mutua entre los hombres. En el régimen de la comunidad primitiva, existía en forma de propiedad colectiva gentilicia y tribal. En la época actual, las relaciones socialistas de producción se basan en dos formas de propiedad: la estatal (de todo el pueblo) y la cooperativa. Además de los tipos de relaciones de producción indicados, existen relaciones de producción transicionales, que combinan elementos de los diversos tipos de relaciones económicas en el período del tránsito de una formación económica-social a otra. Las relaciones de producción se desarrollan en conexión directa yen dependencia recíproca con las fuerzas productivas de la sociedad y actúan como forma de existencia y desarrollo de estas últimas. Las relaciones entre unas y otras son determinadas por la ley de la correspondencia entre las relaciones de producción y el carácter de las fuerzas productivas. En el marco de una formación económico-social concreta, las relaciones de producción se modifican por influjo del crecimiento de las fuerzas productivas, mas su esencia permanece invariable. Se debe ello a los intereses de las clases dominantes que procuran consolidar y conservar las relaciones de propiedad existentes. En una determinada etapa del desarrollo de la sociedad, las relaciones de producción sustentadas en la propiedad privada se convierten en un freno para el avance sin obstáculos de las fuerzas productivas; entre éstas y aquéllas surge un conflicto, resuelto por medio de una revolución social que derroca a la clase reaccionaria dominante e instaura nuevas relaciones de producción. La supresión de la propiedad capitalista y el establecimiento de la propiedad social socialista eliminan las contradicciones antagónicas entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción, se abre un horizonte ilimitado a su desarrollo. Bajo el socialismo, no existen clases interesadas en conservar las relaciones de producción caducas y, por ende, las contradicciones que surgen en el desenvolvimiento social se resuelven sin revoluciones políticas, a través de la actividad consciente y creadora de los trabajadores dirigidos por el Partido Comunista y por el Estado socialista. En el período de la edificación del comunismo en todos los frentes, el perfeccionamiento de las relaciones de producción y de todas las relaciones sociales constituye una tarea capitalísima. La creación de la base material y técnica del comunismo, la transformación del trabajo en la primera necesidad vital del hombre es el fundamento para transformar en comunistas las relaciones socialistas de producción.

3) Propiedad social socialista

Sobre los instrumentos y medios de producción, base económica del socialismo, surge como resultado de la revolución socialista por medio de la socialización de la propiedad privada capitalista y por la transformación, en consonancia con los principios socialistas, de la pequeña propiedad privada de trabajo (Nacionalización Socialista). La propiedad social se consolida y se multiplica en el proceso de la reproducción socialista ampliada. El dominio de la propiedad socialista pone fin a la explotación del hombre por el hombre, lo libera de todas las formas de opresión y de todos los tiros de dependencia social, ofrece amplias posibilidades para el desarrollo planificado y sin obstáculos de la producción social, para el incremento incesante de la productividad del trabajo social, para elevar el bienestar del pueblo y para el libre desenvolvimiento de la personalidad de cada trabajador. En la fase socialista ese tipo de propiedad presenta dos formas: la de propiedad de todo el pueblo estatal, y la de propiedad cooperativo-koljosiana. La existencia de las dos formas de propiedad socialista se halla condicionada, en primer lugar, por el hecho de que el socialismo, como fase primera e inferior de la sociedad socialista, proviene directamente del capitalismo, donde el nivel de las fuerzas productivas y de la productividad del trabajo no es aún suficientemente alto, y en segundo lugar, porque la clase obrera y el campesinado van al socialismo y al comunismo por caminos que poseen sus peculiaridades y diferencias. Lo que estas dos formas de propiedad socialista tienen de común y de decisiva trascendencia estriba en que tanto en las empresas del Estado como en las cooperativo-koljosiana los medios de producción son sociales, se ha liquidado la explotación del hombre por el hombre, el trabajo está organizado colectivamente, la remuneración se efectúa en consonancia con la cantidad y la calidad del trabajo, el objetivo de la producción es satisfacer las crecientes necesidades de la sociedad y de cada uno de sus miembros. Las diferencias entre las dos formas de propiedad socialista radican en el grado de madurez, en el nivel en que se hallan socializados los medios de producción, en el grado en que la producción está dotada de maquinaria moderna, en la altura a que están organizados el trabajo y su remuneración. La propiedad estatal socialista es la de todo el pueblo en la persona del Estado socialista. En este tipo de propiedad se hallan socializados todos los medios de producción y los productos del trabajo.

Es la forma principal y más elevada de propiedad socialista, pues expresa el grado más alto de socialización y organización de la propiedad social, abarca todos los medios fundamentales de producción de la sociedad. Las dignificación principal de la propiedad estatal estriba asimismo en que sólo partiendo de ella y con la ayuda de ella puede surgir y desarrollarse la propiedad cooperativo-koljosiana. La propiedad cooperativo-koljosiana es la de diversas agrupaciones de trabajadores en las que no están socializados todos los medios de producción, sino los fundamentales y decisivos que, junto con la producción pertenecen a la colectividad dada (koljós). Tanto la propiedad del Estado como la cooperativo-koljosiana se desarrollan en estrechísima acción reciproca, formando una unidad orgánica. Son de propiedad socialista estatal las riquezas naturales, la tierra (toda o parcialmente), el subsuelo, los bosques, las aguas, las empresas industriales, las empresas agrícolas del Estado (sovjoses), distintas clases de transporte, las empresas comunales y la red de instituciones de carácter cultural y de servicios sociales, el fondo básico de viviendas en las ciudades y en los centros industriales, toda la producción que se obtiene en las empresas del Estado. Son de propiedad cooperativo-koljosiana la maquinaria agrícola, los tractores, las segadoras-trilladoras, las centrales eléctricas koljosianas, los talleres de reparaciones mecánicas, los medios de transporte, de construcción y los depósitos, las empresas para elaborar los productos agrícolas, el ganado socializado de tiro y engorde, las dependencias destinadas al ganado, semillas, laboratorios, estaciones de experimentación, edificios sociales, toda la producción que obtienen los koljoses y las cooperativas. En el decurso de la construcción comunista, en el proceso de creación de la base material y técnica del comunismo, de la educación de los trabajadores en el espíritu comunista, prosigue el desarrollo de las dos formas de propiedad socialista, que se funden en una sola propiedad de todo el pueblo, comunista.

4) Subordinación-Cooperación

La racionalidad social de la actividad económica exige que las actividades de las empresas particulares se hallen subordinadas a un objetivo que abarque el conjunto del proceso social de producción y distribución; en otras palabras: exige las coordinaciones de la actividad de las empresas individuales, las sincronización de sus objetivos con el objetivo general rector de la actividad económica en la sociedad. En esta coordinación se denomina planificación de la economía social. La necesidad de superar de la racionalidad empresarial y la necesidad de coordinar actividades de las empresas individuales, la necesidad de planificar, también aparecen ciertas medidas en el capitalismo. La planificación de la economía social, la realización de la racionalidad social en cuanto a la producción y distribución sólo es posible en el modo de producción socialista. La propiedad social de los medios de producción transforma el carácter de la empresa, la convierte en una empresa socialista. La maximización del beneficio ya no es el fin último. La actividad de una empresa socialista se halla subordinada al objetivo social general de la economía social establece el objetivo bajo la forma de un pasivo cuantificado del plan, normalmente respecto a la magnitud de la renta nacional. En la empresa socialista se conserva la categoría del beneficio pero deja de ser el fin último de su actividad, convirtiéndose en el medio de subordinación al objetivo general del plan para toda la sociedad. El beneficio sirve de estimulo para el cumplimiento de los objetivos del plan y como prueba para saber hasta qué punto se observa en el principio económico. Por tanto en el modo de producción socialista los objetivos económicos de las empresas individuales se integran a través de un objetivo general establecido por el plan económico-social.

La actividad de una empresa se verá subordinada más bien a un plan parcial que directamente al plan de político económico general. Pero todos los planes parciales se hallan subordinados al plan de la economía social; los objetivos establecidos por ellos son medios para la realización del plan económico general. La síntesis de los objetivos de la actividad de las empresas socialistas a través de un objetivo establecido por el plan de la economía social, conduce a una ordenación jerárquica de las finalidades. En la cumbre de esta ordenación jerárquica se halla el objetivo principal, el objetivo del plan de la economía social, que clasificamos en primer grado. Los medios que sirven al cumplimiento de los objetivos de segundo grado, son objetivos de tercer grado, etc. Los objetivos económicos de las diversas empresas ocupan lugares distintos a esta organización jerárquica. La ordenación jerárquica de los objetivos es una propiedad del modo de producción socialista, así como la existencia de las finalidades paralelas, independientes, de las empresas individuales, su búsqueda de la maximización de beneficios, es una característica del plan económico social y la determinación de los objetivos de las empresas socialistas individuales a través del objetivo principal establecido en el plan económico social.

5) Distribución del ingreso en el socialismo

La distribución de la renta es la manera en que se reparten los recursos materiales fruto de la actividad económica en los distintos estratos socio-económicos. En general, es independientemente de cómo se obtengan las rentas, su reparto no es necesariamente igual, pues existe una desigualdad de ingreso.

El socialismo puede caracterizarse sobre la base de dos criterios muy generales. Uno de ellos se vincula con la distribución del ingreso. En el sistema capitalista, cada individuo percibe una remuneración proporcional a su capacidad. Para el socialismo, en cambio, la totalidad de los seres humanos deben aportar a la comunidad todo lo que puedan, en función de su talento; aunque el reparto de la riqueza se lleva a cabo teniendo en cuenta las necesidades de las personas. También es posible definir el socialismo en función de la propiedad de los medios de producción. Las máquinas o la tierra, en el sistema capitalista, pertenecen a particulares. En los sistemas socialistas, los medios de producción están en manos de toda la sociedad. Sin embargo, en la práctica el significado de facto del socialismo ha ido cambiando con el transcurso del tiempo. La ideología del sistema moderno del socialismo es tratar de reducir las diferencias económicas entre clases; para ello los países basados en ideologías socialistas tienen medidas para redistribuir la riqueza; las personas de clase alta (personas que poseen más riquezas/dinero que la media) se les requiere pagar impuestos más altos que a la media de las personas de ese país, con el fin de distribuir la riqueza en la sociedad y ofrecer o facilitar oportunidades que individuos de clase baja no podrían tener. Si es moderado podría traer una mejor distribución de las riquezas evitando que unas pocas acaparen todos los recursos pero si se convierte a una forma radical, podría desaparecer toda forma de propiedad y todo quedaría en manos del estado y de nuevo solo unos cuantos tendrían todos los recursos.

6) Salario y Socialismo

El salario es el valor de cambio o precio de la fuerza de trabajo. Durante el tiempo en que el obrero trabaja para el capitalista produce una determinada magnitud de valor. Parte de este valor generado por el obrero se le devuelve en forma de salario. De resto se apropia el capitalista (plusvalía).La magnitud del salario está determinada por el valor de los medios de subsistencia del obrero y de su familia, vale decir por el precio de aquellos bienes que el obrero y su familia deben consumir para sobrevivir. El socialismo tiene en la terminología marxista un sentido bien preciso y además diferente del sentido que otras corrientes de pensamiento le han dado. El marxismo identifica al socialismo como un régimen de transición al comunismo.

La doctrina de Marx y Engels acerca del socialismo, conocida como teoría del socialismo científico, señala que se trata de un régimen superior al régimen capitalista. En palabras de sus teóricos, "sustituye la propiedad privada de los medios de producción por la de los medios de producción por la propiedad colectiva, instaura la dictadura del proletariado para poder realizar esta tarea y lanza las bases para una sociedad superior basada en la abundancia, la igualdad social y el pleno desarrollo del individuo". El socialismo no elimina las contradicciones de clase sino que crea las condiciones para eliminarlas. No elimina la dominación estatal, ni las relaciones de producción asalariadas, ni la división del trabajo entre trabajadores intelectuales y manuales, sino que echa las bases para su eliminación posterior en la sociedad comunista. Los teóricos del marxismo han caracterizado al régimen socialista como aquel en que a cada uno se pide la entrega de todas sus capacidades y se lo remunera de acuerdo a su trabajo; esto significa la conservación de desigualdad de los individuos, determinada para por las diferencias individuales y de origen social. La sociedad comunista pide a cada uno de acuerdo a su capacidad y lo remunera de acuerdo con su necesidad; de esta forma se eliminan los antagonismos sociales que subsistían en el socialismo. Forma de remuneración según el trabajo realizado aplicada en el sector estatal de la economía socialista, remuneración con que se repone en su valor la parte fundamental de los gastos de trabajo necesario de quienes laboran en la esfera de la producción material y de quienes realizan una labor social útil en la esfera no productiva. La necesidad objetiva de dicha categoría en la economía socialista se halla condicionada por la acción de la ley de la distribución con arreglo al trabajo y por el hecho de que, bajo el socialismo, se conservan la producción mercantil y el dinero, a diferencia de lo que ocurre en el régimen capitalista, el salario en el régimen socialista no se presenta como forma transfigurada del valor y del precio de la fuerza de trabajo, dado que ésta última, bajo el socialismo, no es una mercancía. El salario, bajo el socialismo, expresa relaciones de producción socialistas y sirve como medida de trabajo y como medida de consumo. Su magnitud se halla en dependencia de la cantidad y la calidad del trabajo; caracteriza, por ende, la aportación laboral de cada trabajador. El perfeccionamiento del Salario constituye una de las medidas más importantes para utilizar plenamente el estimulo del interés material, objetivamente inherente al socialismo. Como medida de consumo, el salario sirve de fuente principal para satisfacer las necesidades materiales culturales de los obreros y de los empleados. El Estado socialista fija el nivel de los salarios según un plan, teniendo en cuenta, en primer lugar, las diferencias entre trabajo calificado y no calificado, entre trabajo pesado y no pesado. Por otra parte, regulando el nivel de los salarios se asegura una distribución más racional de las reservas de mano de obra entre las diversas ramas de la economía y las regiones económicas del país. Se tienen en cuenta las múltiples condiciones de la remuneración del trabajo a través de un sistema de tarifas tomadas como base para la organización del salario. En la economía socialista existen dos formas principales de salario: por obra realizada y por tiempo. El salario por obra realizada -salario que depende de lo que el trabajador elabora- puede ser directo, progresivo con pago deprimas, e indirecto por obra realizada. También existe el salario individual por obra realizada y el colectivo. Las formas colectivas de salario van ganando en importancia sin cesar, pues contribuyen a elevar la productividad del trabajo, a mejorar la calidad de la producción y a formar en los trabajadores el espíritu del colectivismo, la actitud comunista ante el trabajo. El salario por tiempo -en este caso el salario depende de la duración del tiempo de trabajo y de la calificación del trabajador- se subdivide en salario simple por tiempo y salario por tiempo con pago de premios. Dado que en la producción se establecen cada día más métodos de mecanización compleja del trabajo, de producción continua y encadena, se va ampliando la esfera en que se aplican salarios por tiempo (sobre todo con pago de premios). Cuando se planifican los salarios y se controla cómo se han aplicado, es de enorme trascendencia para la economía nacional hacer que el incremento de la productividad del trabajo preceda a la elevación de los salarios, pues esto permite que la producción social aumente y, en última instancia, que se eleve el bienestar de los trabajadores. Para la economía nacional de la U.R.S.S., la regulación de salarios efectuada con el fin de elevar el salario mínimo y el de muchas categorías bajas ha sido de gran importancia. Se han eliminado las diferencias salariales entre los departamentos administrativos fijando tarifas únicas por ramas de la producción y por profesiones; se ha regulado la concesión de premios. También en el período de la amplia edificación del comunismo sigue siendo necesario perfeccionar los salarios. Durante el período de perspectiva general, el volumen de los ingresos reales se elevará en más de 3,5 veces por habitante. Se irá reduciendo sin cesar la diferencia de niveles salariales entre las categorías de trabajadores de baja remuneración y las de remuneración elevada. Este hecho, junto con la creciente satisfacción de las necesidades de los trabajadores a cuenta de los fondos sociales de consumo, creará las premisas del paso a la distribución según las necesidades.

En el socialismo la propiedad de los medios de producción es monopolizada por el estado y el salario se mantiene con sus características heredadas del capitalismo. La idea de que con el uso adecuado del salario se motivará a los trabajadores a impulsar un incremento consiente de la producción y los servicios, lo que desarrollaría la economía de nuestro país. Una de las cosas más importantes a lograr: que el salario cumpla su papel y objetivos que parte de la situación actual del modelo económico. ³El ser humano se mueve por intereses. En el socialismo son otros los intereses: altruistas, humanistas, de hermandad, solidaridad, de producir cada vez más y mejor para el pueblo. Pero cuando el trabajador, así como el administrador, no pueden resolver sus necesidades esenciales merma la calidad del trabajo que realizan, disminuye la honestidad, se instala el compadreo, el robo, crece el desinterés por el cuidado de la propiedad estatal social, desaparece el tan necesario control y el salario, insuficiente la mayoría de las veces, deja de cumplir su rol en la solución de las necesidades cada vez más crecientes del ser humano. Y una de las cosas más importantes a lograr es, que el salario cumpla su importante papel y los trabajadores y administradores se consideren entonces dueños de su propiedad estatal socialista.

7) Papel del Derecho Del Trabajo en el Modo de Producción Socialistas

No es posible concebir al hombre sin asociarlo a alguna actividad productiva, ni se concebiría el estado actual de desarrollo de la sociedad si no se tuviera presente el papel que el trabajo ha desempeñado en la creación de todo el conjunto de bienes de que disfruta la humanidad para la satisfacción de sus múltiples necesidades.

Todo el progreso que puedeadmirar la humanidad es fruto del trabajo. Sin la actividad productiva del hombre seguramente fuera muy distinta la realidad que hoy se nos ofrece a la vista. Y parte del principio de que el trabajo es la base del Bienestar Nacional, la fuente principal del Desarrollo y el medio de la realización material y espiritual de la persona. El derecho del trabajo se desarrolló a partir de la percepción del agudo desequilibrio que, en la esfera del poder negocial, caracterizaba y aún hoy caracteriza a la interacción entre los sujetos de la relación de trabajo y, con mayor precisión, como imperativo de paz social frente a la explotación de que fue objeto la clase trabajadora, apenas traspasado el pórtico de la revolución industrial, por virtud del ejercicio de los poderes exorbitantes que asistían al patrono o empleador en una relación jurídica regida por la autonomía de la voluntad. Precisamente, la explotación aludida -y la "cuestión social" que ella produjo- impulsó la aparición de normas de excepción, frente al derecho común, llamadas a tutelar al trabajador mediante la fijación de límites infranqueables al patrono, esto es, contenidos mínimos de la relación de trabajo, intangibles a la autonomía de la voluntad y contemplados, por tanto, en normas de derecho público estricto. La articulación sistemática de las aludidas normas de excepción que condujeron al nacimiento de una nueva disciplina, cuyos principios rectores emanan de la necesaria protección o tutela que es dado garantizar al trabajador para impedir así que su menguado poder negocial, su hipo suficiencia económica, conlleve a la fijación de términos y condiciones ±en su interacción con el empleador- incapaces de salvaguardar su vida y salud. De algún modo, al lado del imperativo de justicia que se sugiere, debe atribuirse el advenimiento del derecho del trabajo, también, a un cierto ánimo profiláctico de parte de los detentadores del poder político, esto es, para desestimular la acción coaligada de los trabajadores, a través de sindicatos o partidos políticos.

Esencialmente concebido como exigibilidad de empleo por unos (derecho al trabajo), y como regulación de la relación laboral por otros (derecho del trabajo) su consideración y consagración han sido el resultado de la organización, la movilización y la manifestación de los sectores trabajadores en contra de las injustas condiciones que siempre se han impuesto por el capital en todos los tiempos, desde el momento que se considera al trabajo como un pecado, hasta el momento que se considera al trabajo, con todas sus garantías, como una pesada carga para la consecución de una real igualdad y libertad entre todos, en el mercado de la libre competencia.

Es preciso hacer este reconocimiento por cuanto el conflictoentre trabajo y capital ha permitido consagrar este derecho como un derecho internacional, lo que se ha dado en denominarse el derecho internacional del trabajo y como tal, cuenta con un espacio de interlocución entre representantes de los Estados, representantes de los trabajadores y representantes de los patronos o capitalistas, en el que se definen reglas de juego a tener en cuenta por los Estados para regular en su interior, la relación entre el capital y el trabajo; además, en cada uno de los Estados ha dado origen a conjuntos normativos reguladores del conflicto entre el capital y el trabajo, en medio de las numerosas regulaciones que protegen al capital.

La disparidad normativa se asienta sobre una desigualdad originaria entre trabajador y empresario que tiene su fundamento no solo en la distinta condición económica de ambos sujetos, sino en su respectiva posición en la propia y especial relación jurídica que los vincula que es de dependencia o subordinación de uno respecto al otro el legislador, al regular las relaciones de trabajo, contempla necesariamente categorías y no individuos concretos y constatando la desigualdad socio-económica del trabajador respecto al empresario, pretende reducirla mediante el adecuado establecimiento de medidas igualatorias.

Luego del análisis y estudio del tema podemos concluir que el trabajo en socialismo deja de ser una frustración para convertirse, por una parte, en una expansión de las facultadas creativas del hombre y, por otra parte en un enriquecimiento del ámbito en que se desarrolla su vida. Así mismo bajo el socialismo, todo trabajo orientado hacia la creación de bienes materiales y, por ende, del producto necesario y del plus producto es trabajo productivo. El dominio de la propiedad socialista pone fin a la explotación del hombre por el hombre, lo libera de todas las formas de opresión y de todos los tiros de dependencia social, ofrece amplias posibilidades para el desarrollo planificado y sin obstáculos de la producción social, para el incremento incesante de la productividad del trabajo social, para elevar el bienestar del pueblo y para el libre desenvolvimiento de la personalidad de cada trabajador. Las Relaciones Laborales en la República, se encuentran consagradas en nuestra Constitución en la cual se establece novísimas iniciativas en el campo de los derechos sociales, tanto así que incluso leda rango constitucional a diferentes aspectos afines con las relaciones laborales que eran de rango legal. Reconoce, que la protección del Trabajo es fundamental para el buen desarrollo de la República. El socialismo puede caracterizarse sobre la base de dos criterios muy generales. Uno de ellos se vincula con la distribución del ingreso. En el sistema capitalista, cada individuo percibe una remuneración proporcional a su capacidad. Para el socialismo, en cambio, la totalidad de los seres humanos deben aportar a la comunidad todo lo que puedan, en función de su talento; aunque el reparto de la riqueza se lleva a cabo teniendo en cuenta las necesidades de las personas.

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