Tres reglas para crear una compañía realmente maravillosa

Muchas de las sugestiones y contradicciones que algunas de las empresas y los consumidores tienen es que si a veces la calidad puede ser mejor arma que el precio o al contrario, si el precio puede resultar más atractivo que la calidad. Otra de las sugestiones que se hacen los empresarios pudiera ser sobre la diferenciación de la importancia de los ingresos en contra de los costos.

De esto es de lo que trata este artículo publicado por la Harvard Business Review Three rules for making a company truly great, en la cual nos intenta oriental acerca de a dónde nos pueden llevar estas dos opciones y mediante un largo estudio nos invitan a reflexionar sobre la mejor opción según las empresas líderes del momento y así, mediante este modelo, poder seguir los pasos de estas empresas prestigiadas para llegar a la grandeza.

HBR basó su investigación en lo que había hecho exitosas a estas empresas, pero nos dicen que muchas veces el éxito del que nos hablan estos líderes de los negocios no están tocados a fondo, así que los autores deciden indagar y revelar si el éxito de todo eso es realmente regido por algún camino o simplemente es casualidad.

La revista pone como elementales tres reglas de las que las empresas atribuyen su gran crecimiento, las cuales son:

1. Calidad antes que lo barato: es decir, competir en diferenciadores distintos del precio.

2. Ingresos antes que costos: es decir, priorizar el aumento de los ingresos en la reducción de costos.

3. No hay otras reglas para cambiar más que la 1 y 2.

En cuanto al primer punto creo que es clara la idea, a pesar de estar en tiempos de recesión, los consumidores son muy exigentes y las empresas tienen la libertad de elegir su propia estrategia, ya sea simplemente reduciendo los precios como estrategia de atracción de clientes y permanecer en el estándar mínimo de calidad o aumentar la calidad y ofrecer beneficios extras, funcionalidad, durabilidad, etc. En la lectura nos ponen ejemplos reales de como empresas que se guiaban por los precios bajos pero sin embargo buscaban la globalización expandiendo su escala de clientes quisieron competir con empresas donde brindaban un servicio notable y de calidad aun teniendo precios más altos, la primera no logro estar a la par de la segunda pues muchas veces aceptaba negocios poco rentables con el fin de mantener sus ventas activas y tener un adecuado nivel de utilización de los activos, era realmente una empresa grande pero nunca llego a estar a la par de las que realmente trabajaban bajo la calidad.

Dejando esto atrás las grandes empresas cosechan ganancias superiores al lograr mejores ingresos que los demás, ya sea a través de los precios en sus productos o mediante el volumen de estos, es aquí donde entra la segunda regla, nos dice que las empresas no se

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