Canto tallado de tradición Olduvayense
AAAAAAAAAAAAAAS10 de Septiembre de 2014
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Olduvayense es una de las formas de denominar a las primeras industrias humanas de la Prehistoria africana (que es como decir mundial). Reciben tal apelativo a causa de uno de los yacimientos más importantes donde tales industrias han sido halladas, la Garganta de Olduvai en Tanzania. El término olduvayense puede considerarse equivalente a lo que fuera de África se ha llamado Pre-Achelense, Paleolítico inferior arcaico o Cultura de los cantos tallados (Pebble culture, en inglés); si bien, en el continente africano los restos arqueológicos son sensiblemente más antiguos.
Canto tallado de tradición Olduvayense.
Acerca de los primeros utensilios fabricados por homínidos existen ciertos interrogantes que aún no han sido aclarados totalmente. Primero está la cuestión de cuál fue la primera especie en elaborar herramientas y si tal rasgo es suficiente como para considerar a dicha especie dentro del género Homo. En segundo lugar, no se puede afirmar, al menos para los vestigios más antiguos, que se trate de útiles fabricados por alguien con conciencia de lo que hacía.1
Las primeras referencias a industrias humanas extremadamente antiguas en África se deben a E. J. Wayland, quien estudió en la antigua Rhodesia del Norte (ahora Zambia) cierto yacimiento a orillas del río Kafue,2 por lo que bautizó la facies cultural como Kafuense, que luego volvió a encontrar en Uganda;3 ambas eran zonas pertenecientes al Imperio británico. El Kafuense está siendo cuestionado como cultura independiente.
El descubrimiento científico, en cambio, se debe a la labor de Louis Leakey en los años 30 y 40. Leakey trabajó en la Garganta de Olduvai, contrastando sólidamente sus resultados que sirvieron de efecto multiplicador para dar a conocer otras industrias similares, sobre todo en el este, el sur y el norte de África.
Sin embargo, a día de hoy la mayor parte de los hallazgos consignados son recolecciones de superficie, raramente asociables a una estratigrafía fiable que permita una datación precisa y el establecimiento de una secuencia evolutiva (por ejemplo, el curso alto del río Semliki, en el Congo, Fejej, en Etiopía o Wadi Saura en Túnez). En tales casos, los pocos yacimientos excavados y bien datados sirven como referencia para jalonar aquellos otros por medio de analogías, casi siempre tipológicas, con todo el riesgo que ello conlleva.
Considerando la desaparición de utillaje en materiales perecederos como la madera o el hueso, la panoplia olduvayense más pura se limita al canto tallado (entendido como útil, como núcleo o como ambas cosas) y la lasca (retocada o no), aunque, a medida que éste evoluciona, se le añaden nuevos tipos líticos, más especializados y sofisticados.
Índice [ocultar]
1 Yacimientos olduvayenses africanos
1.1 África oriental
1.1.1 Etiopía
1.1.1.1 Afar
1.1.1.2 Río Omo
1.1.2 Kenia
1.1.2.1 Koobi Fora
1.1.2.2 Karari
1.1.2.3 Kanjera
1.1.3 Tanzania
1.1.3.1 Garganta de Olduvai
1.1.3.2 Peninj
1.2 África austral
1.3 Norte de África
1.3.1 Marruecos
1.3.2 Argelia
2 La tradición Oduvayense fuera de África
3 La primeras culturas prehistóricas de África
3.1 El artesano olduvayense
3.2 La tecnología olduvayense
3.3 El modo de vida olduvayense
4 Véase también
5 Referencias
6 Enlaces externos
Yacimientos olduvayenses africanos[editar]
Principales yacimientos olduvayenses en África.
Douar Doum ButtonYellow.pngButtonYellow.png Tardiguet-er-RahlaButtonYellow.png Sidi AbderrahmanButtonYellow.png Aïn HanechButtonYellow.png Wadi SauraAulef ButtonYellow.pngButtonYellow.png RegganDjourab ButtonYellow.pngBah el Ghazal ButtonYellow.pngButtonYellow.png Kada HadarKada Gona ButtonYellow.pngMelka Kunturé ButtonYellow.pngButtonYellow.png río OmoLokalalei ButtonYellow.pngButtonYellow.png KarariButtonYellow.png Koobi ForaSenga ButtonYellow.pngNyabusosi ButtonYellow.pngButtonYellow.png KanjeraButtonYellow.png PeninjOlduvai ButtonYellow.pngLago Malawi ButtonYellow.pngButtonYellow.png río KafueButtonYellow.png MakapansgatKromdraaiButtonYellow.pngSterkfonteinSwartkransButtonYellow.png Taung
Los yacimientos con las más antiguas industrias humanas se encuentran, precisamente, en el mismo espacio donde parece que tuvo lugar la hominización. Esto se debe, sin duda, a que en estas zonas las condiciones de conservación de los fósiles son excepcionales, a lo que se une una mayor facilidad para la prospección arqueológica. Es plausible pensar que otros lugares de África, hoy cubiertos por selvas, con unas condiciones poco adecuadas para la fosilización o más inaccesibles a las investigaciones también pudieron ser escenario del desarrollo de este gran complejo cultural.
África oriental[editar]
Se trata de una zona perteneciente al gran Valle del Rift africano, con una orografía accidentada y una historia geológica muy rica en la que el vulcanismo juega un papel primordial. Los fenómenos de sedimentación debidos a la acción fluvial o lacustre han generado numerosos estratos que han fosilizado restos de fauna y huellas de actividades de los homínidos humanos y prehumanos. Estos sedimentos de arenisca suelen estar intercalados con coladas volcánicas o capas de ceniza que permiten correlacionar y establecer fechas por diversos métodos. Las continuas fracturas y basculamientos de los bloques tectónicos, unidos a la erosión por parte de los actuales cursos de agua, han puesto al descubierto los yacimientos fosilíferos con muchos metros de potencia y millones de años de antigüedad. A menudo, una simple tormenta puede sacar a la luz una gran cantidad de fósiles, cosa que puede ocurrir en cortos lapsos de tiempo. Aunque, en principio, fueron americanos, franceses e ingleses los que acaparaban las investigaciones, actualmente trabajan en la zona equipos arqueológicos internacionales, entre los que se integran especialistas africanos de los países de origen.
Etiopía[editar]
Afar[editar]
La depresión de Afar es una de las muchas fosas tectónicas que forman el Gran valle del Rift africano; por ella fluye el río Awash, que ha erosionado sedimentos que dejó un antiguo lago fluctuante durante el Plioceno y el Pleistoceno. La erosión ha hecho aflorar numerosos fósiles en estratos que rozan los 300 metros de potencia y que han podido ser datados entre los 4 y los 2,5 millones de años de antigüedad. Se trata de capas lacustres, palustres y fluviales entrecaladas con niveles de ceniza volcánica, que son los que permiten la aplicación de sistemas de datación absoluta, por el método del Potasio/Argón.4
La zona se hizo famosa a raíz del descubrimiento en 1974, por parte de Donald Johanson (1943-), de un esqueleto casi completo de Australopithecus afarensis, conocido mundialmente como Lucy. Pero desde el punto de vista de la industria destacamos algunos yacimientos primordiales:
En el arroyo de Kada Gona han aparecido una veintena de objetos indudablemente tallados y en arroyo de Kada Hadar, casi una decena. Los datos son escasos, pero las dataciones los sitúan entre 2,4 y 2,6 millones de años de antigüedad mínima y 2,9 millones de antigüedad máxima. Tecnológicamente ambos lugares son muy similares, poseen cantos tallados, poliedros parciales, núcleos muy toscos y escasas lascas.5
En el tramo alto de este río, al sur de Addis Abeba, destaca el conjunto arqueológico de Melka Kunturé, cuya industria lítica ha podido ser datada con fiabilidad gracias a que también han aparecido en estratos subyacentes a sedimentos volcánicos. Melka Kunturé difiere de los restos del Awash medio por la abundancia de productos de lascado. Por otro lado, junto a las piezas líticas apareció el húmero de un homínido que podría pertenecer a alguna especie similar a Homo erectus.6 Entre los yacimientos más reseñables del complejo destaca el de Gomboré I se ha excavado un nivel con más de dos millones de años, con utensilios líticos consistentes en percutores (o, mejor dicho, guijarros con huellas de percusión), cantos tallados, poliedros, raederas y numerosos desechos de talla. En ellos se observa rasgos estrechamente relacionados con el posible nacimiento del Achelense. Gomboré I también tiene restos de Homo habilis y existe una estructura artificial, lo que parece ser un abrigo de guijarros para protegerse del viento. Asimismo el yacimiento de Garba IV, que tiene un nivel antiguo con restos de australopitecinos y otro nivel superior que ya podría situarse en un Olduvayense evolucionado, ya que entre sus piezas, además de cantos tallados ya hay bifaces y hendidores, aunque son muy escasos.
Río Omo[editar]
La formación Shungura, situada al norte del lago Turkana, es una estructura geológica de más de 800 metros de espesor y 200 km², cuyos estratos, entre los que se han separado doce unidades, son muy regulares y en ellos se ha aplicado la técnica de datación por Paleomagnetismo, proporcionando una edad entre 2,5 y 1,8 millones de años. Las piezas de datación más antigua, relacionadas con la Formación Shungura, han sido puestas al descubierto por la erosión del río Omo: se han localizado varios lugares con piezas talladas desde 2 millones hasta más de 2,5 millones de años, asociadas a restos de australopitecinos y lo que en principio se calificó como Homo habilis, actualmente denominado Homo rudolfensis. No sólo se encuentran los omnipresentes cantos tallados (un canto tallado del sitio de Omo 71 se data en más de 2,3 m.a.) en los que, según los estudios de los Chavaillon,
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