Primer ensayo Massota

Miguel Ángel Aguayo Mendoza

10 de septiembre 2017

Xóchitl Vázquez

Teorías en Psicoanálisis

Primer ensayo de Massota

Oscar Massota busca inmiscuirte en la teoría del psicoanálisis a partir de los acontecimientos subjetivos de la vida de Freud. Este autor comienza aclarando que explicar el psicoanálisis no es algo sencillo, además indica que el punto de partida adecuado sería a partir de los orígenes de la corriente llegando hasta su evolución.

El antecedente del psicoanálisis sin duda es la psiquiatría e hipnosis -practicada por Charcot-. Se creía que mediante la hipnosis se podían llegar al inconsciente, es decir, las experiencias en base a la misma no se encontraban en la conciencia (un trance en el cual no permanecías dormido o despierto, el punto medio) y afectaban el comportamiento de la persona induciendo en algunos casos síntomas semejantes a la histeria. Freud, fue discípulo de Charcot, al ver los acontecimientos ocurridos por la hipnosis llegó a la conclusión de que se podían suprimir síntomas a través de la misma. Con el paso del tiempo, Freud se dio cuenta que la histeria estaba relacionada con la sexualidad (específicamente con acontecimientos del pasado), por ello, la hipnosis fue vista para Freud como un método que no lograba curar la enfermedad -solo salían a flote los síntomas-. Gracias a esto Freud dio un gran paso para la elaboración de su teoría.

A partir de esto, Freud desafió la moralidad de su tiempo y establece la existencia de la vida sexual infantil, así mismo, afirmó que desde los cinco años ya se encuentra determinada la estructura de la sexualidad y de las perversiones sexuales, un tema que fue muy criticado por los psiquiatras, psicopatólogos y sociedad en general de ese tiempo. Sin embargo, a partir de las perversiones Freud establece el concepto de pulsión y la carencia de objeto de la misma, el inconsciente freudiano, y la transferencia.

Por otro lado, Breuer creía que un acontecimiento muy fuerte en la vida de las personas era lo que causaba que enfermaran, este se encontraba escondido y por medio de la hipnosis hacia que las personas pusieran palabras a eso que habían experimentado para después recordar lo que había sucedido. Por ese motivo Freud decide trabajar con Breuer -sin creer completamente en la hipnosis, pero compartía algunas creencias con Breuer-, gracias a esto obtiene más herramientas para establecer los conceptos mencionados (pulsión, transferencia, inconsciente) e instaurar la idea de histeria de defensa (también dejando claro que no se presentaba solo en las mujeres). La histeria de defensa la explica como algunos elementos relacionados con la sexualidad eran reprimidos por las personas.

A continuación, desarrolla la idea del fetichismo, sin descartar la idea de que las pulsiones no tienen un objeto determinado, es decir, cualquier cosa podría llegar a ser de índole sexual.

Con base a lo anterior, Freud da comienzo con su teoría del desarrollo de la lívido, -expresión del instinto sexual-, en donde existen determinadas etapas infantiles que todos los sujetos deben atravesar (cambia el objeto de la pulsión sexual): la oral, anal, fálica -fase intermedia de latencia- y la etapa genital. Cada una de estas etapas tiene un objeto que marca el fin (objeto lábil) de la libido (lo que antes llamaba energía sexual).

A pesar de todos los avances que había logrado para abonar a su teoría no se quedó allí, decidió analizar la idea del trauma. El afirmaba que la neurosis se originaba por un echo sexual traumático e inadecuado en la infancia de la persona, sin embargo, después del trabajo que tuvo con Breuer decidió abandonar esa idea pues se dio cuenta que muchos pacientes inventaban traumas sexuales que sufrieron (incluso los fantaseaban), sin embargo, gracias a ello creó el concepto de “protofantasía”. Para dar un ejemplo de esto se explica el temor que un niño sufre por el padre al creer que este le quiere quitar su miembro -castración- por desear a su madre.  Así mismo, las protofantasías tienen que ver con el complejo de Edipo, el niño busca amorosamente al padre del sexo opuesto y es hostil con el padre del mismo sexo. Esta cuestión queda profundamente relacionada con la cuestión del falo (el niño piensa que todo mundo tiene pene). Cuando el niño se da cuenta que existen dos sexos surge el complejo de castración por parte de los niños y el anhelo por un pene por parte de las niñas.

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