Un análisis de los problemas identitarios que suceden en la sociedad actual en base al texto: La tiranía del “Gran ISA” de Guy Bajoit.
Abbi VelaEnsayo10 de Octubre de 2023
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ENSAYO 1: Un análisis de los problemas identitarios que suceden en la sociedad actual en base al texto: La tiranía del “Gran ISA” de Guy Bajoit.
Velázquez Rubio Ximena Abigail
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30/09/2023
En este ensayo analizaremos la relación existente entre el individuo y la sociedad en las sociedades contemporáneas y con esto las ideologías dominantes de la época, las nuevas formas de pensamiento provocadas por las transformaciones sociales y los malestares culturales que han surgido a causa de estas. La lectura la tiranía del "Gran ISA" del autor Guy Bajoit, donde nos brinda un contexto y crítica de la sociedad actual, nos servirá para abarcar dichos puntos. Nos apoyaremos de otros autores para profundizar más en algunos conceptos y así tener un mejor entendimiento de las sociedades contemporáneas.
"El sujeto no existe sino hay sociedad
y no existe sociedad sino existen sujetos…"
(Nava Flores, 2009)
Con esta frase empiezo para exponer que la relación entre individuo-sociedad es inseparable, pues para poder entender al individuo hay que entender el contexto social en el que viven.
Para Juárez Cobarruvia y Pechi Bautista, el humano es un ser social por naturaleza, que busca pertenecer a un grupo, interactuar con sus semejantes y, por tanto, ser miembro de la sociedad y esto lo logra por medio del proceso de la socialización, en donde el individuo se relaciona con los demás miembros, donde a partir de esa relación se vuelve sujeto a las normas, reglas, costumbres, creencias y valores que le demanda la cultura a la que pertenece, dentro de la que se establecerá como deberá ser su comportamiento. (s. f.)
La relación individuo-sociedad es compleja y multifacética, y puede ser influenciada por una variedad de factores, incluyendo la cultura, la historia, la geografía y la estructura económica y política de una sociedad en particular. La comprensión de esta relación es esencial para la sociología, la psicología social y otras disciplinas que buscan analizar el comportamiento humano en el contexto de la sociedad.
Es importante destacar que la percepción del papel del individuo en la sociedad puede variar según la cultura, la estructura social y las creencias políticas.
Entonces podemos decir que “el hombre se socializa y se vuelve sujeto a las normas y reglas que le demanda la cultura y por tanto la sociedad”. (Nava Flores, 2009)
Como sociedad hemos pasado diversas transformaciones que se dividen por épocas y cada una se caracteriza por las distintas corrientes e ideologías que rigieron en su momento.
Desde la perspectiva del hombre en las eras clásica y medieval, su existencia estaba intrínsecamente vinculada a un mundo en el que participaba como un elemento natural más. Aunque dotado de razón y voluntad, poseía un "logos" que le permitía comprender esa realidad y distinguirse de ella. Se le consideraba un microcosmos, una síntesis de todas las formas de ser presentes en la realidad, y, por un designio divino, el soberano de la creación, que estaba sujeta a su dominio. El hombre tenía un cierto dominio sobre él, pero la realidad también tenía un poder inherente: era el estándar o criterio de lo verdadero y lo bueno. La verdad radicaba en la correspondencia con la realidad, y actuar éticamente significaba tratar la realidad con respeto, reconociendo su valor y tratándola con justicia. El ideal de una vida completa y cumplida se basaba en contemplar el orden del mundo y, más adelante, la esencia divina misma. (Navas García, 2002)
Esta relación entre el hombre y su realidad comienza a cambiar por completo con el comienzo de la modernidad. Esto se debe a que marcó un punto de quiebre respecto a un pasado humano que se aleja cada vez más en el tiempo.
Podemos entender la era moderna como el período de la sociedad burguesa capitalista y sus siglos límite, que abarcan desde el siglo XV hasta cerca de 1870, cuando la sociedad capitalista toma nuevas formas con el surgimiento de monopolios, empresas transnacionales y avances tecnológicos. La época actual se caracteriza como la fase imperialista del capitalismo, y en su contexto emerge la sociedad socialista como una etapa próxima en el desarrollo global de la sociedad.
La era moderna, en su esencia, se caracterizó por la creencia en un orden natural regido por leyes eternas e invariables y que podían ser conocidas por la razón humana. Estas leyes, consideradas inmutables e indestructibles, regulaban desde los movimientos celestiales hasta las transformaciones de la naturaleza, pasando por la organización de la sociedad civil. Se percibían como garantía del progreso y la evolución de la vida humana.
Esta perspectiva del mundo generaba un optimismo considerable en la burguesía, una clase en ascenso y posteriormente dominante en esta época. La creencia en que la razón podía democratizar la sociedad y reemplazar un sistema de privilegios e injusticias con uno de libertad e igualdad era palpable.
Sin embargo, las visiones racionales optimistas de la época moderna se encontraron con la realidad de una sociedad cada vez más compleja y desafiante, impulsada por avances científicos, tecnológicos y el modelo de producción capitalista. Esta sociedad ofrecía oportunidades para el desarrollo humano, pero al mismo tiempo, se volvía más complicada y exigente. (Miranda Pacheco, s. f.)
En esa época surgieron cambios y revoluciones tales como la conquista y colonización de América, la Reforma Luterana, el comienzo de la Revolución Industrial. En el aspecto cultural, se difundieron los movimientos del Humanismo, el Renacimiento, la Ilustración y el Barroco. Que dieron origen a la actualidad, la época contemporánea.
La edad contemporánea es una época de cambios profundos, ya que nunca se avanzó tanto en tan poco tiempo para la superación del hombre y beneficio de la colectividad universal. Bajoit nos habla de un nuevo “dios reinante” al que llamó “el Gran ISA” (Individuo, Sujeto, Actor). Este nuevo “dios” manda a las personas a la autorrealización, con su invitación a ser libres, a escoger tu vida, ser tú mismo. Todos estos disfrazados de derechos, pero en realidad son deberes.
Estos “mandamientos” han traído como consecuencia, un cambio en las sociedades actuales y, por tanto, en el individuo como ser social. Es importante conocer el pensamiento, comportamiento y aspiraciones de las personas actuales, al respecto Nava García (2002):
El individuo contemporáneo, respaldado por los impresionantes avances científicos y tecnológicos, se siente liberado de las restricciones tradicionales que han limitado a las sociedades y a las personas durante miles de años. Ahora, la libertad se interpreta como emancipación, como la ruptura deliberada de una amplia gama de tabúes y convenciones. Experimentar y explorar nuevas experiencias se considera aceptable e incluso deseable. Los valores arraigados en el pasado ya no gozan de respeto, y en general, todo lo tradicional se mira con sospecha, impulsando la necesidad de innovación y originalidad. Este nuevo individuo, adulto y emancipado, rechaza la autoridad externa, ya sea de la tradición, la naturaleza o la religión. En su lugar, se impone sus propias normas, cuestionando si tiene sentido aceptar cualquier tipo de limitación.
Con esto vemos que cada vez el hombre cuestiona (y niega) más la existencia de un ser todo poderoso, en cambio, se ve así mismo como su propio dios. La creencia de ser una persona “libre” lo hace pensar que ningún ser superior e intangible va a decidir sobre él, le va a castigar o cambiar sus planes. El hombre cree que tiene el control de su propia vida y si se esfuerza lo suficiente alcanzará sus metas y así obtendrá una plena autorrealización.
Estos grandes cambios en los individuos y en las sociedades se vieron reforzadas con el surgimiento de las nuevas tecnologías y con esto la llegada de las redes sociales.
En la primera década del siglo XXI, las redes sociales surgieron como resultado de la amplia adopción de Internet y los teléfonos móviles a fines de la década de 1990. El auge de Internet proporcionó el entorno ideal para el surgimiento de empresas como Facebook. Estas redes sociales cumplen principalmente dos funciones clave: 1) Simplificar la comunicación y el intercambio de información, y 2) Facilitar la formación de comunidades. (Blasco Fontecilla, 2021)
Estas funciones a su vez han contribuido a la globalización, gracias a las redes sociales tenemos acceso a otras culturas, permitiendo que podamos cuestionar nuestras costumbres y normas para cambiarlas e incorporar unas nuevas.
“La globalización ha sido un acontecimiento muy importante, que ha influenciado en el desarrollo de sistemas económicos, políticos, sociales y tecnológicos; modificando épocas y costumbres, lo que trae consigo un gran desarrollo cultural”. (Gutiérrez, 2015)
Esto ha transformado la manera en que las personas se relacionan entre sí, extendiendo más allá de la interacción física hacia un espacio virtual que reduce las distancias y simplifica el acceso a la información. Este es uno de los beneficios de las redes sociales en línea, que se han convertido en una parte esencial de cómo las personas interactúan, comunican y, a su vez, generan nuevas prácticas, lenguajes y formas de socialización tanto en el mundo físico como en el digital. Esto ha dado lugar a nuevas formas de expresión e identificación personal. (Franco Giraldo, 2013)
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