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Agresores Sexuales


Enviado por   •  13 de Noviembre de 2014  •  5.807 Palabras (24 Páginas)  •  296 Visitas

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PERFILES CRIMINOLOGICOS DE DELINCUENTES SEXUALES Y HOMICIDAS

(extracto de la investigación, material aún no publicado, realizado por la Lic. Pamela Andrea González López, asesor académico el Dr. Vicente Garrido Genovés, Universidad de Valencia, España)

1.-DELINCUENTES SEXUALES

La sexualidad es inherente a nuestra existencia y de esta forma integra una magnitud fundamental y sobresalientemente positiva de nuestra propia esencia. Casi todas las personas muestran especial interés por el sexo en determinados momentos de su desarrollo. Este impulso sexual tiene una clara base genética, y es obvio que sin él nuestra especie no habría sobrevivido. En los delincuentes sexuales, sin embargo, el problema está en la dirección en que se manifiesta este interés. Es importante señalar al respecto que la adquisición de impulsos sexuales desviados no conlleva que una persona sólo sea capaz de este tipo de actos ( Marshall, 2001).

La intensidad del impulso sexual varía de unas personas a otras. En el caso de los agresores sexuales esta intensidad puede ser muy elevada, lo que podría explicar su tendencia a la promiscuidad (incluso con niños), que sean incapaces de vincularse a una pareja, o que lleguen a la agresión física para satisfacer sus deseos sexuales.

De todas las formas de infringir la ley, quizá, es la delincuencia sexual la que es más fuertemente rechazada por la comunidad en que vivimos. El hecho de aprovecharse de víctimas indefensas y débiles como mujeres y niños, vulnera y transgrede lo más íntimo de la persona, empujándola sino a la muerte, si al abismo de la tortura psicológica más despreciable e inmerecida (Tallo, 2002).

En la medida que se conozcan las causas, la actitud hacia los más vulnerables, las mujeres y los niños, la relación con la violencia, y las causas de la reincidencia (por nombrar algunos de los factores de la conducta delictiva de los agresores sexuales) se podrá plantear intervenciones para el área psicosocial de la penitenciaria.

1.1.-Antecedentes

La investigación sobre delincuentes sexuales ha seguido diversos caminos. Uno de ellos, necesariamente el primero, se ha dirigido a describir del modo más exhaustivo posible tanto los comportamientos de agresión sexual, como las características demográficas y personales más comunes de los propios agresores y de sus víctimas.

Entre los estudios que se han realizado se ha considerado la topografía de la excitación sexual, las actitudes hacia las mujeres y niños, las distorsiones cognitivas y la competencia social de los agresores sexuales. El análisis se plantea a la luz de los actuales conocimientos en la materia, de efectuar predicciones adecuadas del riesgo de comisión de nuevos delitos sexuales ( Garrido y Redondo, 2006).

Los abusadores sexuales son heterogéneos en las características de personalidad y psicopatología. Pueden o no tener trastorno de personalidad y cuando lo hay, es principalmente del tipo limítrofe, con dificultad en el control de impulsos y en lograr relaciones de intimidad. En el caso de violadores es más frecuente el trastorno de personalidad antisocial. En general, presentan distorsiones cognitivas, dificultades en el desarrollo de empatía y en la habilidad de entender y atribuir estados mentales a otros, lo que en la literatura se ha denominado la teoría de la mente. Tienen especial habilidad para identificar niños vulnerables. Si bien el consumo de alcohol y drogas es parte del debate abierto en torno a las características de los abusadores y no se puede negar el efecto deshinibitorio de algunas drogas, se considera importante tener en cuenta que muchas veces el abusador justifica su comportamiento inadecuado por el uso de drogas, en un intento de no responsabilizarse del hecho (González, 2004).

Y de acuerdo a lo que plantea el autor cuando nos referimos a la violación, este delito es un buen ejemplo del uso de una violencia insensible, egoísta e instrumental por parte de los psicópatas. No todos los violadores son psicópatas, por supuesto. Algunos violadores son individuos desequilibrados que sufren diferentes problemas psiquiátricos y psicológicos. Otros son el producto de actitudes sociales y culturales que reducen a las mujeres a roles serviles. Los actos delictivos de esos hombres, aunque repugnantes para la sociedad y horriblemente traumáticos para sus víctimas, se puede entender mejor que es cometido por los psicópatas por las características propias de ellos, como es el caso de la insensibilidad emocional, que lo detallaremos más adelante en el apartado correspondiente.

Antes de iniciar una revisión de la literatura especializada en el tema, es fundamental la aclaración del concepto parafilia, debido a que en algunos abusadores sexuales está implícito, será entendido como un tipo de comportamiento sexual ante objetos o situaciones que no forman parte de las pautas habituales de los seres humanos, siendo las más habituales en este tipo de delincuentes el fetichismo, voyerismo, exhibicionismo, por nombrar algunas.

Una exploración realizada desde la lectura científica, presenta la evidencia de que la mayoría de los agresores sexuales se inician en su desviación sexual en el período comprendido entre el final de la adolescencia y la primera edad adulta, es decir, entre los 17 , 18 y 25 años. En el estudio clásico de Abel y su equipo (Abel y Rouleau, 1989), estos autores encontraron que en una muestra de 561 agresores sexuales, el 53,6% había iniciado sus intereses sexuales desviados antes de los 18 años, incluso, en el caso de violadores de mujeres adultas, el 30 % informó que iniciaron su parafilia antes de esa edad. Estos datos confirman que los delincuentes sexuales crónicos comenzaron su carrera sexual desviada a una edad temprana. Por otra parte, es muy común hallar diversas parafilias presentes entre los delincuentes sexuales, es decir, en distintos estudios se ha encontrado que los violadores de mujeres adultas y los paidófilos tienen una mayor tendencia a mostrar además otro tipo de parafilias como el exhibicionismo, el vouyerismo, el fetichismo, etc.

La conducta delictiva sexual suele manifestarse junto a dificultades en el establecimiento de emociones íntimas y de relación sexual. Normalmente, el delincuente sexual siente un fracaso crónico de impotencia y de falta de asertividad con las mujeres, acompañado de una incapacidad para el control de los impulsos hostiles y sádicos (Karpman, 1954). Para Abel y Rouleau (1989), los delincuentes sexuales tienen un déficit general consistente en la falta de control de su impulso

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