Banco De Alimentos

Se está llenando el Banco de Alimentos

Como ciudadana caleña quiero expresar mi más grande indignación por la falta que la arquidiócesis de Cali ha cometido a una de las obras sociales más importantes del país y a su fundadora Sofía Helena Sarasti.

Quiero empezar por presentarle a Sofía Helena Sarasti, fundadora del Banco de Alimentos de Cali. Sicóloga y emprendedora social, ganadora en el 2006 al Premio Colombiano ejemplar por su obra, y reconocida por la fundación Ashoka en el 2002 por el desarrollo del modelo innovador del banco de alimentos de Cali.

Junto a su mejor amiga Elvira Guerrero, y en una Cali en la que muy pocos creían en la labor social, Sofía Sarasti busco ayuda de la arquidiócesis de Cali para fundar lo que en ese momento era el segundo banco de alimentos en Colombia. Lo que empezó en el 2000 como una bodega de acopio de donaciones de alimentos, se desarrolló en un proyecto holístico para atacar el hambre. Un modelo de trabajo que se enfocaba no solo en regalar alimentos, si no en otorgar la capacitación empresarial a las entidades beneficiadas, educar a los donantes y a la comunidad en el poder del beneficio social, y en tener el más sofisticado manejo de los recursos de manera que el proyecto fuera sostenible.

En el 2007 el banco de alimentos sufrió un incendio, que por su magnitud se creyó era el final de esta importante obra. Sin embargo la entidad no ceso operaciones y la tenacidad de su directora Sofia Sarasti, hizo del banco de alimentos un ave Fénix; con ayuda de los caleños comunes, y ganándose el apoyo de las más importantes empresas del Valle, el banco de alimentos surgió de las cenizas e inauguró una nueva sede 3 años más tarde (2010).

Sofía Sarasti tuvo la oportunidad de dirigir la obra que ella misma fundo, solamente por un año adicional. Después de una década de arduo trabajo, con una mínima remuneración, de ser parte del movimiento social más importante en Cali, de alimentar a más de 36,000 personas al día por medio de la institución, de ganar reconocimiento mundial y asegurar las donaciones de las más importantes empresas de Colombia, después de trabajar para construir una sede de vanguardia, Sofia Sarasti fue despedida del banco de alimentos sin fundamento alguno, y por decisión única del nuevo arzobispo de Cali Darío de Jesús Monsalve Mejía. Aunque la junta directiva del banco de alimentos nunca estuvo de acuerdo con esta decisión, la arquidiócesis procedió a nombrar un nuevo director, y desvinculo a Sofia Sarasti de su propia obra sin ni siquiera darle la despedida y el agradecimiento que se merece.

Hoy en día Sofia sobrelleva la tristeza de haber perdido su mayor motivación de vida, su trabajo; sufre la angustia de que su obra no tenga continuidad, y le teme al reproche social por enfrentar una lucha contra la institución de la iglesia.

Es por eso que les escribo

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