Bullying, acoso escolar

Bullying, acoso escolar

La violencia escolar es una tendencia que crece en nuestro país. En el Congreso tomaron nota y se aprobó una ley que establece que el Ministerio de Educación, a través del Consejo Federal, deberá establecer reglas para prevenir la conflictividad en las escuelas, entre ellas el acoso escolar.

En el equipo de “Bullying Cero Argentina” definen al acoso escolar como "una conducta de hostigamiento o persecución física o psicológica que realiza un alumno contra otro, a quien elige como blanco de repetidos ataques". Aclaran que el hostigamiento entre pares no sólo se da en la escuela, sino que puede ocurrir en cualquier lugar donde haya un grupo que comparte varias horas, como un club o una iglesia, incluso también puede darse a través de las redes sociales, esto se denomina “ciberacoso”. También aclaran que el acoso escolar "siempre es contra una persona concreta y no contra un grupo”. Flavia Sinigagliesi, psicóloga del equipo, explica en la página de Facebook de la red que el acoso "tiene que ser repetido y sostenido en el tiempo. Una pelea ocasional o por un tema puntual no es bullying".

La nueva norma que sancionó  el Congreso en septiembre de 2013 prevé la creación de instancias de participación donde docentes, padres y alumnos puedan prevenir y solucionar situaciones violentas en las escuelas. Los alumnos tendrán un espacio donde puedan plantear sus problemas, los docentes podrán intervenir y los padres pasan a tener un rol activo en la resolución de conflictos. Una iniciativa positiva porque se incluyen a estos actores de importancia en las escuelas que son los padres, ya que muchas veces en estos casos la persona hostigada no quiere contarlo, y sus compañeros y profesores encubren esta situación al igual que el alumno, callando. El Ministerio de Educación ya está trabajando en una guía con pautas claras para los docentes. Y también deberá habilitar una línea telefónica gratuita para que aquellos que no se animan a contar lo que les pasó o sientan que la escuela no los escucha.

Se difundió en este mes de noviembre la primera encuesta nacional sobre acoso escolar realizada por el organismo de activistas lesbianas, gays, trans, bisexuales y queers (Lgtbq) Capicüa, que sondeó a 2247 estudiantes secundarios de los últimos dos años de cursada en 29 escuelas secundarias públicas de diez provincias argentinas. El relevamiento recibió el apoyo de investigadores y organizaciones gubernamentales y no gubernamentales (estudiantiles, gremiales y de la diversidad sexual). Y se concluyó que el 77% de los estudiantes encuestados presenció o supo de situaciones de acoso escolar en su escuela. El 37% de estos reconoció haber sido ellos mismos quienes habían sido víctimas de acoso escolar.

Consejos para los padres

Las víctimas de acoso escolar suelen caracterizarse por presentar un constante aspecto contrariado, triste, deprimido o afligido, por faltar frecuentemente y poner excusas para asistir a clases, o por tener un bajo rendimiento escolar. Estas víctimas suelen somatizar en su cuerpo su problema, presentando dificultad para conciliar el sueño, dolores de estómago, pecho, de cabeza, náuseas y vómitos, así como llanto constante. Pero esto no quiere decir que todos los niños que presenten este cuadro estén sufriendo un acoso escolar. Por eso lo principal es ante la sospecha observar al niño/joven, dialogar, y mantener la calma en caso de que sea víctima. Decirle que no es culpable, reforzar su autoestima y comunicar la situación al colegio, también darle la oportunidad de ampliar su círculo de amigos, mantener una buena comunicación basada en la confianza y realizar actividades específicas de sensibilización en el tema de la violencia y la convivencia, y recomendar a su hijo no responder a las agresiones y no borrar los mensajes en caso de ciberacoso.

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