Buscando Identidad

Buscando identidad

Cuando nos preguntamos ¿quiénes somos? No sabemos qué responder tal vez porque la misma pregunta nos bloquea mentalmente o por un total desconocimiento de nuestra historia, herencia y hasta nuestra cultura, la cual nos identifica.

Cuando nos remitimos a los primeros españoles que llegaron a nuestro continente, todo empezó como un proceso de adaptabilidad del individuo con el entorno y el ambiente, y estos en pocos años saquearon la naturaleza, con el descubrimiento de Cristóbal Colon cambio el rumbo de la historia, su primera impresión que el mismo plasmo en sus diarios, fue el olor a flores a tierra, el asombro de la desnudez, pero pudo más el resplandor del oro, que se volvió el protagonista y oculto la verdadera belleza de la humanidad de los nativos.

Pero la sorpresa para los europeos al empezar la exploración fue encontrar una civilización ya constituida, con sistemas de razón y archivos de memoria de uso popular, los aztecas y los mayas tenían un pasado histórico que fueron plasmando en su arquitectura y en sus creencias.

Cuando Colon en su cuarto viaje ya evidencio y fue consciente de las más 40 mil lenguas nativas, descubrió Colombia pero esta ya estaba habitada unos doce mil años antes, no existía política, limites de estado, solo vivían una vida cotidiana reflejada en el poder cosmológico que lo plasmaban en la orfebrería como los de sus utensilios domésticos, el oro era algo artístico y no tenía valor comercial, pero a los ojos de los de occidente era oro y piedras preciosas, esa fue la razón y la fuerza de la conquista y la colonia y el origen real de lo que somos.

Tuvo que transcurrir un siglo para que los españoles conformaran el estado colonial, casi como lo conocemos hoy con sus límites y políticas, con un solo nombre y un solo Dios, centralista y burocratizado, discriminación racial y violencia bajo el mando del santo oficio, los indígenas casi desaparecieron por la crueldad de los españoles y las enfermedades que trajeron consigo, pero el mestizaje se convirtió en una gran fuerza, con los africanos con su segregación, negro esclavo, negro libertos, mulatos de distintas escalas, hasta 18 grados de mestizos, hijos de españoles blancos criollos, eran discriminados para cargos públicos, no tenían alma, se generaron las fronteras, las razas, religiones, violencia y pobreza.

La generación de la independencia solo nos ha dejado unas herencias abominables, no pudo ni la revolución francesa con sus buenas intensiones, cambiar los residuos de la colonia, los fusilamientos, grupos marginales, la guerra civil del siglo XIX no es ajena de las desigualdades solo quedaron rastros de sangre de nuestra historia.

Pero cabe resaltar el espíritu, con dos dones naturales especiales dados por adaptación o por la simple condición humana, la creatividad y la gran determinación de accenso, que lo hemos utilizado para bien o para mal solo el tiempo como la historia lo determinaran.

Basta con preguntarnos que es un Colombiano en el mundo, es un hombre de espíritu de aventura con gran temeridad que no alude al miedo para bloquearse y no salir al exterior como se dice popularmente no se deja morir de hambre, cabe resaltar que en cualquier parte del mundo donde viva un colombiano existe un colombiano más grande, orgulloso de su tierra, nostálgico patriótico, que lo hace saber con su música y la representación de los lugares emblemáticos de su ciudad de origen, su gastronomía, en general su alegría.

Nos convertimos en conquistadores que paradoja que hoy vayamos por el mundo sin saber quiénes somos, y al mismo tiempo repitiendo patrones tan innegables de nuestra humanidad, nos frustramos con nuestros miedos y somos capaces de pasar por encima de quien sea para conseguir nuestros propósitos, indolentes a la necesidad y el dolor, será que tenemos tatuado y ensimismada la colonia y la sangre,

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