Caracterologia Bioenergetica

El Placer: Orientación Primaria

El principio del placer.

La vida se orienta principalmente hacia la búsqueda del placer y la huida del dolor. Es una orientación biológica, el placer estimula la vida y el bienestar del organismo. Nos abrimos y buscamos el placer y nos retiramos de cualquier situación dolorosa. Cuando una situación una situación contiene una promesa de placer junto con una amenaza de dolor experimenta ansiedad.

La perspectiva del placer provoca en el organismo un impulso hacia afuera para llegar a la fuente de ese placer, pero el peligro del dolor forza al organismo a ahogar este impulso, creando así un estado de ansiedad. Como el experimento de Pavlov primero acondiciono al perro al sonido de la campana, ofreciéndole comida, al poco tiempo el sonido de la campana el perro segregaba saliva anticipándose al placer de la comida, después de haber quedado bien establecido este reflejo, Pavlov cambio la situación proporcionándole al perro una sacudida eléctrica después del sonido de la campana. El perro asocio el sonido con la promesa de la comida con la amenaza del dolor. El perro quedaba indeciso con lo cual se producía en él un estado de profunda ansiedad.

Las situaciones que conducen a este estado de titubeo se da en la niñez entre padres e hijos. Los niños consideran a sus padres como una fuente de placer y se esfuerzan por llegar a ellos con amor. El infante es todo corazón hasta que conoce el desengaño y padece la primera privación. Tarde o temprano se levantan defensas para reducir esta ansiedad, pero estas defensas reducen la vitalidad del organismo.

Otro factor importante es el tiempo, cuanto más pronto en la vida surja la ansiedad, más se extiende y más profundamente estructura las defensas contra ella. Casi todos los individuos desarrollan en nuestra sociedad defensas contra este afán por el placer, porque ha sido la causa de ansiedades graves en el pasado. Las defensas permiten pasar a ciertos impulsos en determinadas condiciones y grados, las defensas varían según los individuos.

En la bioenergética las defensas tienen el título común de “estructuras del carácter”. El carácter es la manera especial en que el individuo administra su búsqueda de placer. Está estructurada en el cuerpo en forma de tensiones musculares crónicas y generalmente inconscientes, que bloquean o limitan los impulsos hacia fuera.

En una personalidad sana, los niveles mental físico de actividad cooperan para promover su bienestar. En una personalidad trastornada, hay áreas de emoción y conducta en que estos niveles o aspectos de la personalidad están en conflicto. Estos obstáculos limitan la capacidad de la persona para buscar en el mundo la satisfacción de sus necesidades y por lo tanto representan una reducción de su capacidad de placer. Podemos presentar los conceptos del ego ideal y de la autoimagen como fuerzas que pueden oponerse a la búsqueda del placer por parte del cuerpo.

El ego es el intermediario entre el mundo interior y exterior, entre el yo y los demás. Dentro de la personalidad, el ego es el representante de la realidad. Desarrollamos esta imagen en el decurso de nuestro crecimiento y refleja más el mundo de nuestra niñez y familia que el de nuestra edad adulta y el de la sociedad. Su diferencia radica en que el mundo mayor nos brinda una gama de relaciones que el mundo limitado que la familia nos brindó.

Para entender la formación del carácter, existe un proceso dialéctico activo en la interacción entre el ego y el cuerpo. La imagen del ego modela al cuerpo y le da forma por medio del control que el ego ejerce sobre la musculatura voluntaria. Cuando la inhibición de algún sentimiento debe ser mantenida indefinidamente porque su expresión no es aceptada en el mundo del niño, el ego rinde su control sobre la acción prohibida y retira su energía del impulso. La resistencia al impulso se hace inconsciente y los músculos interesados siguen contraídos por falta de energía para expansionarse y relajarse.

La condición corporal hace cambiar completamente la dialéctica del individuo, su situación física modela su imagen y su pensamiento. Al ser más bajo su nivel de energía, tiene que realizar ciertos ajustes en su estilo de vida; evitara las situaciones que puedan evocar sus sentimientos reprimidos.

Después de lograr cierto grado de estabilidad y seguridad, el ego se enorgullece de su realización. El individuo se complace en sus ajustes y compensaciones, como el hombre que no puede llorar considera esta incapacidad como señal de fortaleza y valor.

Ante estas restricciones el ego manipula el medio ambiente para satisfacer la necesidad que tiene el cuerpo de contacto y placer. Y justificara estas manipulaciones como necesarias y normales, porque ha perdido contacto con el conflicto emocional que lo forzó a esta posición. Este conflicto se ha estructurado ya en el cuerpo y está fuera del alcance del ego.

Caracterología.

No estamos clasificando aquí personas sino posiciones defensivas, cada miembro de nuestra cultura combina en diferentes grados dentro de su personalidad algunos de estos patrones defensivos o todos. He aquí cinco tipos: esquizoide, oral, sicópata masoquista y rígido.

Estructura del carácter esquizoide.

Descripción: Denota al individuo cuya personalidad hay tendencias hacia el estado esquizofrénico. Estas tendencias son: 1) dividir el funcionamiento unitario de la personalidad, disociando; lo que piensa el individuo parece tener poca relación con lo que siente o con la manera que se comporta y 2) tendencia a retirarse hacia dentro interrumpiendo contacto con el mundo o la realidad exterior.

Se aplica a una persona que tiene disminuido el sentido del yo, cuyo ego es débil y cuyo contacto con su cuerpo y sus sentimientos está reducido considerablemente.

Condición biológica: La energía se retira de las estructuras periféricas del cuerpo, o sea de los órganos que establecen contacto con el mundo exterior: el rostro, las manos, los genitales y los pies. La excitación que procedente de él no fluye libremente hasta ellos, sino que está bloqueada por tenciones musculares crónicas en la base de la cabeza, hombros, pelvis y las articulaciones de la cadera. La carga es explosiva, debido a su compresión y puede explotar en forma de violencia y hasta crimen.

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