Cerebro y videojuegos

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UNIVERSIDAD DEL MAGDALENA
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
PROGRAMA DE PSICOLOGÍA
BASES FILOGENETICAS, MORFOFISIOLOGIA

ANABEL PEDRAZA RIVERA.

Los videojuegos y el cerebro.

El objetivo principal del siguiente este texto trata precisamente de intentar responder cuál es el impacto de los videojuegos en el cerebro y si estos, a su vez, tienen serias repercusiones o no en la vida de las personas debido al uso de los mismos en el diario a vivir; especialmente en los jóvenes.

En la actual era de la inteligencia artificial, nos enfrentamos con cientos de inventos creados gracias a la tecnología; empezando por el tema de los videojuegos. Los videojuegos, si bien sabemos, está logrando un gran impacto en la sociedad y es una de las técnicas de mercado actualmente con mayor compra y venta a nivel mundial. Pero, hay una gran duda que surge a raíz del uso de los videojuegos y es: ¿Son buenos o no? Muchos estudios realizados afirman que los videojuegos mejoran los niveles de atención, de igual medida potencian el razonamiento, la reflexión y el pensamiento deductivo, como también se observan indicadores de mejoría en el uso de habilidades para la resolución de problemas y la capacidad de antelación frente a las propias acciones. Los estudios incluidos en la revisión muestran que los jugadores revelan mejoras en varios tipos de atención, incluyendo la atención selectiva y sostenida. Además, las regiones del cerebro que juegan un papel clave en la atención son más eficientes en las personas que juegan a videojuegos en comparación con los que no juegan, y requieren menos activación para mantenerse concentrados en tareas rigurosas. La evidencia científica también demuestra que jugar videojuegos aumenta el tamaño y el desempeño de partes del cerebro responsables de las habilidades viso espaciales. El hipocampo derecho, específicamente. Pero no todo es color de rosas, también tenemos la otra cara de la moneda, y es aquel efecto colateral producto del uso excesivo de los videojuegos, ya que generan adicción. Existen transformaciones funcionales y estructurales en el sistema de recompensa neuronales en aquellos adictos al juego.  Y esa DOPAMINA (u hormona del placer), que es un neurotransmisor que producimos y liberamos mientras jugamos, es lo que nos hace adictos al juego.

De lo anterior, podemos inferir que los videojuegos, con relación al cerebro, tiene muchísimos beneficios, pero si no es llevado a cabo un uso responsable de ellos, pueden generar adiciones y otras complicaciones que podrían afectar gravemente nuestra salud. Personalmente, la experiencia que tuve en la última clase realizada en el anfiteatro, con el uso de la realidad virtual, pude darme cuenta que los videojuegos no son protervos y que lo que lo lleva a ser malo para nosotros es el mal uso que le podemos llegar a dar en muchos casos y que, en nuestra actualidad, podemos sacar mucho provecho de los mismos si sabemos cómo usar esta arma a nuestro favor.

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