Contexto Filisofico

La singular relación entre mente y cuerpo, es lo que Descartes entiende por ser humano. Califica a la mente como el problema del cuerpo; ya que afirma que la causalidad entre un cuerpo y una mente es siempre arbitraria.

Según Descartes, los cuerpos de los animales tienen las mismas sensaciones que nosotros, con la única diferencia que carecen de la mente; siendo los seres humanos una entidad compleja con una especie de interacción entre mente y cuerpo.

Pero debido a esta relación que el mencionaba entre la mente y el cuerpo, creía que sería imposible tal interacción en el ámbito de la ciencia; ya que los científicos se enfocan en los estados sensoriales: es decir, no hay forma de distinguir las causas y los efectos de tales sensaciones a nada más que eso sea explicito desde el punto de vista de un sujeto consiente.

El ser humano, es uno de los componentes vivientes más complejos sobre la Tierra, éste, está constituido por dos elementos fundamentales en el proceso de vida, el cuerpo y la mente, siendo un conglomerado de acciones físicas y psíquicas que van orientadas hacia la cotidianidad misma que se presenta diariamente.

Bien podemos darnos cuenta, que cuando tenemos cualquier tipo de pensamiento, estas ideas no quedan enmarcadas dentro de un vacío, sino están vinculadas a un grupo de sustancias químicas ubicadas en nuestro cerebro, que son comunicaciones físicas enviadas a cada rincón de tu cuerpo, y éste responde instantáneamente a ellas. Este proceso nos lleva a deducir que tanto el cuerpo como la mente, no se pueden separar el uno del otro, siendo imposible aislar pensamientos de sensaciones corporales y esto sucede de manera recíproca.

Podemos preguntarnos ¿cuándo y por qué sucede?; para darnos una respuesta, debemos tener en cuenta que cada conjunto de pensamientos y emociones suponen para el cuerpo una reacción física-química concreta. Esa fórmula física-química de nuestra manera de pensar y de ser llega a nuestras células actuando sobre los receptores de la membrana celular que se corresponden con ellos.

Por otro lado se habla del resultado de un dualismo cartesiano que hace referencia a que las sensaciones solo existen para la mente, pero la mente como tal, es independiente de las sensaciones. Por tal razón, una mente sin cuerpo es una entidad limitada a dos cosas: el intelecto y las pasiones.

En conclusión podemos entender, que cuando el cuerpo está condicionado a ciertas sustancias químicas corporales, éste demanda más de ellas, incitando a reanudar los mismos pensamientos y sentimientos. Es decir que si nuestros cuerpos estaban señalados a perder toda relación con la mente, no habría razón para suponer que estos organismos serian afectados en modo alguno; ya que la transmisión de los impulsos de los órganos de los sentidos se daría a través del sistema nervioso central.

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