Cuestionario De Roxana Guber
jenofonte29 de Abril de 2014
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“El salvaje metropolitano. Reconstrucción del conocimiento social en el trabajo de campo” de Rosana Guber, Buenos Aires, Paidós, 2004, Capítulo XIV “A modo de ejercitación”, pp. 275-288.
1. Un esquema práctico para construir el objeto de conocimiento
En el segundo capítulo nos referíamos a la relación necesaria entre lo universal y lo singular, ubicando los aportes tradicionales de la antropología en la busqúeda de expresiones de la singularidad. El proceso de la construcción del objeto de conocimiento abarca dos momentos de la investigación científica: la abstracción de los datos de campo y la concreción de dicha abstracción en contextos especí¬ficos. Nuevamente, para no caer en generalizaciones omniexplicati¬vas, ni en descripciones acotadas del contexto empírico inmediato, es necesario poner en relación las formulaciones teóricas generales con los contextos particulares del campo y, especialmente, de la perspectiva del actor en estudio. En esta relación puede aparecer con mayor claridad el papel de la teoría y el del referente empírico, ambos parte inexcusable de la investigación. En el caso de la labor antropológica sugerimos que su articulación es particular y que su explicitación resulta fundamental para visualizar los aportes que pueden hacerse desde esta disciplina al conocimiento científico de la realidad social.
Una investigación puede partir de la formulación de un problema eminentemente teórico o empírico. Asimismo, los propósitos últimos del investigador pueden ser fundamentar o ampliar los alcances de una teoría, por ejemplo, en el estudio de nuevos campos no encarados por ella, o también aplicar ciertas medidas políticas no ensayadas con anterio¬ridad. La sugerencia de los siguientes pasos para la construcción del objeto de conocimiento toma como punto de partida el nivel más elemental de reflexión para la investigación: los datos empíricos, a nivel del sentido común; sin embargo, el modelo puede ser adoptado en su totalidad o parcialmente, según el caso. Exponemos a continua¬ción, y en forma de pasos secuenciales esquematizados, los diversos momentos por los que transcurre la formulación primera de un objeto de investigación.
I. Elección del tema
La primera etapa consiste en la elección de un tema que suele plantearse de manera vasta y general. El investigador se detiene frente a algún hecho que le llama la atención y, de algún modo, esta atención queda circunscripta empíricamente a un ámbito espacial, un sector de actividad, un grupo social, un término de interacción, etc. Vamos a imaginar que un investigador ha elegido trabajar en el mercado de un barrio, en una ciudad como Buenos Aires. Se trata de una "feria" donde se expenden al menudeo artículos de consumo doméstico (comestibles, artículos de limpieza, productos envasados, etc). Este mercado se extiende en un predio cubierto, de una manzana de extensión y está regido por la legislación municipal. Tras su visita, el investigador detecta en los márgenes exteriores del predio, hileras de mujeres con amplias faldas y largas trenzas, que exhiben sus productos sobre lienzos esparcidos en la vereda: limones, ajos, pi¬mientos, especias, ramos de albahaca, verduras y frutas de estación. Surge un primer esbozo del tema, con un título provisorio pero indicativo: Las bolivianas del mercado.
II. La problematización
Así planteado, el tema no requeriría necesariamente una investi¬gación; si, por ejemplo, se pretendiera hacer un documental, se contrataría a un cineasta o a un periodista; si se pretendiera hacer un retrato costumbrista, se necesitaría a un literato o a un folklorista. Para que el tema requiera una investigación debe presentar un problema o interrogante que pueda ser resuelto sólo o fundamentalmente por su intermedio. En resumen, es necesario problematizar el tema.
a) En algunas de sus visitas, el investigador ha oído epítetos denigrantes hacia estas mujeres: se las trata de "sucias, negras, indias, ignorantes". En ese contexto, los epítetos provienen fundamen¬talmente de los comerciantes del interior del mercado, aunque el investigador los ha escuchado también de boca de otros actores no ligados a la actividad comercial, como niños y vecinos del barrio. Le preocupa el trato denigrante hacia estas vendedoras, al que califica de "prejuicioso"; éste es un concepto de uso corriente pero también remite a ciertos esquemas teóricos. El investigador lo incorpora y vuelve a enunciar su tema: el prejuicio contra las bolivianas en el merca¬do.
Pero aún no ha transformado su tema en un problema. Para hacerlo debe plantearse un interrogante a partir de su formulación, pues en ella subyacen supuestos teóricos y conexiones explicativas que, por ahora, no han sido explicitados. Estas conexiones no son exteriores e impuestas al sujeto de conocimiento, sino que aparecen en sus primeras reflexiones, incluso durante la faz exploratoria. Inda¬guemos esta relación implicita, empleando cada término del tema como una categoría a la que es preciso interrogar y desmenuzar analíticamente, para explicitar el sentido con que pretende utilizarla el investigador y así, sacar a la luz la explicación subyacente.
PREJUICIO CONTRA LAS BOLIVIANAS DEL MERCADO
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1 Tomemos el primer término: prejuicio. ¿Qué nos llama la atención de él? ¿Qué quisiéramos saber? Ensayemos algunas respues¬tas:
i sus causas (psicológicas, económicas, políticas, sociales, culturales, etc.);
ii su forma (ideológica, racial, étnica, de clase, etc.);
iii su dinámica: los agentes que lo sustentan (comerciantes, clientela, agentes municipales, etc.); sus contradicciones internas (cuando se afirma que son indolentes pero, acto seguido, se dice que "trabajan como animales"); vías de transmisión y recepción (a través de medios periodísticos, generacionales, escolares, etc., o si se expre¬san en el ámbito público o privado, por canales formales o informa¬les, etc.);
iv su operatividad (ser la expresión de la competencia entre come¬ciantes del mismo ramo de venta; reproducir los lineamientos de la ideología dominante; preservar la solidaridad étnica, etc.).
Cada una de estas opciones puede ser priorizada en la formulación del problema a través de los interrogantes "por qué", "cómo" o "para qué": ¿por qué existe o se reproduce el prejuicio? ¿Cómo opera? ¿Para qué sirve? ¿A quiénes le sirve?
2 Pasemos al segundo término: las bolivianas. Si el investigador le asigna un referente étnico (i), deberá indagar de qué se compone y cómo se delimita esta etnía con respecto a otras, en el contexto elegido (el mercado, Buenos Aires). También el investigador podría tomar a "las bolivianas" con referencia a la nacionalidad (ii), en cuyo caso se abocará al análisis, por ejemplo de los aspectos migratorios y a su diferencia¬ción de otros contingentes de migrantes internos y externos, y en este último caso, limítrofes y no limítrofes (migración ultramarina). Ca¬bría, también, la pregunta de si "las bolivianas" pueden encuadrarse según su pertenencia a un grupo de edad(iii), sexo(iv), ramos de venta(v), rol en el mercado(vi), antigüedad en el puesto(vii), participa¬ción política(viii), situación jurídica(ix), etc. Pero queda, aún, otra precisión: cuál es, para el investigador, el sujeto que define y clasifica a estas actoras como "bolivianas": ¿la sociedad?; ¿la burguesía?; ¿los comerciantes con puesto fijo en la parte cubierta del mercado?; ¿los comerciantes del ramo de la verdura y la fruta, que serían, eventual¬mente, sus competidores?; ¿los comerciantes y la clientela de algunos mercados y no de otros? Esto y mucho más subyace al término de sentido común "las bolivianas", a la hora de decidir cuál es el proble-ma. Por el momento, se ha "abierto" prejuicio y bolivianas. Veamos algunos problemas que surgen de examinar esta apertura:
¿cómo opera el prejuicio (1 iii) contra mujeres de nacionalidad boliviana (2.v) (ii)?
¿cómo se concibe (1.ii) a estas vendedoras inmigrantes (2 vii,ii)?
¿por qué existen prejuicios (1.i) contra los bolivianos (2.ii)?
Estos tres problemas se presentan en forma de interrogante. Los dos primeros podrían aparecer como más descriptivos que el último, que supuestamente demandaría una respuesta explicativa. Sin embargo, queremos subrayar que las tres preguntas entrañan, ya, una conexión explicativa y, en el intento de darles respuesta, el recurso a determinada temática y dimensión conceptual. Por ejemplo, en el primero el prejuicio étnico o de nacionalidad es tan importante como el de género; el investigador supone que existe un prejuicio de género y nacionalidad el cual asienta la pregunta "¿cómo opera?". En el segunda pregunta de índole descriptiva supone que ese grupo tiene una concepción de sí mismo y que dicha concepción tiene alguna relación con la caracterización que el investigador le atribuye: una actividad y un origen nacional. Por consiguiente, es muy probable que su investigación se ocupe del lugar de un grupo nacional inmigrante en un complejo de actividades, confrontado a otros grupos nacionales migrantes o no en el mismo complejo, con actividades similares o diversas. En el tercer caso, el investigador parte del supuesto de que existen prejuicios contra una entidad llamada "bolivianas". Para que su pregunta sea más clara, debería aclarar si se refiere a bolivianas por nacionalidad o a algún grupo étnico, en cuyo caso deberá reformu¬larla, p.ej., de la siguiente
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