DROGADICCIÓN

ARTICULO: “DROGADICCIÓN”

Por Jasmin Selene Cruz Audiffred

La drogadicción es un gran problema en México y a nivel mundial, en muchos países ataca en primera instancia a los adolescentes, jóvenes y adultos no hay diferencia, sin embargo; los adolescentes y jóvenes son los más afectados hasta llegar en ocasiones a la muerte por la falta de información e inmadurez.

Desgraciadamente la drogadicción es una enfermedad que consiste en la dependencia de sustancias que afectan el sistema nervioso central y las funciones cerebrales, produciendo alteraciones en el comportamiento, la percepción, el juicio y las emociones.

Los efectos de las drogas son diversos, dependiendo del tipo de droga y la cantidad o frecuencia con la que se consume. Pueden producir alucinaciones, intensificar o entorpecer los sentidos, provocar sensaciones de euforia o desesperación. Algunas drogas pueden incluso llevar a la locura o la muerte.

La dependencia producida por las drogas puede ser de dos tipos:

 Dependencia física: La cual también se conoce como síndrome de abstinencia, esta se caracteriza porque el organismo se vuelve necesitado de las drogas, tal es así que cuando se interrumpe el consumo sobrevienen fuertes trastornos fisiológicos.

 Dependencia psíquica: En este tipo el adolescente siente una imperiosa necesidad de consumir droga, y experimenta un desplome emocional cuando no la consigue, por otro lado, consigue mediante ella obtener un estado de euforia que se siente cuando la consume, lo que lo lleva a buscar nuevamente el consumo para evitar el malestar u obtener placer.

Las sensaciones provocadas por la droga pueden ser tan necesarias para el cuerpo y la mente, que su ausencia se vuelve intolerable –síndrome de abstinencia - lleva a algunos consumidores a extremos para conseguirlas. Los conocimientos científicos no nos permiten predecir quién se volverá adicto y quién no, las investigaciones que han surgido hasta el momento nos dan pocas explicaciones sobre por qué la mayoría de las personas que las prueban después las abandonan, mientras otros las continúan usando. Quizás este aspecto sería decisivo, sin embargo tampoco hay certeza sobre los factores que hacen que la mayor parte de la población no las consuma jamás, a pesar de estar igualmente expuesta al estrés, a la disponibilidad de las mismas y a otras situaciones difíciles en su vida personal.

Sin embargo, se ha logrado avances importantes en la comprensión del fenómeno, que provienen tanto de la genética, como de la psicología y otras ciencias sociales y de la conducta. De este modo, hay diversas teorías sobre la relación de los factores biológicos fundamentales que, al establecer contacto con la droga, hacen que algunos individuos sean más susceptibles a desarrollar dependencia. También hay teorías psicológicas que, hablan de una personalidad más vulnerable a desarrollar un vínculo estrecho con las drogas. Se dice, que probablemente ciertos rasgos y necesidades personales tienen relación con el tipo de droga consumida o preferida.

A menudo, el inicio del uso de drogas ocurre durante la adolescencia, periodo de transición caracterizado por el estrés, la ansiedad y la búsqueda de nuevas sensaciones, así como de diferenciación de los adultos. Puede comenzar como una forma de manejar emociones negativas y de respuesta al sentimiento de vivir en un mundo difícil y caótico. Por otro lado, aspectos como: la presión del grupo de pares, la curiosidad, la pobreza, la falta de alternativas y una percepción incierta del futuro e integración familiar escasa, contribuyen a su uso y distribución.

Las consecuencias de las drogas son severas en la salud física de las personas, algunas te producen cefaleas, daños pulmonares, daños en el hígado, hemorragias cerebrales, disminución del flujo sanguíneo, hipertensión, arritmia, ataque cardiaco, algunas la pérdida del pelo, la piel, dientes, juicio e incluso la muerte. La sobredosis ocasiona la muerte instantánea. Por otro lado están las psíquicas, como en primera instancia euforia, hiperactividad, deseo sexual intenso, desinhibición, vigor y disminución de fatiga, autoestima. Posteriormente se produce una bajada que presenta insomnio y somnolencia, irritabilidad, confusión, depresión, deseo-necesidad de la droga, paranoias, alucinaciones y pérdida progresiva de memoria y juicio.

CONCLUSIONES

Por ello comencemos con nuestra propia familia, pongamos de inmediato a implementar acciones concretas que nos lleven a preparar a todos nuestros hijos para tomar decisiones apropiadas en cuanto a consumo de drogas se refiere. Solo decirles que digan no a las drogas, no es suficiente. También es verdad que el no hacer nada, es la peor decisión que podamos tomar como padres. Los enfoques modernos en prevención nos indican que la prevención por amenaza o castigo tampoco son efectivos.

Nuestros esfuerzos, más bien deben fundarse en el fortalecimiento de los valores y habilidades humanas, la comunicación, la educación, el respeto mutuo y el amor familiar. Así como en el establecimiento de normas firmes, pero amorosas.

La familia es el núcleo social donde se forman nuestros ciudadanos.

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