Desapego

DESAPEGO

Desapego, una palabra que me ha costado entender en el transcurso de mi vida consiente, una palabra contraria al APEGO, palabras faciles de pronunciar difíciles de digerir, palabras que involucran emociones, aptitudes, y actitudes.

Algunos dicen que el APEGO se basa en limitantes emocionales, heredados de tus relaciones adquiridas en la niñez, la falta de un equilibrio emocional en el hogar en el que creciste, las personas con las que te involucraste y los valores y amor propio inculcados en tu formación personal.

Estos apegos a emociones, comida, drogas, personas, de una u otra manera generan dolor si no son adquiridos de manera consiente y si estos lastiman si no se tienen, en mi caso personal, yo cree dependencia a la cercanía y al amor de mi padre, cree dependencia a ese sentimiento de ser complacida siempre, a que enamoraran mi oído con palabras bonitas, cree dependencia a que siempre alabaran mis logros y que jamás corrigieran mis errores, este apego lo fui pasando en cada relación que mantenía ya sea laboral o personal, se lo pase a mi esposo, se lo pase a mis amigos, se lo pase a mis jefes,  intentando siempre buscar esa protección y amor que recibía de mi padre, un amor sin restricciones que todo lo perdona, que todo lo soporta, este apego me hacía idealizar situaciones irreales y justificar acciones por el simple hecho de no sentir que este sentimiento de aceptación y “amor” se acaben.

Con el tiempo y algunos tropiezos y decepciones termine entendiendo que el Desapego es el verdadero aliado al crecimiento, el colocar razocinio a las emociones hace que tus enfoques sean más objetivos y menos dolorosos, entender en primera instancia que ningún ser humano está obligado a retribuir lo que tu entregas y viceversa, que lo que tu otorgas en bien o en mal hacia otro ser humano no asegura tu felicidad ni la de los demás, así como entender, que todo en la vida, sentimientos, cosas, hechos, tienen ciclos, que todo lo que comienza en su momento termina, e inicia uno nuevo, diferente y a veces cargado de evolución pero nada es igual siempre ni en forma eterna. Aprender a soltar, a dejar ir ciclos a cerrar puertas nos permite evolucionar, madurar y ver las situaciones con una perspectiva distinta. Así como comprender que equivocarnos es parte del proceso de evolución, que los triunfos están llenos de fracasos que acumulan experiencias, son los anticuerpos que generamos cuando enfermamos, así cuando vivamos experiencias similares el sentido común nos guiara de mejor manera nuestro accionar.

Mientras más tiempo nos lleve colocar razón a la emoción, y a vivir sin apegos,  más tiempo desperdiciado tendremos en hacer cosas que nos apasionen y nos otorguen Felicidad, porque la Felicidad permanente no existe es el cumulo de momentos que nos llenan la mente, el alma y el espíritu.

No es un cliché el mencionar que la felicidad depende de cada uno, y si bien es cierto tu no decides de quien o que enamorarte: Personas, objetos, trabajos, situaciones, si tienes el control de lo que esas emociones causen en ti.

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