Rosa, una invitación al desapego

Rosa, una invitación al desapego

El año pasado, en una de las evaluaciones de finales, uno de mis estudiantes realizó una lectura comparativa entre la película The house y otro texto fantasma. Cuando vi en la ficha su propuesta de analizar esta película me emocioné y lo felicité porque definitivamente era una buena elección. Es más, fue este uno de los hechos que me animó a volver a crear un blog y lo anoté como tarea para mis vacaciones… Ahora, en cuanto al análisis de mi alumno… al menos le debo la inspiración.

The house es una película británica a la que algunos han catalogado como rara y lo es de cierta forma, no solo por las historias propuestas, sino también por la construcción de sus personajes y las sensaciones que genera. Además, aparte de esa rareza que se encuentra en mayor proporción en las dos primeras tramas, hay un nivel de profundidad que va más allá de la personificación, el desequilibrio mental y la verosimilitud; sin embargo, no me extenderé comentando sobre toda la película. Basta decir que es un thriller que vale la pena y que le hace honor a su clasificación.

En cuanto a mi cometario, me centraré en la historia de Rosa, la última de las tramas. Siento que los diálogos están tan bien elaborados que uno puede identificar el problema sin la necesidad de exposiciones a través de los personajes. Cada uno de ellos, cada detalle, cada línea crean los treinta minutos más conmovedores de la película y contrarrestan las sensaciones perturbadoras dejadas por las historias anteriores.

¡Bueno basta!, esteparia ¿de qué trata la historia? En pocas palabras, la historia de Rosa es una metáfora de la resistencia al cambio y “clara – mente” podría ser la situación de cualquiera de nosotros; bueno, los ansiosos, controladores, materialistas... En fin, humanos.

Inicialmente se nos presenta a Rosa como un personaje cuya única preocupación es restaurar una casa que está llena de recuerdos que no menciona literalmente, pero que se nos muestra mediante un movimiento de cámara e inferimos que es el lugar donde ha crecido junto a sus padres y que posteriormente se ha convertido en una pensión.

Rosa está tan obsesionada con restaurar y sacar al máximo el potencial que le ofrece su casa; que no percibe ¿o no quiere ver? que están en medio de una inundación y cada vez que su inquilina Jane le habla sobre el tema, lo minimiza o evade ¿Acaso no les es familiar? Rosa solo quiere ejecutar su plan de restauración y en su frustración nos refleja lo que en realidad representa esto para ella: la conservación de los recuerdos. Si bien el personaje no nos dice cuáles son esos recuerdos, el filme lo muestra en los primeros minutos mediante un movimiento de cámara y si observamos bien y analizamos los diálogos, podremos inferir que es el lugar donde ha crecido junto a sus padres y que posteriormente se ha convertido en una pensión. Acá es cuando Jane le da el consejo más dulce y que encabeza esta entrada: "Ama tu pasado, pero sigue con tu viaje", pues no vale la pena permanecer en un lugar que ya no ofrece nada solo porque ahí se pasaron buenos momentos. Es posible llevarlos dentro, sin sacrificar la propia vida. De aquí donde se desprende el tema del apego.

 Pero ¿qué representa el apego de Rosa en los humanos? Con la profundidad de la trama podría decir que su historia no solo se trata de apego a la materia, sino también a los vínculos personales. En uno de sus reniegos, Rosa reprocha a sus amigos “…arruinan todo lo que trato de arreglar”, pero ¿qué pasa si en realidad ya no hay nada que reparar o se está luchando por arreglar algo que ya no tiene arreglo? Se me hizo un nudo en la garganta cuando llegué a esta conclusión ¡Gaaa!

La protagonista cuestiona la idea de abandonarlo todo sin tener nada planeado, cuestiona la decisión de sus amigos inquilinos de querer irse sin saber a dónde llegarán y cuestiona sobre todo que opten por dejarla cuando en ella tienen un lugar donde pueden vivir gratis; y es que Rosa no quiere irse de casa, pero tampoco quiere que los demás se vayan. Su idea de aferrarse a lo perdido arrastra con ella a los que la rodean incluso cuando son conscientes de que no quieren estar ahí. O sea ¿está dispuesta a seguir dándoles hogar con tal de no quedarse sola? ¿o es que tiene la necesidad de tener todo controlado? Uhmmm mira cómo te mira Conan, Rosa…

...