Desarrollo de la Adolescencia

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ESCUELA NORMAL SUPERIOR DE MÉXICO

LICENCIATURA EN ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE DE LA FORMACIÓN ETICA Y CIUDADANA EN LA EDUCACIÓN SECUNDARIA

Materia: Desarrollo de la Adolescencia.

Soy especial

Empiezo a sentir y escucho voces. No puedo salir de donde estoy, no puedo por más esfuerzo que hago. Después de muchas horas salgo, casi no puedo respirar, me falta el aire. Ahora me encuentro en los brazos de una mujer que me mira con amor y asombro, me mira asustada porque estoy algo morada ya que me estaba asfixiando con mi cordón umbilical. Va pasando el tiempo empiezo a balbucear, a voltearme a sentarme, tengo 6 meses. Al año empiezo a caminar, los que me rodean empiezan a enseñarme palabras, enseñarme juguetes, todo parece ir bien.

A los 3 años ya se ir al baño, empiezo a comer con cubiertos yo sola, pero no puedo hablar. A los 5 años empiezo a ir a preescolar y aun no puedo hablar bien, me cuesta trabajo. Tampoco distingo los colores, no identifico que es una puerta o ventana lo que las maestras me enseñan se me olvida, no retengo ninguna información. La maestra me regaña, mis compañeros no quieren jugar conmigo, me hacen a un lado. Cuando me acerco a ellos, nadie quiere estar a mi lado. Dicen que soy extraña, me he vuelto muy agresiva, empujo, golpeo. No puedo amarrarme las agujetas, ni abrocharme los zapatos, ni hablar bien. Llaman a mis padres para comunicarles que tengo un problema, que necesitan llevarme a un lugar para que me hagan una valoración del porqué mi conducta.  

Me llevan a un psiquiátrico, donde me diagnostican con Discapacidad Mental.  Empiezo con terapias, pero sigo en la escuela muy agresiva.  Entonces el doctor que me está tratando empieza a recetarme pastillas para que me tranquilice, pero esas pastillas solo hacen que me dé mucho sueño. Ahora tengo 6 años, ya voy a la primaria, en una escuela “normal” porque así lo sugirió el psiquiatra, para que mi intelecto fuera mejorando con la ayuda de los niños (normales) pero no puedo ir al ritmo de mis compañeros, no retengo nada de lo que me enseñan, no entiendo. La maestra me regaña, me castiga a pesar de saber de mi condición y los compañeros se burlan de mí.  Me dicen cosas hirientes “estás tonta, eres mensa”, me hacen llorar. A esta edad ya se peinarme, vestirme, bañarme, lavarme los dientes amarrarme las agujetas, pero no es suficiente. No aprendo a leer, no me aprendo los números, pero sigo en la escuela 3 años más. Es mi martirio estar con los compañeros que se siguen burlando de mí. Nadie juega conmigo, estoy sola en la hora del descanso.

Al fin mis padres han comprendido que no debo seguir aquí y me llevan a una escuela especial.  Estoy muy a gusto con mis compañeros, aquí nadie se burla de nadie, las maestras nos enseñan con mucho respeto y cariño a nuestro ritmo. Nos enseñan cuales son los colores, que es una casa, que es un avión, los números, a leer, pero nos cuesta mucho trabajo aprender a leer. Nos enseñan actividades para valernos por nosotros mismos, como hacer un collar, bordar, pintar, también a usar la computadora. Iré aprendiendo poco a poco. Dicen que con el tiempo aprenderé más, estoy feliz en esta escuela. Puedo hablar mejor, ya distingo lo que es el bien y el mal, sigo en terapia. Soy feliz.

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