Donde Empieza El Respeto

¿Dónde empieza el respeto?

En los últimos tiempos he compartido con muchos padres la preocupación por el deterioro social. Nos preguntamos qué ocurrió para generar la terrible realidad que vivimos y nos cuesta trabajo encontrar la respuesta.

Explicaciones hay muchas: la economía, la falta de oportunidades, la corrupción, etc. Sin embargo, no podemos ignorar la enorme participación de la educación familiar en este trastorno.

Con asombro podemos ver que muchos padres no saben cuanto pueden influir en sus hijos, en la forma en que se expresan y se comportan, en la manera en que tratan a los demás, en el tipo de adultos que serán!

¿Cómo influir de forma positiva? Las acciones a implementar son muchas y sus implicaciones apuntan en todas direcciones pero, en esta ocasión abordaremos un punto básico en la educación y en el retorno a la vida de paz que tanto deseamos:

El respeto

No grites: Tampoco permitas que ellos te griten, el tono de voz dice tanto como las palabras, puedes insultar a alguien al gritar, aunque le estés diciendo palabras inofensivas.

Enséñales el valor de las cosas: Cuando algo ya no les sirva, busquen un nuevo uso o regálenlo a quien lo necesite, no permitas que destruyan cosas propias o ajenas por ningún motivo. No se vale romper, tirar o aventar cosas por enojo, desesperación o cualquier otra emoción.

Pon reglas para ir de visita: Advierte con anticipación que no se debe entrar a las habitaciones de la casa sin ser invitado, no debe revisar cajones, ni tomar cosas sin permiso, incluidos los juguetes.

No permitas mentiras: Por supuesto que tú tampoco debes mentir!! Explica las consecuencias por mentir, no hay mentiras grandes, ni pequeñas, evita que recurra a ellas para salir de problemas. Conozco adultos que luchan mucho tiempo en terapia para acabar con esta costumbre que les acarrea grandes problemas.

Cuidado con los abusos: No festejes que se aproveche de los demás. Si te comenta que le dieron cambio de más, por ejemplo, no lo regañes, acompáñalo a devolver el excedente haciéndole ver que es el esfuerzo de otra persona y debe respetarlo, ayúdale a descubrir lo bien que se siente ser honesto, si hizo trampa para ganar, comenta con él lo absurdo de tener un premio que no se ganó justamente. No permitas que ponga apodos o que se burle de otros, estas conductas deben ser reprimidas definitivamente.

Déjalo colaborar: De acuerdo a su edad, dale responsabilidades en casa, no se trata de abusar de nuestros hijos, sino de compartir con ellos la tarea de cuidar de un hogar, serán más ordenados, dinámicos y prácticos.

Aprende a decir NO: Mantente firme sin importar la insistencia o el berrinche, si les explicas con claridad el porqué de tu decisión y eres firme dejarán de insistir. Ten especial cuidado en no negociar las consecuencias

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