Duelo y tanatología - Psicología
Enviado por jessorigliasso • 20 de Junio de 2017 • Ensayos • 466 Palabras (2 Páginas) • 242 Visitas
Duelo y tanatología
Daniela Akiko Minami González
Psicología
“Sólo las personas que son capaces de amar intensamente pueden sufrir también un gran dolor, pero esta misma necesidad de amar sirve para contrarrestar su dolor y curarles”. Tolstoi
La muerte es un proceso inevitable para el ser humano, como médicos es importante saber cómo abordar este tema al momento de dar la noticia a los familiares de algún paciente, es importante reconocer la relación entre las experiencias físicas del cuerpo y las que son emocionales, cognoscitivas y espirituales. El dolor es completamente subjetivo y cada persona lo vive de diferente manera, dependiendo de si la persona era muy cercana o la circunstancias de la muerte de la persona. El dolor de la pena no es una excepción, y puede ser un factor poderoso en la experiencia de dolor total que debe ser manejado no sólo por el paciente, sino también por todos los involucrados en el cuidado del paciente.
El dolor es una respuesta a cualquier tipo de pérdida significativa, de una persona u objeto, diferente para cada individuo o situación.
El duelo es una expresión importante para lograr un nuevo equilibrio después de una perdida. Me parece importante saber que existen diferentes tipos de duelo: duelo tradicional reconocido, no reconocido, duelo decretado o impuesto, duelo retrasado, duelo anticipado, duelo patológico, duelo resuelto. Un ejemplo de proceso de duelo anticipado seria para el paciente con cáncer y todos los relacionados con el sistema de atención; puede comenzar en el momento de un pronóstico de enfermedad terminal, pero más a menudo incluso antes de ese punto, al inicio de esta condición de vida o limitante de la vida .
En el ámbito médico, para asistir en este paso a menudo intenso e íntimo de la vida en la muerte y en sus secuelas la mejor preparación es didáctica y personal. La empatía es fundamental y hacerle saber a las personas que pasan por este proceso que tienen apoyo, que está bien llorar, desahogarse. Nadie puede confortar con éxito a otra persona de los dolores de la pérdida de un ser querido; nadie puede hacer que desaparezca el dolor la aflicción
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