EL CEREBRO

El Cerebro

Su construcción e importancia en el desarrollo

Existen muchas interrogantes con respecto a cómo se construyen las conexiones cerebrales y cómo influyen estas dentro de la conducta del ser humano, principalmente en los recién nacidos.

Es aquí en donde nos cuestionamos acerca de cómo estas conexiones predeterminan el modelamiento de la conducta y así mismo la experiencia.

Algunas interrogantes podrían ser, ¿Qué hace que los recién nacidos respondan al reflejo de succión al sentir el pezón de su madre? ¿Qué les indica que inicien los movimientos de succión que les permiten controlar su ingesta de fluidos?

Todo lo ya mencionado corresponde netamente a funciones del Sistema Nervioso Central, el Cerebro y la Médula Espinal (un grupo de nervios que corren a lo largo de la columna vertebral) y una red creciente periférica de nervios que se extienden a todas las partes del cuerpo. Es a través de esta red que los mensajes sensoriales viajan hasta el cerebro, y los comandos motores viajan de regreso.

¿Qué tan determinante es la construcción del Cerebro en el ser humano?

El cerebro antes del nacimiento y durante los primeros años de la niñez es fundamental para el futuro desarrollo físico, cognoscitivo y emocional.

Los investigadores de esta área a través de diversas herramientas de imágenes del encéfalo (parte superior y de mayor masa del sistema nervioso), han comprendido con mayor claridad cómo ocurre este crecimiento (Behrman, 1992; Casaer, 1993; Gabbard, 1996).

En el nacimiento el encéfalo pesa únicamente el 25% de su peso adulto de 3 libras y media. Alcanza cerca del 90 por ciento de este peso a los 3 años. A los 6 años casi tiene su tamaño de adulto, pero su crecimiento y el desarrollo funcional de partes específicas del cerebro continúa hasta la adultez.

El crecimiento del cerebro se da de golpes en golpes (trompicones). Los brotes de crecimiento del cerebro, periodos de rápido crecimiento y desarrollo, coinciden con cambios en el comportamiento cognoscitivo (Fischer y Rose, 1994, 1995). Diferentes partes del cerebro crecen más rápidos y en momentos distintos.

¿Por qué es tan importante nuestro cerebro?

El cerebro, es la parte más grande del encéfalo, el cual se divide en una mitad derecha y una izquierda o hemisferios, cada uno con funciones especializadas. Esta especialización de los hemisferios se conoce como lateralización. El hemisferio izquierdo se relaciona principalmente con el lenguaje y el pensamiento lógico, y el hemisferio derecho con las funciones visuales y espaciales, como la lectura de un mapa y el trazo de dibujos.

¿Qué tan importante son estos hemisferios?

Tanto el hemisferio izquierdo como el derecho están unidos por una resistente banda de tejido llamada cuerpo calloso, la cual les permite compartir información y coordinar sus funciones.

¿De qué está compuesto el cerebro?

El cerebro está compuesto por neuronas y células gliales. Las neuronas o células nerviosas, mandan y reciben información. Las células gliales sostienen y protegen a las neuronas.

Es durante el segundo mes de gestación en donde comienzan a producirse aproximadamente 250.000 neuronas inmaduras cada minuto, a través de la división celular (mitosis).

Conforme las neuronas se multiplican, migran a sus lugares asignados y establecen conexiones, experimentan los procesos complementarios de integración y diferenciación. Es por medio de la integración que las neuronas controlan diversos grupos de músculos, coordinando sus actividades. Y a través de la diferenciación, cada neurona adquiere una estructura y función especializada.

Al principio, el cerebro produce más neuronas y sinapsis de las que necesita. Aquellas que no se utilizan o que no funcionan bien son eliminadas. Este proceso de muerte celular o eliminación del exceso de células, se inicia durante el periodo prenatal y continúa después del nacimiento, esto provoca que se desarrolle un sistema nervioso eficiente. Al parecer el número de sinapsis llega a su máximo alrededor de los 2 años de edad, y su eliminación continúa hasta ya avanzada la adolescencia. Nuevas investigaciones sugieren que, incluso conforme algunas neuronas mueren, otras pueden continuar formándose durante la vida

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