EL EXISTENCIALISMO ES UN HUMANISMO

RESUMEN CRÍTICO DEL EXISTENCIALISMO NO ES HUMANISMO

Comienza Sartre con la exposición de una serie de críticas formuladas al existencialismo, cuatro básicamente, la primera: acusándole de quietista-contemplativa, y por tanto comunista. La segunda, por apoyar a la visión pesimista, alienta la subjetividad pura de la persona que le aísla y le impide la solidaridad, que devaluamos los valores religiosos de la sociedad, a todo esto responde que en realidad el existencialismo es un humanismo, un verdadero humanismo pues apuesta por el hombre libre, libre de poder elegir. Es aquí donde nacen dos vertientes, la cristiana y la atea, ambas considerando que la existencia precede a la esencia, considerando como más coherente su posición ateísta, pues si Dios no existe, no hay quien pueda definir al hombre, pues primero él existe, se encuentra con el mundo y de esta él recién se define. Por tanto si no hay quien pueda definirle, comenzará por ser nada, siendo algo solo después de haberse proyectado, es decir cómo se logró hacer (no es otra cosa que lo que él hace de él) es por tanto un proyecto que se vive subjetivamente (no hay por tanto nada antes de este proyecto) Por tanto el hombre es posibilidad, y en cuanto posibilidad responsable de definirse, responsable de hacer de él lo que se ha proyectado ser. Es por tanto un humanismo, pues lo devuelve el sentido humano, mejor dicho de su realidad humana, lo que naturalmente como hombre debe poseer, pero que aún no se hace poseedor de sí mismo, (sigue siendo ajeno de él mismo) entendiéndose que el hombre se proyectará a partir de la imagen humana que debe de ser, afirmando el valor que elegimos ser, y eligiéndome, elijo al hombre.

Así mismo la concepción de Dios, es una hipótesis inútil y costosa. El punto de partida del existencialismo radica en la frase de Dostoievsky: Si Dios no existiera, todo estaría permitido. Si la existencia precede a la esencia, no existe quien determine al hombre, él está libre. Es muy incómodo afirmar que Dios no existe, y como no se pude probar, concebiré que Dios no existe y por tanto estoy libre de poder decidir sin limitarme en valores u órdenes que legitimen mi conducta, o que la apruebe como correcto, malo o bueno. Si Dios no existe en consecuencia está abandonado por su propia cuenta, sin nadie que legitime afuera ni adentro su conducta, sin posibilidad de aferrarse. El hombre está condenado a ser libre, porque una vez arrojado al mundo es responsable de todo lo que hace. Todo en cuanto pase dentro o fuera de él, pasión o fenómeno externo, depende solo de él el concebirla, el descifrarla. Decido yo en no creer en Dios, y hacerme, y a definirme. Los valores son siempre ambiguos, tan vastos para casos específicos,

Usted es libre, es decir invente. Ninguna moral general pude indicar lo que hay que hacer; no hay signos en el mundo. El hombre mismo es quien decide creer a quien creer, se puede elegir creer muy bien en Dios, y con esto ya está todo solucionado, obtendrás respuestas que previamente sabias que ibas a tenerlas, y por tanto la escuchas y las sigues; por tanto es el hombre mismo el entero responsable de asignar significado a los signos del mundo y de su interior, de descifrarlo y por tanto responder a ello, he aquí que surje el sentimiento de desamparo, pues ya no nos hallamos sujetos a nada, mejor dicho a todo lo que antes esclavizaba nuestras decisiones, por ello empezamos de la misma nada a construirnos, a inventar.

Limitarse a contar con lo que depende nuestra voluntad, es ser libre, no se puede ser esclavo de sí mismo.

Ningún Dios, ningún designio puede adaptar el mundo y sus posibles a mi voluntad, es decir obrar sin esperanza, es decir aceptar que no habrá nadie quien le diga que es lo que debe de hacer, está estrictamente en ti en ver las posibilidades para decidir, y estas posibilidades a la vez deben estar comprometidas con la acción que se realizará. Veámoslo, considerar aciertos, que se harán las cosas, es absurdo, es solo posibilidad que algo suceda, y es tonto asumir que pasará lo que quisiéramos que pase, no se puede vivir de esta forma, es más razonable asumir que todo es posible, excepto algo, la muerte, la muerte como anulación de todas mis posibilidades.

Yo soy de lo que hago de mismo, nace de: soy lo que pienso, por tanto seré lo que hago según las probabilidades que tengo para hacerme.

Se puede exigir que algo pase, que suceda lo que quisiéramos que suceda.

Lo único cierto es que todo es posible. Es esto que me abandonare al quietismo? Para nada, sólo entendamos que se puede obrar sin esperanzas, que este no es necesario para actuar. La única realidad son los hechos, la acción, él mismo hombre es acción, pues es posibilidad de ser otra cosa, fuera de esto no hay nada. Yo elijo quién ser. Nadie más elegirá por mí.

El hombre es la serie (conjunto) de sus actos, por tanto lo que se reprocha aquí no es el pesimismo, sino la dureza del optimismo.

Si el hombre es cobarde, se debe no ha determinismo, sino que él mismo es responsable de su cobardía; porque puede suprimir esa cobardía y dejar de ser, por tanto de definirse como cobarde.

Si se nace cobarde, si se nace valiente, se está

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