ENSAYO: LA CAUSA DE LOS NIÑOS

ENSAYO:

LA CAUSA DE LOS NIÑOS

En estos capítulos se menciona en un inicio el cómo era el desarrollo de los niños en otras épocas, como las niñas y los niños no se trataban con igualdad, en muchos ámbitos, también se habla de la falta de respeto al cuerpo de los niños, solo se utilizaba los cuerpos de los niños para ser golpeados o utilizados de manera sexual, abusados totalmente, lo cual creo que era muy dañino para ellos, empezando por los privilegios que tenían unos sobre otros, ya que eso dañaba su autoestima de alguna manera, incluso eran considerados “objetos”, la representación del niño pequeño, aun en la pintura clásica, muestra a las claras que su cuerpo no es considerado por lo que es realmente sino porque la sociedad quiere ocultar de la infancia, Los pintores sometidos a las convenciones de la época y que, a pedido, representaban figuras impuestas, podían, recurriendo a ciertos detalles, hacer otro cuadro dentro del cuadro. el pintor quería que algo escapara a los adultos de su cuadro de familia, es porque él mismo tenía que expresar que conservaba un espíritu de infancia que escapaba a la productividad general de su entorno, de su etnia. Porque un pintor es, en cualquier caso, un marginal. Crea para el porvenir. El pintor, para poder fijar el misterio del devenir. Se coloca fuera del tiempo. Sin embargo, la educación también era diferente, por lo tanto la perspectiva y opinión sobre el cuerpo y la sexualidad humana también eran distintas, los padres se sentían avergonzados de hablar de sexualidad con sus hijos, era un tema “tabú” por lo tanto no había educación sexual de parte de las figuras paternas. La angustia de castración obedece al hecho de que, para tragar, trituramos. Hay una representación inconsciente de este hecho. Es una angustia de partición que se fija en particular a aquello que “rebasa” las partes protrusivas del cuerpo. Los egipcios sujetaban al cuerpo los brazos de los muertos para que su ser fuese entero al reino de las sombras. Para que todo el ser del niño prosiga su evolución, éste tiene que tener conciencia de preservar la integridad de su cuerpo. Esto en el niño no se produce naturalmente. Si se le ponen guantes, pierde noción de dónde están sus dedos. Ya no tiene la referencia de los ojos, que predomina en el niño vidente. Nadie resuelve nunca la angustia de castración. Es lo que alimenta nuestro sentimiento de la muerte. De partición en partición, es el desmembramiento para la última anulación carnal, soporte de nuestra existencia que lleva el nombre de muerte. Hablar de ella es tranquilizador. La ambigüedad del dejar hablar puede detener el desarrollo sexual. Todo niño puede seguir divirtiéndose imitando a niños y adultos del otro sexo siempre que esto sea un juego, no un proyecto. No se explica esta diferencia a los niños. Así como las necesitan para comprender por qué no se deben tocar los enchufes, necesitan palabras que aclaren las contradicciones entre la tentación que seduce al espíritu y su peligroso cumplimiento. La memoria del adulto borra todo lo que correspondió al período preedípico. Por eso le dio tanto trabajo a la sociedad aceptar la sexualidad infantil. En los siglos precedentes sólo las nodrizas la conocían.

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