ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

El Alma De Un Homicida


Enviado por   •  25 de Febrero de 2014  •  3.425 Palabras (14 Páginas)  •  269 Visitas

Página 1 de 14

Hola, mi nombre es Mateo, hoy me sentenciaron a muerte, claro que no lo merecía...creo que debía ser algo peor, ustedes verán, eh matado a lo único que le daba sentido a mi vida. No es la primera vez que dañaba a alguien, de hecho ya había matado antes.

Todo comienza cuando tengo tres años, mi padre era un borracho y mi madre una mujer hecha a la antigua, solo se encargaba del mal humano de mi padre, aún recuerdo cada golpe, cada grito, todos y cada día, no tenía amigos era un chico muy introvertido, por si fuera poco un niño siempre me molestaba, por mi situación económica y por el hecho de que mi padre era un borracho, los demás lo seguían como corderos en rebaño, me señalaban y me juzgaban todo, en casa solo estaba viendo la tele, cuando ya iba llegar mi padre me iba a mi cuarto, me encerraba, me ponía en un rincón de la habitación, tapándome lo oídos, cerrando los ojos, intentando ignorar lo llantos de súplica de mi madre, para que no la golpeara, era inútil... mi padre la masacraba hasta dejarla en sangre, era entonces cuando mi madre moribunda se quedaba en el piso, y el iba a mi cuarto a “darme una lección", lloraba, gritaba pidiéndole que se fuera

-ya papito, no más, me duele, no me golpees- se lo repetía una y otra vez intentado que se tentara su pequeño corazón, aun duele recordarlo.

Un sentimiento de rencor crecía, algo dentro de mi malvado, yo tenía un perro llamado Mimo, el empezó a ladrar mucho tanto que no lo soportaba, le dije que se callara, pero no hizo caso, fue entonces cuando tome el trinchete de mi padre amarre a Mimo a un árbol estando ahí lo asesine, asesine a Mimo. Cuando me di cuenta de lo que hice fue tarde, muy tarde...

No sé, yo no los conozco pero no le deseo lo que viví a nadie, ni a mi enemigo, el miedo, la impotencia, las cosas no quedan así, el tiempo paso y crecí como cualquier otra persona, a los 5 años, mi padre un día regreso borracho, mi mama me dijo que me escondiera, era pequeño y pude caber en la alacena, mi padre empezó a gritarle a mi mama como de costumbre pero esta vez fue diferente, cuando mi padre le dio un golpe a mi mama, ella cayó al suelo golpeándose la cabeza contra la mesa, mientras mi padre le gritaba mi madre no se movía, en eso mi padre volvió a darle una patada para "que se levantara". Yo salí de mi escondite lentamente entre lágrimas en los ojos le dije:

-Pa, ¿porque no se levanta mama?, ¿qué tiene papa?-el solo me miro y me dio una bofetada

-Cállate escuincle torpe, esto es tu culpa, por tu culpa tu madre está muerta- me grito, yo solo llore más...

-Ma, despierta, ma- eh visto como mi padre mato a mi madre y les digo que desde entonces no fui el mismo

El día del funeral de mama no se presentó mi papa, solo yo, mis tías y mi abuela, cuando acabo el sepulcro yo no me quería ir de su lápida, yo me quería quedar con mi madre, no podía permitir se fuera de mí, ya no tenía a nadie, no sé dónde quedo mi papa y la verdad es que no lo quería saber, viví con mi abuela hasta que se fue cuando tenía 7 años, quedándome solo, sin que nadie viera por mí, tuve que salir a la calle a ganarme la vida, para poder estudiar, a pesar de ser solo yo el dinero era escaso, y mi hambre es enorme, la colegiatura era mucha, solo para mí, un Sábado en mi trabajo en una calle vi un borracho, su hijo estaba pidiendo dinero en el semáforo, el señor le estaba gritando, mientras le daba golpes en la cabeza, me puse furioso ante tal escena, tal vez solo fue que me recordó a mi padre, y yo de pequeño , me hacer que y empuje al borracho

-Quite sus manos de encima del niño, no lo vuelva a tocar así-

El tipo era más grande que yo y me tumbo caí muy fuerte, pero más rápido me levante, dándole un golpe en la cara, el sujeto cayó sobre su botella de cerveza encajándose un vidrio en el abdomen, salió mucha sangre, me asuste y me fui. Escape bueno o malo me libre de algo, llegue a mi casa tarde , me puse hacer cuentas, todo estaba mal , mi ropa desgastada, mis zapatos me apretaban y habían pedido dinero en la escuela para un viaje, me canse, harto salí a la calle a tomar aire fresco, necesitaba razonar, pensar las cosas, tal vez dejaría la escuela, no tenía opciones, empezaba a hartarme ante todo, caminado pase junto a una cantina donde estaba el mismo sujeto que herí, discutiendo con otro tipo, el otro sujeto se veía muy viejo, así que el tipo se lo quitaba fácil de encima, me quede observando varios minutos, hasta que el viejo cayo de cansancio, el hombre herido se fue me le acerque al viejo ,que estaba semi - inconsciente de borracho

-No debería estar haciendo esto, ya es grande de edad, debería estar con su familia- le dije mientras intentaba levantarlo.

-No yo tengo familia, mi esposa está muerta y mi hijo vaya no sé dónde este- me dijo, fue muy extraño, me le quede viendo a los ojos

-¿de que murió su esposa?- le pregunte

-Yo la amaba, nunca debe herirlos, pero este maldito vicio me consume, no puedo ya no- me dijo llorando-

-Señor, ¿qué le paso a su familia?- le dije insistentemente

-Mate a mi mujer y a mi hijo lo abandone- me miro a los ojos, lo dijo con tanta sequedad como si no importara lo que paso, se me hizo un nudo en la garganta, quería llorar, en mis manos estaba mi padre, podía vengarme, podía hacerlo pagar, de la nada salió una señora tocándome el hombro

-¿Jovencito está bien?- me pregunto la gentil mujer

- Si yo, estoy bien gracias-le conteste

-No es un lugar para ti, ¿él es tu padre?-

-No, no él no lo es- le dije llorando

-Ven conmigo, debes tener hambre- vaya señora se veía de mucha clase, invitándome a mí de comer, no me la creí, pero era cierto estaba muerto de hambre así que fui con ella a un taquería de ahí cerca, la señora no hablo conmigo hasta que termine con todo

-¿Cómo te llamas?- sonrió mientras me preguntaba

-¿Señera no me voy a prostituir si es lo que quiere?- le dije muy serio

-No, para nada es eso, solo que, veras estoy buscando a mi hijo, el escapo de casa hace años, te vía ti y creí eras tú, pero creo que no- se puso muy seria y triste

-Me llamo Mateo... ¿Desde cuándo no ve a su hijo?- le pregunte

-hace dos años exactamente- una lágrima salió de su rostro

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (18.2 Kb)  
Leer 13 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com