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Fedón O Del Alma

jlmarchena7 de Agosto de 2012

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Voy a resumir, por partes, lo que considere más importante del Fedón de Platón leído en estos días.

Por el 2º título ya suponemos cuál va a ser el tema principal de este diálogo platónico, pero no es tan evidente la escena en la que se desarrolla: las últimas horas de Sócrates y su muerte, o mejor dicho, homicidio por envenenamiento.

El diálogo empieza con el encuentro de Equécrates con Fedón, al que le pide que le cuente con detalle la muerte de Sócrates. Fedón y otros amigos suyos filósofos, discípulos de Sócrates -Platón estaba enfermo, según él mismo pone en la boca de Fedón-, van a visitar muy de mañana a la cárcel a Sócrates.

Como no iba a estar más tiempo preso le quitaron los grilletes, lo que le sirve a él como excusa para empezar a desarrollar -superficialmente por ahora- el tema de los contrarios a los que define como "ligados en una sola cabeza" porque cuando intentas alcanzar uno necesariamente tienes que tomar el otro. Del dolor de los grilletes, inmediatamente al quitárselos pasa al placer, haciendo la analogía tan simple, pero compleja, de la relación tan maravillosa que tenían el dolor y el placer, siendo este primero el contrario del otro, porque el placer y el deber no se encuentran nunca a un mismo tiempo, sin embargo, cuando se experimento uno, es necesario aceptar el otro, como si un lazo natural los hiciese inseparables. Esto me recordó a la frase de Heráclito que dice: "Acoplamientos: íntegros y no íntegros, convergente divergente, consonante disonante; de todas las cosas Uno y de Uno todas las cosas". Dice Sócrates que sin un contrario no tiene sentido el otro, ¿pues cómo le podríamos llamar débil a algo si no existiera la noción de fuerte?

A continuación trata el tema del suicidio. Se alegra de tener un verdugo porque no es lícito quitarse la vida, ya que somos posesión de los dioses, el vivir es para todos los hombres una necesidad absoluta e invariable, hasta para aquellos mismos a quienes vendría mejor la muerte que la vida; no es permitido a aquellos para quienes la muerte es preferible a la vida, ya que lo único que piensan es en librar sus pesares de esta vida mundana, una forma fácil de escapar del martirio que les toco vivir o de las estupideces sin remedio cometidas en el transcurso de ella, y mismas que causan un malestar espiritual en el ser, ese es mi punto de vista, de hecho comulgo con Sócrates al decir estamos en esta vida como si estuviéramos ocupando un puesto intransferible y único, el cual no debemos desocupar nunca como si fuéramos guardias de algún castillo, y no es fácil abandonarla sin algún permiso, pero yo le agregaría esto, ¿Quién nos daría permiso?, para mi no existe nadie que lo haga y por ende, me queda prohibido hasta por iniciativa propia el suicidio, para mi sería algo indignante para la vida que me han brindado “los dioses” como dijeran en tiempos de Sócrates. Pone el ejemplo de si tienes un esclavo en tu posesión no te gustaría que se quitara la vida, en tiempos aquellos, perder un esclavo era casi la ruina para los atenienses, pero es una analogía sobre el que los dioses son dueños de nuestras vidas y no nosotros, no es para que decidamos sin mas, el momento de nuestra muerte, yo opino que “cuando nos toca, nos toca” y no hay remedio mas que aceptarlo, para mi eso es llegar a una conclusión satisfactoria de mi vida, si no llego con esa mentalidad o idea al momento de morir, para mi no habrá sido una vida satisfactoria, ya que tendría muchas cosas que hacer por aun. Desde luego esto me recuerda bastante al cristianismo, y es que yo creo que en la religión nunca se inventa nada nuevo, es decir, es dios (EN CADA RELIGIÓN QUE SE PROFESE O SE CREA) quien tiene precisamente la única facultad de enviarnos una orden formal de muerte.

Explica también porque toma con tanta serenidad la muerte. ¿Cómo puede tomárselo bien si estamos en mundo gobernado por dioses superiores, y por tanto, mejor que si no fuéramos gobernados por ellos? Esta es la pregunta que le hacen algunos de sus discípulos. Esto le da pie a Sócrates para explicar qué es la muerte y los beneficios que tiene.

Pues bien, empezaré por lo primero, la muerte es, desde antiguo dice Sócrates, la separación del alma y el cuerpo, pero no entendida como la visión tradicional de que el alma se disuelve y no vive después de la muerte. Para Sócrates la muerte es positiva en algunos aspectos:

Primero porque cree que en el más allá también existen dioses, sabios y buenos, por lo que también seríamos gobernados por seres superiores como en vida, y no sería, en ese sentido, un mundo peor, sino todo lo contrario, una “utopía”. Pero siempre será "mejor para los bueno que para los malos". Sin duda esta idea pasó al cristianismo, y proviene de las doctrinas órfico-pitagóricas.

Y también porque el cuerpo es un impedimento para el alma, una cárcel que no nos permite llegar a conocer la realidad. Si los sentidos son engañosos imaginaos qué poco podemos conocer, si son en realidad lo más preciso para ello. Por tanto con la muerte, gracias a la liberación podremos conocer lo verdaderamente real sin los impedimentos corporales, que es lo que ansía el filósofo en toda su vida, el desprenderse del comercio del cuerpo embelesado por los trajes hermosos, el calzado elegante, los placeres del amor y los esfuerzos e imposibilidades para conseguir este y otros aspectos principales de la vida. Se dedica en este punto a señalar todas las cosas malas que provoca el cuerpo. Realmente el hombre no tiene un verdadero placer en esta clase de cosas, y aun así, no las aprovecha como debería, no sabemos vivir y creemos que el que no disfruta de los placeres del cuerpo esta muy cercano a la muerte.

En el caso de la ciencia, nuestros sentidos humanos tienen cierta certidumbre, pro hay veces en las que realmente no podemos oír o ver. A pesar de tenerlos, tomamos muchas cosas de la vida desapercibidas, la naturaleza y la belleza de las nuevas creaciones o descubrimientos, de los mismos seres vivos como nuestro entorno de desarrollo. Si estos dos sentidos no son seguros ni verdaderos, los demás lo serán mucho menos por que son más débiles.

Es entonces que el cuerpo nos engaña en la búsqueda de la verdad, siendo pues la única forma de encontrarla por medio del razonamiento, principios básicos de la filosofía. El alma descubre la verdad por el raciocinio aplicado por la mente humana, se razona mejor cuando no se turba por la vista ,ni por el oído, ni por el placer, cuando abandona el cuerpo dejando o desprendiendo del cuerpo toda relación alguna con lo mundano se fijan los objetos de las indagaciones para conocerlo.

Seguidamente pasa Sócrates a defender mediante argumentos la inmortalidad del alma:

Todas las cosas que tienen un contrario, en él precisamente tiene su origen: así, lo mayor procede de lo menor, lo mas fuerte de lo que antes era lo más débil, e inversamente lo menor de lo mayor, lo más débil de lo más fuerte.

Entre cada par de contrario hay, por lo tanto, «dos generaciones que van de cada uno de ellos a su contrario: Así, un aumento de una disminución que dan origen respectivamente a lo mayor de lo menor, y a lo mejor de lo mayor.

En consecuencia, si de lo que vive se produce lo que está muerto, de lo que está muerto habrá de producirse lo que está vivo. Y si el tránsito de la vida a la muerte se llama «morir», el de la muerte a la vida se llama «revivir». De ahí que las almas de los muertos necesariamente existan en algún lugar de donde vuelvan a la vida.

Toda cosa tiene su contrario, y su origen está en él. Ejemplos: Si algo es mayor es porque antes fue menor, y viceversa. De lo más rápido lo más lento y de lo más justo lo más injusto.

También cada contrario tiene un proceso genético asociado, y uno tiene en el origen en el otro, y del otro al uno. Ejemplo: del estar despierto a estar dormido, y de dormido a despierto. Si no se volviera al estado inicial, dice Sócrates, todos estaríamos dormidos eternamente. El movimiento es circular -muy de la concepción griega-, no rectilíneo, sino las cosas no volverían a generarse sino que permanecerían siempre en el mismo estado. Sigue la idea de "todo fluye" de Heráclito.

Por tanto, el morir también tiene que tener proceso genético contrario del cual es el origen, que es el revivir. Los muertos son el origen de los que vuelven a vivir, por lo tanto para volver a vivir se necesita que el alma more en alguna parte y tenga vida después de la muerte (en la que sólo perece el cuerpo).

Este argumento de los contrarios, que no es el único, bebe mucho

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