El Desarrollo Afectivo Del Adulto Joven

DESARROLLO AFECTIVO EN EL ADULTO JOVEN

El desarrollo afectivo en la etapa adulto joven o según algunas consideraciones adulto emergente, está directamente asociado con las relaciones de apego con los iguales y los padres de éste, el hecho de sentirse bien y estar bien a partir de un querer y actuar para lograrlo, también con las relaciones y modelos a partir de sus padres, la constante consolidación de la identidad, los procesos de enamoramiento e intimidad en relaciones y/o hábitos sexuales, pero también los posibles riesgos o peligros como desesperanza, soledad, depresión e incluso pensamientos o intentos suicidas hasta llegar a l hecho del acto mismo.

Ya que el apego según algunos autores (Yárnoz, Arbiol, Plazaola, & Sainz de Murieta, 2001), es una conducta instintiva característica del ser humano, es extensible a toda persona y como se activa y modula en la interacción con otros significativos a lo largo del tiempo, es competente a la etapa de adulto joven. La madre llega a ser la figura más importante de apego, teniendo lazos muy estrechos, esto se mantiene hasta esta etapa, diferenciándose del lazo hacia el padre que desde siempre ha sido más distante en la mayoría de los casos. Precisamente en el adulto joven, la pareja llega a semejarse en forma y longitud al vínculo materno, siguiendo de ahí los amigos. De aquí concluimos en relación al apego que los iguales o pares son de gran importancia en esta etapa de la vida.

Hablando en particular de la influencia que tiene la familia, en especial los padres para el desarrollo del adulto joven, podemos enunciar que existen modelos de comportamiento y de significación de la vida que son aprendidos por los hijos, como los tipos de unión entre grupos primarios, metas de formación profesional y/o laboral, ligaduras ideológicas como política y religión, las diversas transiciones de forma de vida como el paso de la soltería al matrimonio u otro tipo de uniones que repercuten esencialmente sobre la dependencia o independencia del sujeto mismo. Ahora está más prolongada la dependencia del joven hacia los padres en comparación a tiempos pasados, pero también hay mayores exigencias para salir al mundo y enfrentarse con otra realidad, estas ideologías de alguna forma alimentan el deseo de seguir en casa de los padres buscando mayor preparación y así amortiguar las dificultades que se pudiesen avecinar.

La construcción de la identidad es un proceso de organización psicológica o ajustes del yo personal y social que permite afrontar las necesidades internas y las exigencias del medio, conforme se consolida la identidad, a partir de la interacción social y la respuesta de apoyo por parte del otro, aumenta la autoestima y se denota en mayor medida cuando el apoyo relacional es de los iguales más que de los padres. La autopercepción del adulto joven queda reflejada en el siguiente párrafo:

La realidad sociológica de los jóvenes es muy variada en cuanto as i trabajan, estudian, con quién viven, si tienen relaciones de pareja estable o hijos, pero la dependencia económica, vivir con los padres, no tener trabajo remunerado ni formada una familia no impide que en muchos de los jóvenes alrededor de los veinte años se sientan independientes mental y emocionalmente, con la madurez psicológica suficiente como para autodeterminarse en los asuntos que le son propios, con una forma de pensar, actuar y juzgar los acontecimientos netamente distinta

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