El Duelo En La Adolescencia

INTRODUCCIÓN

Este trabajo tiene como objetivo el hacer revisión, conocer y comparar sobre el tema del duelo y su relación con la adolescencia, incluyendo cuáles son las distintas pérdidas a las que se enfrenta el adolescente durante esta etapa tan importante de su vida y que lo llevan a vivir un proceso de duelo.

En la adolescencia se pasa por un periodo el cual está lleno de cambios uno de los más importantes es el proceso de duelo que se vive ante las distintas pérdidas que debe enfrentar el adolescente durante esta etapa. Se menciona al duelo por el cuerpo infantil, en este sentido por el lugar que se ocupa para los padres es decir, el duelo por lo que se da el crecimiento. Los cambios que se dan en este duelo, son difíciles aunque son de aspecto positivo e importante en el ser humano.

También existen distintos tipos de duelo por los que pasa el adolescente cuando se presenta la pérdida del cuerpo infantil, además se hablará acerca de los padres que aún no aceptan que su hijo ha cambiado o que el trato que tienen ellos hacia el adolescente ya que muchas veces implica más responsabilidades.

Para llevar a cabo este trabajo, a pesar de que varios autores hablan sobre el tema del duelo en la adolescencia, solo nos basamos en Peter Bloss y Arminda Aberastury (1998) ya que cuentan con un enfoque psicoanalítico relacionado a las obras de Sigmund Freud.

Adolescencia y Duelo

Para dar inicio con el tema del duelo en la adolescencia, definiremos cada uno de estos aspectos, comenzando con la adolescencia la cual según Aberastury (1938) se puede definir como “la etapa de la vida durante la cual el individuo busca establecer su identidad adulta, apoyándose en las primeras relaciones objétales parentales internalizadas y verificando la realidad que el medio social le ofrece.

También Bloss (1971) lo define como la suma total de todos los intentos para ajustarse a la etapa de la pubertad, al nuevo grupo de condiciones internas y externas endógenas y exógenas- que confronta el individuo.

Siguiendo con la definición del duelo, Freud (1915) menciona que “El duelo es “por regla general, la reacción frente a la pérdida de una persona amada o de una abstracción que haga sus veces, como la patria, la libertad, un ideal, etc.”

Aberastury menciona que el duelo se entiende por el conjunto de procesos psicológicos que se producen normalmente ante la pérdida de un objeto amado y los lleva a renunciar a este. También señala que existen tres etapas en el proceso del duelo:

1. La negación, mecanismo por el cual el sujeto rechaza la idea de pérdida, muestra incredulidad, siente ira. Es lo que nos lleva a decir: "No puede ser que haya muerto, lo vi ayer por la calle", cuando inesperadamente recibimos la noticia de la muerte de un amigo, aunque sepamos que hay muchas maneras de morir en pocas horas.

2. La resignación, en la cual se admite la pérdida y sobreviene como afecto la pena.

3. El desapego, en la que se renuncia al objeto y se produce la adaptación a la vida sin él. Esta última etapa permite el apego a nuevos objetos.

Un ejemplo del primer punto es cuando surgen cambios en el cuerpo del adolescente y él no los acepta, después viene la resignación cuando el adolescente ya comienza a aceptar los cambios y en algunos casos son de su agrado y en el último punto, él ya sabe que estos cambios ocurridos son normales y tiene que adaptarse a ellos y es cuando se crea un desapego del cuerpo infantil.

Aberastury sostenía que el adolescente tenía que superar tres duelos para convertirse en adulto:

1. El duelo por el cuerpo infantil. El adolescente sufre cambios rápidos e importantes en su cuerpo que a veces llega a sentir como ajenos, externos, y que lo ubican en un rol de observador más que de actor de los mismos.

Basándonos en lo anterior nos percatamos por medio de las entrevistas que llevamos a cabo que las respuestas que nos proporcionaban los adolescentes en cuanto a la pregunta ¿te sientes observado por los cambios que ha sufrido tu cuerpo?, nos pudimos nos dimos cuenta que la mayoría de ellos mencionaban sentirse incomodos con estos cambios ya que observaban que otros de sus compañeros no los tenían y sentían que tenían algo de mas que no les pertenecía.

2. El duelo por el rol infantil y la identidad infantiles. Perder su rol infantil le obliga a renunciar a la dependencia ya aceptar responsabilidades. La pérdida de la identidad infantil debe reemplazarse por una identidad adulta y en ese transcurso surgirá la angustia que supone la falta de una identidad clara.

Estamos de acuerdo con lo que menciona Aberastury en cuanto a los rol del infante pues al hacer la pregunta ¿Crees que después de los cambios en tu cuerpo te hayas independizado más, tomando más responsabilidades?, los adolescentes, mencionaban que si tenían que tomar distintos roles pero que era de su agrado independizarse más y si había sido difícil para ellos tomar más responsabilidades, nos dieron el ejemplo de cuando eran más pequeños pues sus papás los despertaban para ir a la escuela y ahora ellos lo tienen que hacer por si solos, otro ejemplo nos lo dieron algunas adolescentes diciéndonos que antes su mamá las peinaba y las arreglaba y ahora lo tienen que hace solas, y también ayudar en la casa con el aseo.

3. El duelo por los padres de la infancia. Renunciar a su protección, a sus figuras idealizadas e ilusorias, aceptar sus debilidades y su envejecimiento.

En cuanto a las respuestas de la pregunta de cómo había cambiado el trato de sus padres hacia ellos después de los cambios en su cuerpo, deducimos que algunos padres les cuesta trabajo entender que sus hijos están en un proceso donde hay cambios y los adolescentes necesitan tener su propio espacio, como lo menciono una joven de quince años al realizarle la entrevista nos comenta que sus padres al momento de pedir permisos muchos de estos se los niegan ya que agregan que sigue siendo una niña. Por otra parte las respuestas de otros adolescentes nos dieron a entender que sus padres han ido asimilando adecuadamente los cambios que han tenido sus

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