Duelo

Podemos definir el duelo como un proceso psicológico complejo de deshacer los lazos contraídos y enfrentarse al dolor de una pérdida.1

Todos nos tenemos que enfrentar al duelo varias veces a lo largo del transcurso de nuestras vidas puesto que en el duelo están incluidas todo tipo de pérdidas y nadie puede escaquearse de sufrir alguna.

Aunque frecuentemente la pérdida más dolorosa y difícil de superar para la mayoría de los seres humanos sea la muerte de un ser querido, hay otro tipo de pérdidas que también pueden llevar a una persona a vivir una situación nefasta como puede ser, por ejemplo, la pérdida de un empleo que además puede generar frustración y otros sentimientos.

Hablando del duelo que se produce por el fallecimiento de un ser querido, Sigmund Freud estableció un trabajo psicológico en el que decía que la realidad muestra que el objeto amado no existe más y exhorta a la persona a deshacerse de los lazos con rapidez, pero el ser humano no abandona esos lazos con rapidez.2 Son muchos los lazos que han podido unir a la persona difunta con el sujeto que ahora sufre el duelo y no se pueden deshacer con rapidez, hay que ir poco a poco y se requiere mucho tiempo.

El duelo es un proceso largo aunque varía dependiendo de la persona ya que no todo el mundo tiene la misma fortaleza psicológica para enfrentarse a él. Sigmund Freud calculaba dos años para completar este proceso3, pero yo pienso que eso es un cálculo aproximado y dependiente de muchos otros factores, como puede ser por ejemplo, el apoyo emocional de los otros.

Este proceso puede venir acompañado por muchos tipos de emociones como puede ser la rabia, la culpabilidad, la tristeza... Y cada una de ellas van relativamente unidas a cada una de las diferentes etapas que presenta el duelo (negación, rabia, negociación, depresión y aceptación). Cabe destacar que no todas las personas sufren todas estas etapas y que no tienen porque pasar en el orden presentado aquí.

Desde mi punto de vista, hay que apoyarse en los recuerdos que has vivido con la persona para superar que ya no está aquí porque no podemos ser nosotros sin recordar4 y sacar algo positivo de la relación que se había establecido con ella pero en la medida de lo posible puesto que nos encontramos en un proceso realmente doloroso en el que no somos capaces de valorar lo provechoso, sólo nos hacemos preguntas de tipo ¿Por qué a él/ella?, ¿Qué he hecho yo para merecerme este castigo?, ¿Por qué Dios no me ha llevado ami en vez de a él/ella? (Pregunta muy frecuente en la religión cristiana).

Hemos de dar las gracias por haber tenido la oportunidad de conocer a esa persona y en mi opinión, un apoyo muy grande es ser conscientes de todo lo que hemos aprendido, todos los momentos que hemos vivido, el apoyo emocional que has recibido de ella, etc.

El duelo consiste en superar la muerte de un ser querido, pero en ningún momento consiste en llevarle al olvido.

Respecto a los sentimientos y emociones, el dolor que sentimos cuando alguien que queremos se va para siempre es muy profundo y intenso y regresa sin cesar puesto que no terminamos de aceptar la realidad de que ya no está con nosotros y que nunca más volverá, pero desde mi perspectiva es mucho mejor expresar el dolor que se siente debido a que puedes recibir el apoyo emocional de otros seres queridos (amigos, familiares, etc.) y esto te puede ayudar a nivel psicológico a ser consciente de que no estás sólo/a en esto y te puede ayudar también a “llenar” ese profundo vacío que ha dejado la persona que ha abandonado el mundo para siempre.

Para ayudar a los demás desde mi punto de vista es necesario escucharles mientras comunican como se sienten, evitar aconsejarles si no te piden el consejo porque no todo el mundo actúa de la misma manera y lo que sirve para uno quizás no sirva para el otro, no transmitir a personas ajenas lo que nos ha manifestado la persona que se encuentra en duelo y sobre todo mucho respeto y empatía porque hay que ponerse en el lugar del otro para saber como se debe estar sintiendo en estos momentos tan duros. También existen los grupos de asesoramiento psicológico en el duelo que es un sitio donde poder compartir pensamientos y sentimientos con otras personas que también han perdido o van a perder a un ser significativamente afectivo para ellos. 4

El sentimiento de culpabilidad también es muy común porque a veces creemos que no nos hemos comportado en ocasiones de la manera que hubiésemos debido con la persona, porque no dimos por ella todo lo que se merecía, porque no le expresamos demasiado lo que significaba para nosotros a lo largo de su vida, etc.

Por último, respecto a la frase “cuanto más hermosa ha sido la vida más difícil resulta abandonarla” estoy de acuerdo con lo que dice la Dra. Elisabeth Kübler-Ross, ella dice que depende de lo que se entienda por hermosa. A quién sólo le parece “hermoso” ir a Florida en invierno y adquirir bienes materiales, le resulta también muy difícil morir, porque tiene la sensación de renunciar a todo. Quien ha querido de verdad a las personas y también las ha ayudado tiene una sensación de riqueza interior. A esta persona no le cuesta morir.5

Ahora voy a hablar brevemente de otro tipo de duelo, llamado el Síndrome de Ulíses. El Síndrome de Ulíses se entiende por el síndrome de naturaleza psicológica que se caracteriza por un estrés crónico que viene asociado a la problemática de los emigrantes al afincarse en una nueva residencia.

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