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El clan del oso cavernario


Enviado por   •  7 de Octubre de 2015  •  Ensayos  •  2.440 Palabras (10 Páginas)  •  810 Visitas

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Universidad Nacional de Colombia.

Estudiante: Andrés Fernando Montoya Carpintero

Trabajo sobre la novela “El Clan Del Oso Cavernario” pregunta número tres.

Este escrito pretende dar cuenta de tres elementos fundamentales- el lenguaje, la norma y el parentesco- como elementos constitutivos de la cultura, evidenciada en un clan de Neandertales cuyas características y relaciones de su vivir están expuestas en la novela “el clan del oso cavernario” de Jean M. Auel. Para su elaboración nos centraremos en Ayla, una pequeña Cromañón, que a los cinco años es separada de los suyos a causa de un terremoto y es encontrada posteriormente por el clan del oso cavernario. Ayla con apariencia extraña, un desarrollo más avanzado, habilidades superiores a los miembros del clan y un deseo de libertad innovadora, son elementos que le traerán a la pequeña muchos problemas a medida que va creciendo, pero mientras más aprende, también estas características le permitirán con el tiempo, introducirse en el mundo del clan, en su lenguaje (el universo simbólico), en sus costumbres, sus normas y la ley, yendo incluso en contra de su propia naturaleza para lograr un parentesco, una aceptación por parte del clan. Obtener un puesto y una identidad en su nuevo hogar.

La pequeña Ayla tenía una familia, un lenguaje, unas normas y unas costumbres antes de separarse de los suyos. Estaba inmersa en “un universo simbólico” como lo plantean Berger y Luckman es un universo producido históricamente por una sociedad, entendido como “la matriz de todos los significados objetivados socialmente y subjetivamente reales” (Berger y Luckman, p. 125). Es decir, a donde Ayla pertenecía, tenía cinco años, ya sabía hablar, ya poseía una serie de significantes y significados que le permitían entender el mundo de forma preliminar. Lo más probable es que la niña ya hubiera creado un estado de pertenencia con el otro y al verse extraviada sintió miedo, inseguridad, desprotección por no tener el calor y la protección de su madre. Cuando Ayla es encontrada por el clan del oso cavernario, se topa con otro universo simbólico, un mundo diferente, con lenguaje diferente y normas diferentes los cuales la pequeña no entendería a primera vista, “Para entender su significado es preciso entender la historia de su producción” (Berger y Luckman, p. 126)

Ayla buscaba protección, calor y cariño cuando fue encontrada por el clan, Iza un personaje central para la historia de la niña la acogió y la cuido después de encontrarla tendida en el suelo, delirando por una herida de un león cavernario, Iza era curandera y su don era cuidar y proteger la vida, pues era curandera y así le había enseñado su madre. A pesar de que el clan tenía prohibido darles vida a los carnívoros (debido a que representaban una competencia para sus cazadores) o entrometerse en cosas extrañas, Iza, se acercó a la niña sin importarle, pero antes de tomar una decisión decisiva consulto al jefe Brun, su hermano, pidiéndole permiso para atenderla.

Una vez se recuperó de sus heridas, la pequeña se vio metida en un lio al notar que los miembros del clan no podían hablar, de igual forma los del clan se sorprendían no solo de su feo aspecto, cuyo cabello rubio y piel blancuzca era inusual para el clan, sino de los sonidos tan extraños que emanaban de su garganta. Ayla poseía una capacidad vocal más desarrollada que cualquiera en el clan, pero aun así comenzó aprendiendo lo más básico como si fuera una bebe recién llegada al clan. Iza tenía dos hermanos, uno era Brun, el jefe y el otro era Creb, el Mog-ur o mago. Creb era deforme pero aun así tenía una posición importante en el clan, gracias a la habilidad de hablar con los espíritus (los cuales regulan todo el accionar y vivir del clan) su aspecto y posición le impartían  temor y respeto a los demás miembros.

Ella no sintió temor al verlo, sintió curiosidad por ver gente tan extraña y diferente a todo lo que conocía. Creb se presentó diciendo su nombre en forma de gruñidos tratando de que Ayla lo imitara. El nombre original de la niña no podía ser articulado por los miembros del clan, así que, Creb en un intento por decirlo, artículo una serie de gruñidos que generaron en la niña un sentido de pertenencia y termino aceptando el Ayla como su nombre (tal como lo aria un bebe). A medida que Ayla iba aprendiendo, olvido sus antiguas normas gramaticales, el lenguaje por medio del cual le daba significado a todo, lo que constituía su mundo. Al comienzo no pudo aprender ni comprender nada, se sentía confundida, debido a que el lenguaje del clan se articulaba por medio de señas, lo que les dificultaba grandes abstracciones, si Ayla no comprendía el lenguaje del clan no podría no podría como lo plantea Carmen Díaz recibir “el saber sobre el mundo, sobre los objetos, sobre los otros, las relaciones y sobre el sujeto mismo” (p. 5)  pero una vez Ayla comprendió esto, comenzó su aprendizaje del mundo en el cual tenía que coexistir desde ese momento. El lenguaje “sitúa al sujeto en un orden de relaciones, le instituye la realidad. (p. 3)”

Al comienzo Ayla es tratada como a una niña, la cual está en el proceso de aprender las normas y el lenguaje. Pero Ayla a diferencia de cualquier otro miembro, no poseía memorias, experiencias pasadas que le ayudaran a entender el deber hacer. Tenía que aprender por medio del ensayo y el error, de regaños, de sentir que algo no andaba bien en lo que hacía; las narraciones y los mitos también servían para instruir a los pequeños de lo que estaba bien y lo que no. En el caso de Ayla se evidencio en primera medida, cuando Creb la reprende por estar observando los fuegos (hogares) de otros. Con el tiempo la niña logra aprender el lenguaje que construye y delimita el mundo del clan, ellos no tenían conceptos generales, como árboles o suelo, simplemente sabían que eso era un sauce y eso otro es un cerezo.  Este lenguaje aprendido, resinifico su antigua realidad y le dio una serie de nuevas atribuciones para convertirlo en la realidad que su nuevo colectivo compartía. “El lenguaje es una memoria colectiva que se materializa y se acumula generacionalmente” (notas de clase, 21/08/15)

Sin la aprensión del lenguaje no habría un mundo simbólico, el lenguaje entendido “como una red que se extiende sobre el conjunto de las cosas, sobre la totalidad de lo real. Inscribe en el plano de lo real ese otro plano que aquí llamamos simbólico” (Díaz, p. 6) en este punto entran a intervenir los espíritus (elemento muy importante para el clan). Las normas, las costumbres, la división sexual, su diario accionar están siempre reguladas por los espíritus, cuya representación se hace por medio de tótems en forma de animales, estos funcionan como símbolos que están investidos por varios significados. Uno de ellos es la división sexual determinada por la fuerza del animal al cual representa; dentro del clan se creía que en la temporada de apareamiento, el tótem femenino y masculino luchaban entre sí, si el tótem femenino triunfaba se llevaba un pedazo del masculino y sangraba, pero si el masculino triunfaba, la mujer quedaba embarazada.

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