Elogio de la dificultad. Programa de Psicología

Ensayo el elogio de la dificultad

María del Pilar León Gómez

Docente:

Amaury José Rodríguez Wilches

Universitaria de Investigación y Desarrollo (UDI)

Facultad de Ciencias Sociales y Humanas

Programa de Psicología

Bucaramanga

2018

El elogio de la dificultad

El hombre desea mal y uno de sus más grandes deseos como todos sabemos es la felicidad absoluta, entonces hacemos que nuestra vida gire en torno a este ente, una búsqueda un tanto compleja partiendo de una imaginación pobre e impotente, lo cual nos lleva a fantasías que no son relevantes, que no hacen parte del modelo de nuestra vida, quimeras inimaginables, el cual provoca que seamos siervos de unos ideales tácitos y llenos de anhelos o esperanzas intrascendente. Por lo tanto, nos hacemos un falso ideal de perfección, debido a que, si no se consigue nos lleva a una frustración, creemos que nuestra adversidad se basa en no poder hacer realidad nuestros sueños.

Zuleta (1980) indica: “…que nuestra desgracia no está tanto en la frustración de nuestros deseos, como en la forma misma de desear. Deseamos mal…”. Por ello, el ser humano por naturaleza desea una vida fácil, sin esfuerzo, sin cambios, encasillada en los estereotipos, en lo material sin la estimulación de nuestra capacidad de lucha y de trabajo que haga efectiva la obtención de nuestras posibilidades, así de igual manera creemos que somos dueños de la verdad absoluta, que el otro es nuestro enemigo por no hacer parte de nuestro grupo político, porque no comparte nuestra ideología, porque piensa de manera diferente creemos que sus argumentos por ende son inválidos.

Por consiguiente, nos explica como la sociedad desea lo fácil, pero al mismo tiempo cuando se forma colectivamente se entrega y prácticamente se sacrifica desarrollando un heroísmo en el contexto, ya sea en la parte política, en la religión u otra índole, siempre y cuando se tenga al frente a un caudillo al cual se le rinde cierto tributo y por ende se siente realizado cuando aspiramos mérito alguno, de modo que el verdadero temor de los hombres. Según Zuleta (1980) es el cuestionamiento, atrevernos a cuestionarnos y a cambiar nuestra vida de manera positiva.

Por otro lado, como todo cambia y todo acaba, llegamos a una desidealización de eso que creíamos era nuestra verdad absoluta, va a cambiar, de acuerdo a nuestra sociedad y la coyuntura, pero lo vamos a ver de una u otra forma de manera pesimista y con escepticismo, para que esto pueda cambiar tiene que generarse un cambio interno dentro de cada uno de nosotros, en el individuo y dicho cambio nos va a llevar a cuestionarnos sobre lo fácil, por consiguiente, a tener tolerancia hacia las diferencias y valorar ésta como tal, que al fin a cabo nos va a servir para llenarnos de confianza y sencillamente el respeto donde está la diferencia y viceversa, pero un respeto bajo el amor, entusiasmo y la entrega para poder apropiarnos de las normas y de las leyes que son impuestas por el estado, sino tenemos respeto, no las acogemos con vehemencia y no nos entregamos a estas, sencillamente no va haber un aura de paz en nuestra sociedad. Debido a esto, tenemos un falso ideal de perfección que van a girar alrededor de estas metas que no se trata tanto de nuestra capacidad de alcanzar nuestros objetivos, sino que es lo que deseamos, ya sea el objetivo, lo que nos proponemos si es alcanzable o no lo es, porque el ser humano puede lograr muchas cosas, pero depronto se propone fines que se salen de nuestro poder.

Por otra parte, hay un deseo de superación un tanto falso como lo muestra Estanislao en su ensayo, donde creemos que vivimos en un mundo de abundancia, las relaciones humanas son perfectas, pensamos en las mil y una soluciones que podrían tener nuestros problemas con un paraíso eterno, una mentalidad basada en el individualismo, es decir, que las idealizamos y nos ubicamos en la zona de confort, de igual manera juzgamos a una persona de forma diferente a como nos juzgamos a nosotros mismos. Entonces, el autor cuestiona algo importantísimo:

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