Ensayo Focault

Ficha “Psicología de las masas y análisis del yo” Sigmund Freud

Bárbara Dostal Abuhadba

El texto leído se enmarca dentro del libro “Psicología de las masas y análisis de yo”, éste libro apunta a explicar cómo se comporta la gente siendo parte de una masa y que conforma la cohesión de la masa y al mismo tiempo, es una respuesta crítica al libro de otro psicólogo llamado Gustave LeBond.

Para entender a cabalidad la tesis de Freud es fundamental conocer la de Le Bond. Algunas de las propuestas de Le Bond son que, en la masa el individuo se siente invencible (sólo por estar dentro de la masa), desaparece la responsabilidad individual y lo fundamental, explica el fenómeno de la psicología de masas por medio de la sugestión (Freud, 1921). Es exactamente desde este punto donde comienza el análisis realizado por Freud. El autor plantea que efectivamente, en una masa el individuo experimenta una alteración profunda en su actividad anímica, dado que sufre una nivelación con los otros individuos de la masa y una inhibición de las pulsiones propias de cada individuo, a esto que se le llama sugestión. En la sugestión, todos los individuos están en la misma sintonía frente a los otros y al conductor y como consecuencia de ello, se genera la imitación. Aun cuando la sugestión explica la psicología de masas, para Freud es más importante, lo que él llama libido. El autor define libido como la doctrina de la afectividad, la energía de las pulsiones que se sintetizan en la palabra “amor”. Para Freud, sería la libido la clave de la cohesión de masa; sobre este mismo punto, manifiesta también que cuando la afectividad se acrecienta, el rendimiento intelectual sufre una disminución, dada la nivelación que se genera con los otros individuos. Entonces, las masas estarían unidas por la libido, lo que en otras palabreas es amor. Para dejar más claro el punto, Freud plantea, “vínculos de amor (o expresado de manera más neutra, lazos sentimentales) constituyen también la esencia del alma de las masas (…). Lo que correspondería a tales vínculos está oculto, evidentemente, tras la pantalla, tras el biombo, de la sugestión” (Freud, 1920-1922, pág. 87).

Entendiendo lo anterior, Freud distingue distintos clases de masas, las hay efímeras/duraderas, homogéneas/heterogéneas, naturales/artificiales y masas primitivas/articuladas. Para su análisis, el autor se enfoca en dos masas en especifico: la Iglesia y el Ejercito, éstas tienen en común son masas con conductor, con un alto grado de organización, duraderas y artificiales (para su cohesión requieren una compulsión interna). Un punto importante en ambas masas es rige un idéntico espejismo (ilusión), ya que en ambas hay un jefe (Cristo y el general, respectivamente) que ama (o hace creer) a todos por igual y es de esta ilusiones que depende la estructura de la masa, ya que se genera una doble ligazón libidinosa, por una lado con el conductor y al mismo tiempo, con los otros individuos de la masa. Es importante destacar que, cuando se rompe esta estructura libidinosa por alguna razón, la masa se descompone y cada uno cuida de sí mismo, por lo tanto se libera angustia ya que los lazos recíprocos han cesado y se generan impulsos despiadados y hostiles entre las personas. Entonces, para Freud si se rompe la conexión con el conductor, se quiebra también la relación entre los individuos de la masa lo que produce disposición al odio y la agresividad. De manera más clara: “en estas conductas de los seres humanos se da a conocer una predisposición al odio, una agresividad cuyo origen es desconocido (…). Pero toda esta intolerancia desaparece, de manera temporaria o duradera, por la formación de masa y en la masa. Mientras esta perdura o en la extensión que abarca, los individuos se comportan como si fueran homogéneos; toleran especificidad del otro, se considera como su igual y no siente repulsión alguna hacia él. De acuerdo con nuestros puntos de vista teóricos, una restricción así del narcisismo solo puede ser producida por este factor: una ligazón libidinosa con otras personas” (Freud, 1920-1922, pág. 97).

Para comprender de mejor forma la formación de las masas, Freud explica procesos tales como la identificación y la idealización, debido a que en las masas nos encontramos con pulsiones de amor que, están desviadas de las metas originarias. Entonces, la identificación es la más temprana exteriorización de una ligazón afectiva con otra persona; en los niños está primera identificación es con el padre (como modelo), al mismo tiempo que el primer objeto de deseo es la madre. Por un tiempo, ambas relaciones confluyen hasta que el niño nota que el padre es un estorbo hacia la madre y así, la identificación se vuelve hostil. En la misma línea, la identificación es un ideal del yo, es decir, encuentro en ese objeto algo que a mí me gustaría ser. Por otra parte, el enamoramiento, demuestra también las metas inhibidas, ya que dado que el 1er objeto de amor son los padres y que después surgió la represión, se generó una meta inhibida. En la masa existiría una mezcla de ambos procesos, por un lado se desvía la identificación y se localiza en los pares y el conductor y por otro también las metas inhibidas del enamoramiento, generan ligazones más duraderas.

Luego Freud, hace algunas comparaciones para explicar de mejor manera la conformación de las masas. Por una parte critica el instinto gregario, dado que aun cuando comparte algunos aspectos con la masa, se diferencian fundamentalmente en que el instinto gregario no considera un jefe o conductor y para toda masa éste es necesario (no necesariamente tiene que ser una persona, puede ser una idea, una bandera, etc. Pero existe algo que seguir). En consecuencia el humano es un “animal de horda, el miembro de una horda dirigida

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