ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Ensayo vida y obra de Freud


Enviado por   •  16 de Abril de 2021  •  Ensayos  •  2.744 Palabras (11 Páginas)  •  93 Visitas

Página 1 de 11

UNIVERSIDAD INTERCONTINENTAL

[pic 1]

Diplomado Propedéutico en Fundamentos Psicoanalíticos

Vida y Obra de Freud

Ensayo Final

Claudia Michelle Damián Zenteno

Junio 2017

     Sigmund Freud nació el 6 de mayo de 1856, justo a mitad del siglo XIX. A simple vista parecería un dato cualquiera, sin embargo, Freud fue altamente influenciado por el pensamiento de su época. Una característica que se ve reflejada a lo largo de toda su obra.

     El siglo XIX fue una época caracterizada por grandes cambios. Para empezar, el término "científico" sería parte fundamental del lenguaje de la época; un término por el que Freud luchó hasta el cansancio para que fuera reconocido en su obra. La economía sufriría dos fuertes revoluciones industriales, la primera entre 1750 y 1840, y la segunda entre 1880 y 1914 (Del Col, 2010). Aunque Freud fue exitoso en su tiempo y hubo épocas en las que mucha gente quería analizarse con él, la economía precaria debido a las guerras y revoluciones siempre lo persiguió.

     En el ámbito político, las ideas del siglo anterior sentarían las bases para las revoluciones burguesas, revoluciones que contagiarían al mundo entero mediante el imperialismo y buscarían alianza con el movimiento obrero; la burguesía en el poder sería la mayor parte de la clientela del “Herr Profesor”, personas (calificadas como neuróticos e histéricos), desesperadas por ayuda en un mundo donde su enfermedad no tenía, para lo científico, ningún valor.

     Dentro de la filosofía, surgirían los principios de la mayor parte de las corrientes de pensamiento contemporáneas, corrientes como el idealismo absoluto, el materialismo dialéctico, el nihilismo y el nacionalismo; el arte tardaría un poco más en adaptarse a la época, pero quedaría cimentado en movimientos como el impresionismo. A finales de este siglo surgieron la cinematografía y la animación gracias a los grandes avances tecnológicos de la época y, por supuesto, la publicación de la obra que iniciaría el Psicoanálisis como tal: “La Interpretación de los Sueños”.

     Establecido el contexto sociocultural en el que nació Freud, hay que mirar detenidamente en su vida para entender cómo las distintas etapas marcaron consistentemente su obra. Nunca existió un escrito descontextualizado o ajeno a lo que vivía Freud; todo iba de la mano; el profesor y sus cavilaciones sobre la vida anímica del ser humano siempre fueron uno.

     Es bien sabido que Freud inició sus estudios de la mente humana en 1882 en el Hospital General de Viena, pero no fue hasta 1885 que recibiría la oportunidad de estudiar en la Salpêtrière a los histéricos de Charcot. A partir de ese momento y hasta 1892 aproximadamente, dedicaría su trabajo de investigación a la hipnosis y la curación de las histerias. En ese entonces, un joven Freud (de 30 años), fascinado por los descubrimientos de Charcot y enamorado de Martha (quien lo apoyaba incondicionalmente), iniciaría la búsqueda de la gloria vaticinada desde antes de nacer.

     Sería 10 años después cuando publica los Estudios sobre la Histeria y revoluciona la clínica de dichos enfermos. Ya no sólo eran histéricas, también histéricos. Y aunque la clínica de la observación de Charcot había sentado las bases, la cura de la escucha de Breuer sería la que abriría el camino a la clínica de las transferencias (Roudinesco, 2015).

     Hacia 1899 ve la luz “La interpretación de los sueños”, la publicación que marcaría el verdadero inicio de la teoría psicoanalítica. Un escrito donde se adentraba en la vida anímica del ser humano y su estructura, obra nacida de la investigación de sus propios sueños y el compartir sus ideas con Fliess.

     Años después de la publicación de la Interpretación de los sueños, Freud encontraría una manera de ligar su teoría a diversas obras de arte; una de ellas La Gradiva de W. Jensen. El análisis de La Gradiva fue un trabajo que Freud hace, aparentemente, para complacer a Jung. Jung le cuenta a Freud sobre la obra meses antes de que ambos se conocieran en persona y en 1907 publica el análisis; este suceso forma parte del inicio de la buena relación que ambos mantendrían durante algunos años (Strachey, 1906).

     La Gradiva presenta la historia de Norbert Hanold, un joven arqueólogo alemán que deja de vivir para dedicarse enteramente a sus investigaciones. En un viaje a Roma adquiere un bajorrelieve que representa a una joven virgen romana (a quien bautiza como Gradiva), obsesionándose por su andar e iniciando una búsqueda desesperada de ella en el presente. Al principio lo califican de fetichista, ya que se ponía a observar en las jóvenes su andar buscando la característica posición del pie de Gradiva. En uno de sus sueños se imagina en la época de la destrucción de Pompeya y advierte -en su delirio- que Gradiva fue pompeyana y murió en la erupción del Vesubio. El arqueólogo viaja a Pompeya donde se encontrará en carne y hueso a Gradiva, que le habla en su lengua y después de algunos días se le revela como una compañera de juegos infantiles curándolo así de su delirio pompeyano (Freud, 1906).

     El análisis de La Gradiva está basado en la Interpretación de los sueños. Freud comienza hablando de la importancia de conocer la historia del paciente cuando se hace el análisis del sueño y de cómo el autor presentó un estudio psiquiátrico y de curación de manera casi casual.

     En el análisis de los tres sueños presentes en La Gradiva utiliza lo que conocemos como la primera tópica, parte del simbolismo que encontramos en el inconsciente y cómo es posible recobrar recuerdos reprimidos de la infancia. Por poner un ejemplo, en el primer análisis que hace de Norbert acerca de cómo reprimió los recuerdos de Zoe Bertgang y luego éstos salieron deformados proyectándose en el bajorrelieve; hace un acercamiento a la represión de la vida amorosa del protagonista. Habla de cómo la fantasía juega un papel fundamental en el proceso de exteriorización que inicia al primer contacto con el bajorrelieve romano. Sin embargo, la exteriorización “de golpe” no es posible ya que los recuerdos de Zoe se encuentran reprimidos, pero aun así Norbert bautiza la obra como La Gradiva que significa “la del bello andar” o “la del andar resplandeciente”, mismo significado del apellido Bertgang de Zoe. Zoe también significa vida, lo que alude a que la muchacha del andar resplandeciente está viva en el ahora; hecho que justifica por qué Norbert buscaba el característico andar entre las mujeres de su época.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (16 Kb)   pdf (139.2 Kb)   docx (46.4 Kb)  
Leer 10 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com