Espacios arquitectónicos y los niños.

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Espacios arquitectónicos y los niños.
Desde la forma, a la formación.

Entendemos que los espacios arquitectónicos inciden directamente en como un obra afecta sensorialmente a su usuario. Ejemplo del punto al que queremos llegar, fue el biólogo Jonas Salk, quien en busca de la cura para la polio se encerró años en un oscuro laboratorio de Pittsburgh, sus procesos no avanzaban de tal manera que decide trasladarse a un monasterio italiano en Assisi, donde el verde y las formas redondas predominaban en el espacio, de manera casi inmediata logra dirigir sus avances hacia la vacuna de la polio. Según Salk fue la iluminación en conjunto con la “peculiar” estructura del monasterio, lo que guió sus estudios hacia el éxito.

Un niño está en constante descubrimiento y entendimiento del mundo donde está inmerso, las formas y en general el espacio arquitectónico participa en la actividad perceptiva, dejando trabajar su inconsciente para que guarde toda experiencia, desde la habitación del hogar, pasando por la sala de clases de su colegio hasta un edificio público o privado de gran envergadura que tenga presencia en su diario vivir, el niño los vive, habita y juega mientras incorpora su aprendizaje en su crecimiento personal.

Está claro entonces, que el lugar que habite un niño debe incrementar sus niveles formativos, mostrar constantemente su potencial creativo e imaginativo haciéndose parte del proceso donde desenvuelven su personalidad y de alguna manera los prepare para una futura sociedad.

Por lo tanto además de incorporar en futuros nuevos “espacios arquitectónicos” prácticas como las sustentabilidad, donde el ahorro energético no sea novedad, sea como hoy lo es la estructura de un muro en hormigón, algo obligatorio, que sin necesidad de conocimientos extras se entienda que debe existir o la inclusión de personas con capacidad reducida, etc.

Intentamos generar conciencia de los espacios, que sean sostenibles y que no solo generen una utilidad en un terreno determinado, si no, que ayuden a mejorar practicas de una sociedad futura.  Encontramos como metodología necesaria fusionar la psicología infantil con la arquitectura, en un ámbito mas reducido, como los niños abordan la forma de lo que proyectemos.

¿Qué espacios necesitan, ocupan, generan o habitan los niños?, ¿Cuáles realmente trabajan en su conciencia?, ¿Qué provoca un cuarto redondo? Estas son algunas preguntas a responder en esta investigación con el fin de proponer con ojos de arquitecto y percepción de niño espacios y entornos diseñados para las generaciones futuras.
Buscamos una visión clara, que sobrepase el diseño, valorizando las potencialidades que nos ofrece la tectónica en un ámbito social.

Es imprescindible estudiar y analizar un usuario para que le de vida a una obra inerte, más si esta es capaz de provocar un crecimiento personal, para dejar un punto de partida referencial ante un futuro proyectante de un espacio para un usuario tan particular, como lo es un niño con una mente en constante desarrollo.

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