Espacios Para Niños Con Autismo
DorySara12 de Octubre de 2012
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" Espacios para niños con autismo"
“La necesidad de proporcionar a los niños autistas ambientes estructurados, predictibles y contextos directivos de aprendizaje está ampliamente justificada- y tanto más cuanto más grave es el autismo o más severo el retraso que se acompaña- en la investigación sobre la enseñanza a niños con autismo”
El niño normal, a lo largo de su desarrollo, va siendo capaz para, de una forma natural, extraer del entorno físico los estímulos relevantes, aquellos con significado funcional, obviando los estímulos inútiles o interfirientes. Así mismo es competente para entender las claves que regulan el entorno social, el comportamiento de las demás personas. Va adquiriendo complejas competencias de abstracción y va construyendo aprendizajes a través de ellas y de delicados procesos de simbolización y de representación mental.
Todo ello le hace diestro en el manejo de las claves del entorno que, sobre todo en la esfera de lo social, se caracterizan por ser sutiles - de tenue percepción - , complejas - compuestas por varios estímulos a la vez - y pasajeras - de rápido desvanecimiento en el tiempo.
Pero, ¿qué ocurre cuando existe una alteración importante en todos esos procesos de desarrollo? Pues bien, aunque esto puede observarse en niños con un grave o profundo retraso mental, es en el autismo, y por extensión en los trastornos generalizados del desarrollo, donde podemos encontrar respuesta a esa pregunta.
El autismo es un trastorno generalizado del desarrollo, de inicio en la primera infancia, y de causa biológica aunque desconocida su especificidad, que se caracteriza por una desviación en los patrones normales de interacción social recíproca, y en los patrones de comunicación tanto verbal como no verbal, manifestando actividades, conductas e intereses repetitivos, restringidos o estereotipados. En el autismo se da una alteración profunda de los procesos de abstracción y simbolización, una incompetencia penetrante en el manejo de representaciones mentales y en el manejo de la imaginación. Si tenemos en cuenta que además dos terceras partes de las personas que padecen esta alteración (los estudios epidemiológicos muestran una incidencia de 4 a 5 por 10.000 en unos casos, y según otros autores con criterios más flexibles de 13-16 por 10.000) padecen asimismo retraso mental, dándose en mayor medida un mayor grado de retraso (dicho de otro modo , probablemente la mitad de las personas con autismo caen en los rangos de retraso mental grave y profundo) podemos hacernos una idea de las dificultades que estas personas tienen para entender el entorno que les rodea.
¿Cómo se puede ayudar a aumentar esa comprensión? Es necesario un diseño del entorno físico y es lo que vamos a realizar en este trabajo.
Diseño de un aula específica
Cuanto más organizada sea el aula, más fácil será predecir lo que va a ocurrir en ella, lo que reducirá las rabietas y facilitará la comprensión de las exigencias de la tarea. Por eso, el entorno ha de ser ordenado y poco cambiante, sin demasiada información irrelevante o que les pueda distraer.
Aunque no basta sólo con proporcionar ambientes cuidados y organizados, sino que los materiales también han de ser adecuados y motivadores, personalizados y ajustados a las necesidades y a las características de aprendizaje de los alumnos con autismo.
Un aula para niños con este tipo de problemas se estructura con una finalidad: favorecer el desarrollo de las principales limitaciones que ocasiona este tipo de trastorno:
1.Trastornos cualitativos de la relación social.
2.Trastornos de las funciones comunicativas.
3.Trastornos del lenguaje.
4.Limitaciones de la imaginación.
5.Trastornos de la flexibilidad mental y de la conducta.
6.Trastornos del sentido de la actividad propia.
El objetivo es hacer que las claves sociales de su medio cotidiano sean lo más claras posibles y constantes posible, con el fin de que el niño se sienta cómodo en un ambiente que puede prever. Esto podría ser llamado “eliminación de barreras psicológicas”.
Para ello podemos seguir una serie de pautas:
-Es importante que cada cosa tenga su lugar dentro del aula.
-Se facilita la comprensión del alumno utilizando recursos visuales como fotografías, pictogramas, objetos reales…
-En la puerta del aula un mural con la fotografía de la maestra/o puede orientar al niño de forma eficaz.
-La secuencia de la jornada debe estar bien definida, con el fin de que puedan anticipar los acontecimientos. Para ello se utiliza siempre la misma rutina. Con este fin, cada alumno puede tener su propia agenda específica de actividades del día. Este libro de acercamiento a la experiencia puede tener fotos, texturas, dibujos, colores, olores… para acercarle lo más posible a lo que va a experimentar. Han demostrado tener efectos positivos en la tranquilidad y el bienestar de los niños con autismo, favorecer su motivación para el aprendizaje y contribuir a dar orden a su mundo.
-Un determinado sonido puede indicar el comienzo o fin de cada actividad.
-Las fotografías de cada alumno deben estar repartidas por el aula: en el colgador, en el baño, en las carpetas.
-El suelo puede ser un material blando para atender las necesidades de los posibles trastornos del desarrollo y evitar accidentes.
-El reloj ha de ser de gran tamaño, e ir acompañado de etiquetas que expliciten lo que se hace en cada hora.
-Con los paneles de petición, se pide a cada alumno que realice una determinada tarea, asociando cada tarea con una fotografía del niño al que se le indica.
-Es muy positivo que cada alumno posea un libro adaptado especialmente para él, en lugar de utilizar un libro igual para todos, ya que cada uno cuenta con posibilidades diferentes.
-Una grave limitación de los niños con autismo es la escasa o nula fuerza que los motivadores sociales ejercen sobre sus aprendizajes. Por eso, las consecuencias positivas deben ser inmediatas a la acción.
Los rincones, siempre recomendables, son en niños con estas dificultades el medio imprescindible con el que trabajar, por ofrecer la posibilidad de elegir qué actividad hacer al alumno y por permitir un trato totalmente individualizado. Deben, eso sí, ser inamovible para no desorientar al alumno. Encontramos varios tipos de rincones muy eficaces para estos trastornos:
o Rincón de cocina: en él podemos enseñarles a preparar alimentos que no requieran procesado, se familiarizan con los diferentes tipos de alimentos, guardamos los alimentos que compramos en la tienda del barrio durante nuestra salida semanal…
El reparto de leche es una actividad que se realiza con un fin lúdico y de socialización en el que se favorece la relación con los demás, se adquieren hábitos básicos y aprendizajes funcionales. Al ser una actividad cercana y significativa para el niño, resulta muy eficaz en su propósito. La actividad, como todo en el aula, debe recordarse con pictogramas tanto el lugar como el día que se realiza, y utilizar fotografías de los alimentos: leche, vaso, cola-cao… para que puedan identificarlos.
o El rincón de las mascotas puede contar con varias plantas y algún animal como tortugas o peces de colores.
o El rincón de biblioteca puede servir como lugar de puesta en común y de interacción en gran grupo, donde se cuenta lo que se ha hecho el día anterior, se comparten experiencias, se cuentan y escuchan cuentos, se organiza el día. Para adaptar esas actividades a las dificultades que presenta el autismo, podemos:
• Hacer que las sesiones no sean demasiado largas.
• Intercalar actividades no verbales, mímica…
• Acompañar los relatos con gestos y señales visuales.
• Nombrarle en alto, que oiga su nombre para que mantenga la atención.
Este rincón puede servir por sus condiciones de confortabilidad y recogimiento como rincón de descanso, al que escapar cuando lo necesiten, y como zona de transición entre una actividad y otra, dada la dificultad que tienen para desenvolverse en los ratos de espera.
o El rincón de artística tiene como objetivo desarrollar la creatividad, experimentar con distintos materiales, disfrutar a través de la propia creación… es también un rincón en el que ubicar puzzles, encajes, bloques lógicos… para el desarrollo de la cognición. Cuenta también con un gran cartel indicador de lo que se hace en ese rincón específico y así diferenciarlo del resto de zonas. Especial atención debemos poner en no cederles materiales que se puedan tragar: plastilina, ceras blandas, gomas de borrar… y cuando lo hagamos, deberá ser bajo supervisión constante.
o El rincón del ordenador es ya una alternativa posible para este tipo de niños, puesto que se han desarrollado diversos programas adaptados: http://www.jabuguin.com/mainspa.htm ; http://rz.bligoo.com/content/view/205284/Internet_Disenan_navegador_para_ninos_autistas.html
Una vez a la semana podemos salir a la calle, por ejemplo a la tienda del barrio o al parque. Es importante que los alumnos tomen contacto con el mundo que les rodea para poder llegar a la comprensión del mismo. En estas salidas extendemos el aula al exterior, conectando la escuela con
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