Esquizofrenia
federe29 de Enero de 2014
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ESQUIZOFRENIA
El cuadro clínico de la esquizofrenia es muy similar en las dife¬rentes culturas humanas su prevalencia, desde la publicación de los resultados de un estudio transnacional de la OMS (Sartoriuset al, 1986; Leffet al, 1992), se ha considerado uniforme y estable en todo el mundo (en todas las sociedades y culturas, por lo tanto), en torno al 1%. Por otra parte, se da por bueno que es una patología con un intenso componente genético. Cuantos más genes se comparten con un enfermo, tanto mayor es el riesgo de padecer la enfermedad, si bien sin alcanzar una concordancia plena, ya que no alcanza siquiera el 50% en los gemelos monozigóticos, en los que el material genético es idéntico. Así, el riesgo en parientes de segundo grado se sitúa entre el 3 y el 5%; para los hermanos, oscila entre el 10 y 15%; los hijos de parejas en las que ambos miembros padecen de esquizofrenia tienen un riesgo elevado (37-45% de presentar la enfermedad), superior al de los gemelos dizigóticos de enfermos (15-17%) y muy cercano al de los gemelos monozigóticos (45-50%) (Gottesmanet al, 1987, 1989; Panksepp y Moskal, 2004).
Este componente genético de la enfermedad suscita lo que se ha dado en llamar la “paradoja de la esquizofrenia”. La base, al menos en parte aparentemente genética, y las tasas de prevalencia similares y estables en las diferentes culturas y sociedades sugieren que el gen o genes responsables de la enfermedad existían hace más de 35.000 años, antes de la migración definitiva desde África y de la dispersión de la especie humana por el mundo, y plantea el enigma de cómo pue¬den haberse mantenido en el acervo genético (por qué motivo se han seleccionado, o no se han eliminado, por lo tanto) a pesar de las limita¬ciones funcionales y reproductivas que plantea la enfermedad (Brüne, 2004). La esquizofrenia es una enfermedad que además de que puede acarrear consecuencias desfavorables para el individuo, compromete
seriamente la fecundidad de las personas afectadas (sobre todo en el caso de los varones), constituyéndose en un fenotipo maldaptativo.
La magnitud del enigma hace que se hayan propuesto múltiples hi¬pótesis evolucionistas para la esquizofrenia, que se pueden agrupar en dos líneas fundamentales (Polimeni y Reiss, 2003; Brüne, 2004). Una supone que los genes relacionados con la enfermedad (o sus variantes alélicas) reportan alguna ventaja, ya sea al individuo, a sus familiares o al grupo. Esta ventaja podría ser directa, pleiotrópica o por vincula¬ción del gen o genes de la esquizofrenia a otros genes de efecto global positivo. Otra línea sostiene que la esquizofrenia es la consecuencia negativa de que la complejificación del organismo y del cerebro huma¬no o de su genoma a lo largo de la evolución ha introducido “vulnera¬bilidades del sistema”, de modo que el desarrollo de las facultades que distinguen a la mente humana se acompaña de una susceptibilidad a determinados fallos cuya expresión es el fenotipo que hemos dado en considerar enfermedad y en llamar esquizofrenia.
Ventajas asociadas a la esquizofrenia
La primera línea de explicaciones darwinistas sobre la esquizofrenia sugiere que la enfermedad no ha desaparecido (o, en otros términos, los genes relacionados con ella se han seleccionado o al menos no se han eliminado) porque aportan ventajas asociadas. Hace casi 50 años, el trabajo pionero de Huxleyet al (1964) sugería que la esquizofrenia era un morfismo, o un polimorfismo con diversas variantes genéticas o morfos, en un equilibrio transitorio o permanente dentro de una de¬terminada población en una única región geográfica y en frecuencias tales que las variantes más infrecuentes no pueden explicarse única¬mente por mutaciones. La frecuencia de esos genes mórficos sería el resultado del equilibrio entre sus propiedades favorables y desfavo-rables. Llevado al caso de la esquizofrenia, existiría por lo tanto un equilibrio entre el 1% de personas que según las estadísticas padecen la enfermedad y el 99% que no la presentan. La persistencia de esasvariables más allá de lo que puede explicarse por una mera mutación se debería a que la esquizofrenia, según estos autores, aporta ventajas selectivas como la resistencia a infecciones, una mayor tolerancia o resistencia al dolor, una menor reactividad a la histamina, con menor riesgo de reacciones anafilácticas. En el caso de las mujeres, existiría la ventaja asociada de una mayor fertilidad. Huxleyet al proponían que la esquizofrenia se debe a un gen de penetrancia incompleta, de modo que sólo el 25% de los portadores desarrollaría la enfermedad, mientras que el 75% restante de los portadores serían “criptoesquizo¬frenicos” que se beneficiarían de las ventajas ligadas al gen sin sufrir la enfermedad. Por lo tanto, existirían ventajas (y hay que reseñar que según estos autores en general no se manifestarían en el SNC) de las cuales podrían beneficiarse tanto el paciente como los portadores no enfermos.
En esta línea de pensamiento, años después, Kellett (1973) pro¬puso que ciertas características fenotípicas de la esquizofrenia, como la inventiva u originalidad y la capacidad de tolerar bajos niveles de estimulación manteniendo la alerta, podrían tener utilidad en la pugna por la territorialidad, en especial en heterocigotos, lo que explicaría que estas tendencias se hubieran mantenido y seleccionado. Otra pro¬puesta es que las ventajas podrían darse en la respuesta inmune. Yovelet al (2000) informan de que personas con esquizofrenia tienen una mayor actividad de las células NK (Natural Killer), lo que a su enten¬der podría relacionarse con una mayor resistencia a las infecciones o a ciertas formas de cáncer.
Con el paso del tiempo, las principales teorías que defienden la selección de la esquizofrenia en función de sus supuestas ventajas re¬productivas y evolutivas se han ido centrando en los beneficios que obtienen los familiares directos del enfermo o en la función adaptativa que para el grupo humano puede tener el fenotipo esquizofrénico en alguno de sus miembros. Las supuestas ventajas para los familiares se basan en un hipotético polimorfismo equilibrado, de modo que laselección natural mantiene la mezcla equilibrada de homocigotos y heterocigotos para el rasgo genético esquizofrénico. El paciente afec¬to por la enfermedad sería homozigoto, mientras que sus familiares, heterozigotos, se beneficiarían al mejorar su adaptación fisiológica o psicológica. Las supuestas ventajas invocadas son diversas. Carter y Watts (1971) encontraron en familiares directos de pacientes con esquizofrenia una menor susceptibilidad a las infecciones víricas, e incluso una menor tendencia a las alergias o a los accidentes.
Una idea recurrente es que tiene que ver con la creatividad, genia¬lidad u originalidad de pensamiento que se ha atribuido a la esquizo¬frenia y que parece estar presente de una manera más controlada (en el sentido de juicio de realidad) en algunos familiares de personas que sufren la enfermedad. En esta línea, Karlsson (1974) propuso que esos familiares creativos o geniales son heterocigotos superadaptados. Nettle y Clegg (2006) señalan que algunos rasgos esquizotítipos rela¬cionados también con la creatividad se asocian a un mayor atractivo y capacidad de obtener pareja, por lo que algunas personas con rasgos propios de la esquizofrenia (sobre todo los heterocigotos) tendrían un éxito reproductivo que garantizaría la transmisión de alelos relaciona¬dos con la enfermedad y la presentación de la misma en homozigotos. Por su parte, Allen y Sarich (1988) sostienen que los familiares hete¬rocigotos, que sugieren podrían representar un 5% de la población, obtendrían el beneficio de resistirse a concepciones erróneas del gru¬po, obteniendo así un rasgo de disconformidad que podría resultarles beneficioso. Más peculiar es la propuesta de Jarvik y Deckard (2007), que proponen que los familiares no psicóticos de pacientes esquizofré¬nicos estarían dotados de unos rasgos caracteriales esquizoparanoides que denominan personalidad odiseicay que favorecen la supervivencia en situaciones de conflicto y guerra propios de la sociedad humana.
Otros autores, como Avilaet al (2001), señalan, sin posicionarse sobre cuál es el motivo para ello, que los hermanos no afectados de pa¬cientes esquizofrénicos tienen una mayor capacidad reproductiva quecompensa la menor fecundidad de los afectados y garantiza la transmi¬sión y persistencia de los genes relacionados con la enfermedad. En los años subsiguientes hubo otros estudios que no pudieron confirmar estos hallazgos, y más recientemente continúa la controversia. Weiseret al (2009) han encontrado que los familiares de primer grado de pacientes con psicosis no afectivas tienen más hijos que la población general, en tanto que un metaanálisis de Bundyet al (2011) encuentra exactamente lo contrario. Si realmente los hermanos de los pacientes tuvieran una mayor fecundidad se compensaría el menor número de hijos de los pacientes, supondría una ventaja para los familiares su¬puestamente portadores del gen o genes de la enfermedad y explicaría la persistencia de la misma a pesar del menor éxito reproductivo de los enfermos.
Más complejas son las teorías que sugieren que la presencia de ge¬nes y fenotipos esquizofrénicos (o en su caso, esquizotípicos) pueden ser provechosos para el grupo humano. Para Stevens y Price (1996), el fenotipo esquizotípico se ha preservado porque ha sido útil para la escisión de los grupos en momentos cruciales, y ha permitido la dis¬persión de la especie y que los grupos, llegada una situación en que no es posible la coexistencia o no existen recursos suficientes para todos los individuos puedan sobrevivir. El líder de estos movimientos
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