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Estilo De Liderazgo

epalza6 de Mayo de 2012

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El estilo de liderazgo

Son ya varias las décadas en que el término “Liderazgo”, está entre nosotros. Pensado primero como la forma de definir a las autoridades con poder autocrático de los reinos esparcidos por el mundo y a los jefes tradicionales de las milicias antiguas; hoy involucra con su definición a las cabezas visibles de las organizaciones de nuestro mundo actual. Se han generado diversas teorías entre ellas tenemos:

• Teoría Genética o Tradicional

• Teorías Psico-Conductuales

• Teorías Contemporáneas

Revisemos cada una de estas a continuación.

a) Teoría Genética o Tradicional

Conocida también como la teoría del “Gran Hombre”. Elaborada durante la primera etapa de estudios sobre el tema, esencialmente por los antiguos griegos y romanos, básicamente afirmaba que: “Un líder nace, no se hace”. Esto es, que el líder y el liderazgo eran condiciones innatas adquiridas genética y hereditariamente por los individuos y cuyo alcance estaba limitado a sólo un cierto grupo o élite de la sociedad.

Sin lugar a dudas, que el fundamento sumamente empírico de tales afirmaciones era aunado al sentimiento teológico y muchas nacionalistas de los pueblos, cuyo asidero garantizó la prevalecencia de tales teorías por muchos años. Son muchos los relatos épicos y mitológicos aún subsistentes en muchos rincones del mundo, que dan fe de ello.

Sin embargo, tras el apogeo de la Edad Media y el debilitamiento de las monarquías, esencialmente las occidentales, la figura de los monarcas empezó a ser revalorada. Se empezó a hablar de reyes y príncipes ya no como dioses o hijos de dioses sino como simplemente hombres con mayor altura y cuya trascendencia como líder de un pueblo radicaba en sus cualidades.

b) Teorías Psico-Conductuales

Tras los primeros empíricos acercamientos teóricos al desarrollo del liderazgo, surge, el intento de descripción sistemática del liderazgo es decir buscar saber el ingrediente que genera líderes. Se desmitificó la idea que el liderazgo se transmitía por la sangre real y se desarrollan estudios en las características físicas y psicológicas de los individuos catalogados como líderes y que con éxito en sus emprendimientos reafirmaban tal condición. También en estas teorías el análisis se concentró en el grupo y el entorno mismo en el cual se desenvolvía el líder. Todas estas teorías y estudios son por ello agrupadas en torno a su característica básica: el análisis psico-conductual, que desarrollan del tema.

Sin embargo; dentro de este análisis psicológico conductual, a lo largo de los últimos tres siglos se han desarrollado muchos esfuerzos de investigación; que en razón de obedecer a opiniones y corrientes marcadamente diferentes en su entender del tema son comúnmente agrupadas básicamente, en torno a tres modelos o enfoques históricos:

• El Enfoque de los Rasgos del Líder

• El Enfoque Conductista o Conductual

• El Enfoque de Situación o Contingencia.

A continuación procederemos a describir cada uno de los modelos denotados, así como las múltiples teorías formuladas en cada uno de ellos.

b.1. El Enfoque o Modelo de los Rasgos de liderazgo

Este enfoque presuponía que los líderes tienen todos ciertos rasgos innatos. Nace a fines del siglo XVIII; mantenía la idea de que cualquier hombre estaba en condiciones de alcanzar el estatus de poder y liderazgo.

Dentro de la búsqueda de los atributos o características mensurables de los líderes, esgrimida por este enfoque, se adoptaron dos tendencias:

• Comparar los atributos de quienes han destacado como líderes con los de quienes no lo han hecho.

• Comparar los rasgos de los líderes eficaces con los de los líderes no eficaces.

La primera de ellas, que involucró a la mayoría de los trabajos de investigación realizados en este enfoque, se orientó a la búsqueda de los atributos que distingan de manera clara y consistente, a los líderes de los seguidores

Los intentos iniciales se centraron esencialmente en la búsqueda de características físicas homogéneas entre los líderes. En una revisión de doce de estos estudios, John French y Bertram Rave pusieron de manifiesto resultados contradictorios y los remarcó así:

“... nueve de estos estudios apoyaban la creencia de que los líderes son de mayor estatura que sus seguidores, aunque en otros estudios se hallo que lo cierto era lo contrario”

Los resultados, a no dudarlo, eran poco satisfactorios, pero indujeron a la necesidad de reformular el análisis incluyendo en éste, la revisión de los atributos no físicos que pudieran tener los líderes.

Los intereses primarios de estudio se centraron alrededor del análisis de la inteligencia, el buen juicio, las habilidades verbales y la extroversión desarrollada entre los líderes. Los resultados de estos estudios resultaron un tanto más halagadores.

Surge entonces, la tendencia de reorientar el estudio de los rasgos, esta vez examinándolos en función a la efectividad del líder. Esto es, definir los atributos que hacen a un líder efectivo y aquellos que generan lo opuesto.

Así, Stogdill señala lo siguiente:

“Los diversos investigadores han identificado rasgos específicos relacionados con la capacidad del liderazgo: cinco rasgos físicos (como energía, apariencia y altura), cuatro rasgos de inteligencia y capacidad, dieciséis rasgos de personalidad (como adaptabilidad, agresividad, entusiasmo y seguridad en uno mismo), seis características relativas al desempeño de las tareas (como impulso de realización, persistencia e iniciativa) y nueve características sociales (como sentido de cooperación, habilidades para las relaciones interpersonales y capacidad administrativa)... Sin embargo, la correlación entre los rasgos específicos y el liderazgo han sido del orden del +0, 25 a +0, 35.”

Las debilidades inherentes del enfoque pueden ser muchas, desde el ignorar por completo al trabajador o subordinado, las diferencias culturales (que configuran que lo que son atributos en ciertas realidades se presentan en otros como debilidades), la extrapolación de realidades específicas y reducidas, entre otras.

b.2. El Enfoque Conductual o Modelos Conductistas

La naturaleza de los resultados del enfoque de los rasgos, obligó a los investigadores a un replanteó del estudio del Liderazgo

Así nace en 1949, el Enfoque Conductista del Liderazgo. Por medio de ella, se buscó identificar algunas conductas concretas que distinguen a los líderes de los que no lo son. Es decir, que en lugar de buscar quienes son los líderes efectivos, los investigadores trataron de determinar qué hacen los líderes efectivos; cómo delegan tareas, cómo se comunican con sus seguidores o empleados y tratan de motivarlos, cómo efectúan sus labores, etc. Esto es, obviar un tanto el análisis del ¿qué se posee?, por un énfasis más específico de qué se hace?. Las conductas, obviamente a diferencia de los rasgos, se pueden aprender; por consiguiente, las personas que aprendían las conductas propias del liderazgo podrían dirigir mejor.

Esto sin duda resultaba más emocionante, pues significaba que sería posible enseñar el Liderazgo y ampliar la cantidad existente de líderes efectivos. Si la preparación funcionara, se podría contar con una cantidad infinita de líderes.

Basados en todo ello, el enfoque conductual del Liderazgo, centró su atención en básicamente dos puntos: el trabajo y las actitudes y expectativas de los trabajadores. Dentro de este enfoque se desarrollaron múltiples estudios, pero de ellos destacaremos los siguientes:

• Teoría de los Estilos,

• Teoría de la estructura de Iniciación y Consideración,

• Teoría de los Sistemas de Administración,

• Grid o Rejilla Administrativa, y

• Teoría del Liderazgo Continuo

A continuación describiremos brevemente cada una de las nombradas teorías:

Teoría de los Estilos del Líder

Quizá el primer estudio desarrollado cercano al enfoque (e incorporado posteriormente a éste). Abarca tanto al líder como al subordinado; para ello, clasifica a los líderes en función al estilo de su gobierno y al uso que hacen de las fuentes de poder que poseen; en suma, a la forma en que ejercen la autoridad sobre sus subordinados.

Sobre ello, se plantea básicamente tres tipos o estilos de liderazgo: el democrático, el autoritario y el “laissez faire”.

Un liderazgo es calificado como democrático, si es que parte de la base de que el líder es elegido y no impuesto, correspondiendo a los deseos y necesidades de sus seguidores. Este liderazgo es permisivo y permeable; por lo que debido a esta activa participación de todo el grupo el líder rara vez hace ostentaciones de su poder, esencialmente del emanado de la organización formal , y más bien en forma mancomunada con sus subordinados adopta las decisiones y las acciones a ejecutarse.

En contraparte, el Liderazgo autoritario o autocrático, conceptualiza aquel estilo en que el proceso de toma de decisiones es asumido en su totalidad por el líder y donde los seguidores tienen conocimiento de tal, sólo cuando dicha decisión les es expresada como una orden. La base del liderazgo autoritario, se encuentra en el uso excesivo del poder asignado e incluso del propio. El líder autoritario es dogmático y positivo, y dirige mediante la capacidad de retener o conceder recompensas o castigos.

El último de los estilos definidos; es el denominado indiferente, liberal, de rienda suelta o laissez faire. En este apenas puede hablarse de liderazgo, pues el grupo

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