Estrés En La Familia

EL IMPACTO DEL ESTRÉS EN LA FAMILIA

En la convulsionada sociedad en la que vivimos el estrés es cosa de todos los días. La desmesurada carrera hacia el éxito, las presiones que impone el competitivo mundo laboral, así como la ausencia de grupos de apoyo familiar o comunitario, son algunas de sus fuentes. Pero ¿qué es el estrés? "El estrés es la respuesta no específica del cuerpo a cualquier demanda por encima de los niveles normales". Esta condición nos afecta a todos sin importar edad, sexo o condición social.

La familia en su desarrollo va transitando por diferentes etapas y cada una de ellas tiene sus especificidades, sus tareas y sus momentos de desequilibrio o reajuste interno, denominados crisis normativas. El impacto de los eventos en la familia, puede ser tanto favorecedor, como obstaculizador en la salud familiar. Es muy difícil padecer de estrés sin que otros lo padezcan. El portador o portadora lo esparce. Con frecuencia llevamos a la casa el estrés del trabajo o de la calle y hacemos que el cónyuge o los hijos paguen por situaciones que le son ajenas.

No se considera el estrés que estos eventos puedan provocar como algo intrínsecamente perjudicial. El estrés, puede propiciar que el individuo o la familia desarrolle recursos adaptativos que nunca habían supuesto tener, lo cual le permite ganar en firmeza, y utilizar estos aprendizajes en posteriores crisis, haciendo que crezcan o se desarrollen como consecuencia de este. Pero no podemos vivir en un estado de estrés permanente. Hay un viejo dicho griego que expresa: "romperás el arco si lo mantienes tensado todo el tiempo".

Es necesario decir que la manera en que reaccionamos ante las presiones de la vida varía de una persona a otra. Porque no son las circunstancias que nos ocurren, en sí mismas, las que causan la tensión, sino la manera en que las interpretamos. La actitud mental con que enfrentemos la vida es determinante; así mismo la manera en que nos comunicamos con nosotros mismos y con los demás es determinante en el resultado que tendremos en ciertos ámbitos de nuestra vida. Es decir, que nuestro éxito depende en gran medida de la forma en que nos expresamos.

Se trata de ir cambiando aquellos patrones verbales, producto de nuestra experiencia, creencias, complejos, miedos, etc., Por lo tanto, si se comienzan a modificar ciertos patrones de lenguaje -verbalmente- puedo ir modificando mis patrones mentales, y viceversa. Así cambia y se modifica la energía, porque comienza a pensar diferente y a comunicarse diferente, de una manera más positiva.

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