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Etapas Desarrollo Psicosexual Fase Oral


Enviado por   •  22 de Mayo de 2019  •  Apuntes  •  1.239 Palabras (5 Páginas)  •  192 Visitas

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Etapas Desarrollo Psicosexual

Fase Oral

Corresponde a la primera etapa psicosexual de la teoría psicoanalítica y el objetivo de esta fase es la incorporación. Comprende desde el nacimiento hasta los dos años de edad en donde la boca siente placer libidinal y no existe la simbiosis de madre e hijo por la conexión del cordón umbilical, de esta forma, se activa la necesidad de estar junto al pecho materno.

El niño prácticamente duerme todo el día, pero, cuando está consciente, se alimenta mediante el pecho materno recibiendo alimentación, cariño y, a la vez, el neonato entrega afecto produciendo un placer libidinal tanto para la madre como para el hijo. La libido se satisface mediante la alimentación, pero, con posterioridad, se independiza y se hace auto erótica.  Si la necesidad de alimentación no es satisfecha,  entonces el niño padece de angustia

El niño intenta incorporar las cosas por la boca permitiendo, de esta forma, la comunicación con los demás. Tras la dentición, el niño puede morder objetos y esto corresponde a la fase oral sádica. Este deseo de morder aparece por el miedo de ser comido por la madre y es una etapa de ambivalencia, porque, por un lado, se trata de conservar el objeto, pero, al morder, se intenta destruir.

Fase Anal

Ocurre entre los dos hasta los cuatro años de edad. El placer sexual ocurre en la defecación y, al hacerlo,  corresponde a entregar parte de sí mismo a los padres como un regalo.   En esta segunda etapa, los padres enseñan a controlar los esfínteres y, al poder lograrlo, el infante siente satisfacción, porque se está colaborando con personas poderosas según su visión, pero, si no logra  retener, aparece la angustia.  Así el niño aprende a retener y evacuar de manera voluntaria. Esto marca la manera de relacionarse con el resto, porque el niño, al fortalecer su musculatura esquelética, puede moverse, acercarse a los objetos y retenerlos o soltarlos, de acercarlos o alejarlos, por lo tanto, las relaciones sociales están marcadas por la antítesis de soltar y aferrarse. El infante, así, empieza a distinguir entre el yo y el mundo.

Se puede relacionar esta etapa como sadomasoquista y esto ocurre en dos fases:

                   El erotismo anal va ligado a la evacuación, y la pulsión sádica a la destrucción del objeto; en la segunda fase, el erotismo anal va ligado a la retención, y la pulsión sádica al control posesivo. El paso de una fase a la otra constituye un progreso decisivo hacia el amor de objeto, como indicaría el hecho de que la línea de escisión entre las regresiones neuróticas y las psicóticas pasa entre estas dos fases. ¿Cómo concebir la ligazón entre el sadismo y el erotismo anal? El sadismo, por su naturaleza bipolar (puesto que apunta contradictoriamente a destruir el objeto y a conservarlo dominándolo), encontraría su principal correspondencia en el funcionamiento bifásico del esfínter anal (evacuación-retención) y el control de éste. En la fase anal, se unen a la actividad de la defecación los valores simbólicos del don y del rechazo; dentro de esta perspectiva, Freud puso en evidencia la equivalencia simbólica: heces = regalo = dinero. (Laplanche, Pontalis,2004, p.146)

Fase fálica

Corresponde entre los 3 y 5 años de edad. Esta etapa corresponde a la unificación de pulsiones parciales bajo primacía de órganos genitales. Los niños reconocen los distintos sexos, pero solamente con presencia o ausencia del pene, descubren la pertenencia a un sexo y se comportan imitando a un progenitor. Este último lo hace, también, para tener acceso al progenitor del sexo opopuesto. Se vive el complejo de Edipo en esta fase y este consiste en

Conjunto organizado de deseos amorosos y hostiles que el niño experimenta respecto a sus padres. En su forma llamada positiva, el complejo se presenta como en la historia de Edipo Rey: deseo de muerte del rival que es el personaje del mismo sexo y deseo sexual hacia el personaje del sexo opuesto. En su forma negativa, se presenta a la inversa: amor hacia el progenitor del mismo sexo y odio y celos hacia el progenitor del sexo opuesto. De hecho, estas dos formas se encuentran, en diferentes grados, en la forma llamada completa del complejo de Edipo. Según Freud, el complejo de Edipo es vivido en su período de acmé entre los tres y cinco años de edad, durante la fase fálica; su declinación señala la entrada en el período de latencia. Experimenta una reviviscencia durante la pubertad y es superado, con mayor o menor éxito, dentro de un tipo particular de elección de objeto.

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