FAMILIA FUERTE

La fortaleza de la familia respaldo de las competencias.[pic 1]

¡Árbol qué nace torcido… jamás su rama endereza!, este dicho tan popular en el argot mexicano, hace referencia al vacío que deja una familia en sus frutos (hijos), cuando no han sido bien sembrados. La falta de amor, de valores, de liderazgo, de control familiar, de comunicación, de un ejemplo a seguir, no produce un buen entorno y logra sólo el fracaso de sus miembros.

La realización de un individuo radica en las fortalezas de su familia, pues es esta la que promueve su desarrollo saludable, comparte sus valores de forma positiva, lo ayuda a superarse a través del esfuerzo mutuo, sin dejarlo sólo prueba a través de su aprendizaje si aprendió a derribar obstáculos, acompañándolo siempre en sus triunfos y derrotas. Este crece siempre seguro de sí mismo, no teme a los fracasos e intenta cada vez con más ímpetu el logro de sus metas.

La familia es la cuna donde se gestan nuestro primer aprendizaje sobre los conocimientos, habilidades y actitudes, que están constantemente en acción entre cada uno de sus miembros y se denominan como competencias. Según ciertos autores estas competencias están denominadas como: el  yo- conmigo que es la relación de los procesos biológicos, intelectuales y afectivos que un individuo tiene consigo mismo; el yo-contigo, que se refiere a la  interacción entre sus miembros, caracterizado por el dialogo, la apertura, el respeto y el aprecio, regulados por el autocontrol y el conocer las posibilidades de los demás; y por último el yo-para ti, que consiste en el liderazgo que impulsa al otro para actuar por sí mismo y se haga responsable de sus acciones, que sea solidario.

Sin embargo, para que el individuo logre adquirir  este conjunto de habilidades y actitudes tendrá que ser a través la interacción que el  seno familiar otorgue para él, con él y con él y la sociedad, por medio de las emociones, del lenguaje no verbal y del nivel educacional transmitido por medio de experiencias únicas (ideas, juicios de valor, sentimientos). Lo anterior se logrará de acuerdo con  Sergio Tobón y Leónidas Fernández (2004),  a través de  siete saberes, para el desarrollo personal y la convivencia familiar, pues llevándolos a cabo es la mejor manera de establecer una familia fuerte y criar individuos con mejores expectativas de vida.

Para Tobón y Fernández, en su libro Saberes para vivir plenamente en familia (2004) es imprescindible que un individuo en desarrollo y que el  entorno familiar tome en cuenta la planeación de las tareas, el trabajo en equipo y el liderazgo dentro del núcleo (Saber de liderazgo); saber tratar a los demás, ayudar en conflictos internos y externos, saber salir de la rutina (saber del contacto); tener conciencia sobre las fortalezas y debilidades individuales y del grupo , saber de sus problemas y ayudar a resolverlos, aprender de los errores y resolverlos (Saber de la autorreflexión); tener comunicación con los demás, siempre respetando las ideas, buscando acuerdos con optimismo y aceptando la ayuda de los demás. (Saber del dialogo); mejorar como familia, a través de la superación personal, detectando las necesidades de crecimiento y métodos para alcanzar metas (Saber de la autorrealización);  trabajar siempre para la plenitud familiar, realizando proyectos económicos con ayuda de todos, utilizando las fortalezas individuales (Saber del emprendimiento); y por último y muy importan siempre construir experiencias familiares buenas y malas a través de la unidad, mediante la justicia, la empatía la solidaridad y la trascendencia (Saber de la común- unión).

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