Formación de Hábitos en el diseño

Regina Tello de Meneses García Terrazas                        Dra. Leticia Gaytán Hernández Magro

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Formación de Hábitos en el diseño:

Cómo diseñadores, tenemos herramientas que nos pueden ser de utilidad para entender al mercado al que nos dirigimos o formular el verdadero problema para poder resolverlo. Por ejemplo, la etnografía nos brinda un repertorio de métodos de investigación que sirven para empatizar con el usuario o la etnia que deseamos impactar. Dentro de este enfoque de investigación, existen métodos que requieren de comprender los hábitos de las personas para comprender la cultura y sociedad en la que se desarrollan. Muchas veces (por la costumbre de diseñar para un usuario con un enfoque de negocios), hemos subestimado la importancia de comprender el verdadero problema al momento de diseñar soluciones; en estos casos, nos funcionan conocimientos de psicología y economía conductual. Basarse en teorías de formación de hábitos también nos puede brindar posibles soluciones en el proceso de diseñar para erradicar dicha situación en la que no queremos estar, especialmente si tomamos en cuenta nuestros sistemas de pensamiento para la toma de decisiones y los posibles sesgos cognitivos que nos hagan interpretar las cosas diferente.

Para el planteamiento de nuevos hábitos existe un marco teórico planteado por Charles Duhigg que consiste en describir un ciclo de formación de hábitos en 3 palabras (señal, rutina y recompensa) la señal es aquella que te motiva a iniciar una rutina y puede encontrarse en aquel índice que te va a dar la información de la posible recompensa para iniciar una rutina en torno a obtener esa recompensa. La señal no necesariamente va a indicar la recompensa pero siempre es considerada como el factor que te motiva. La Rutina es el segundo paso y depende de la señal, la rutina que se aplica en torno a llegar a una recompensa. Finalmente, mientras la señal esté correctamente plateada, se va a obtener una recompensa tanto esperada por quien planteó la señal como por quien la interpretó. Utilizar este método puede ayudar en el proceso de diseño a asegurar que los objetivos de uso de un producto, experiencia o servicio se dicten de manera correcta, con el enfoque esperado para que no existan malas interpretaciones entre el mensaje que se busca dar y el que recibe el usuario.

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Existe otra teoría planteada por B.J Fogg. Este marco de formación de hábitos demuestra que si un comportamiento es realmente fácil, no se necesita mucha motivación para hacerlo. Sin embargo, si el comportamiento es difícil, necesitas mucha motivación. Conocer este método nos puede ayudar a comprender que existen otros incentivos que pueden generar la motivación suficiente como para entrar en la línea de acción. Este tema se relaciona mucho al diseño emocional porque comprende más que la funcionalidad del diseño.

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