Gente Tóxica
baldufeta11 de Noviembre de 2013
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Capítulo3 El descalificador
¡Excelente trabajo!, lástima que lo entregaste tarde.
Un jefe a su empleado
1. Equipaje prestado
Muchas personas desperdician a diario minutos y horas de
su tiempo tratando de descalificar a todo aquellos que se
encuentran a su alrededor. Pareciera ser que disfrutan al
menospreciar y rebajar a los demás, sea cual fuere la tarea
que están realizando o el vínculo que tengan con las
víctimas.
Si alguna vez padeciste este tipo de ataque verbal, es
posible que te hayas cuestionado el origen de estas
agresiones, que te hayas preguntado cuáles fueron las
causas que las motivaron y, seguramente, no hayas
encontrado la respuesta.
Podemos proponer diferentes teorías y suposiciones: sin
llegar a ninguna conclusión única sí podemos de todas
maneras darnos cuenta de que el descalificador tiene como
objetivo controlar nuestra autoestima, hacernos sentir
"nada" ante los demás, para que de esta forma, él pueda
brillar y ser el centro del universo.
Si haces algo, el descalificador te criticará por accionar y si
no accionas, te juzgará por no hacerlo. Su especialidad son
los dobles mensajes y los mensajes ambivalentes. Los
descalificadores hoy te endiosan y mañana te bajan del
pedestal en un instante. Juegan juegos crueles que
pretenden desestabilizar tus emociones y robarte los
sueños.
Su idea es que vivas desconfiando, te sientas inseguro y
seas dependiente de sus palabras y opiniones.
Invalidar, descalificar, manipular son los objetivos, las metas
del descalificador. El procura tener control y poder sobre tus
emociones, tu alma y tu razón para luego destruir tu estima
y que entonces que pases a depender absolutamente de él.
¡Es un digno representante de la gente tóxica!
Sin embargo, no todas son malas noticias. Podemos
recuperar el control de nuestras emociones, de nuestra
estima y ser libre de cada uno de los descalificadores.
¡Podemos desintoxicarnos!
Aprendamos a reconocerlos y a accionar de la forma más
productiva y eficaz para que nadie salga herido ni
perjudicado.
2. Cómo reconocer a un descalificador y evitar salir
lastimado
Conocer e identificar el modus operandi del descalificador
nos permitirá neutralizar sus ataques, defendernos y
resguardarnos inteligentemente, y así coartar y limitar su
avance y sus intenciones.
Comencemos a visualizar las tácticas y las estrategias del
descalificador:
• Se esconde detrás de máscaras: juega el papel del amigo,
del compañero y por qué no, hasta de un hermano
• Finge estar interesado en lo que haces, pero en su mente
tramará cómo sacar ventaja de aquello en lo que estás
trabajando
• Es irónico y sarcástico: mediante indirectas e
insinuaciones te hará creer que lo que estás haciendo no
está del todo bien, influyendo de esta manera
negativamente en la motivación y la energía que volcaste en
tu proyecto
• Vivirá usando una lupa para ver con detalle tus defectos,
para luego utilizarlos a su favor y poder así desvalorizarte en
el momento indicado, convirtiéndote en su presa y en su
víctima
• Tratará por todos los medios de reducir tu estima y tu valor
a cero para que su figura y su poder aumenten. Sólo si tú
mermas, él podrá hacerse grande
• Estará atento a escuchar los reclamos y las quejas que tú
hagas sobre ti mismo, para que en el momento adecuado y
certero pueda sacarlos a luz y así menoscavar tu estima y tu
poder
• Agigantará tus errores y tus fracasos y reducirá al máximo
el valor de tus logros y de tus éxitos
• Por momentos intentará ser un ángel, un ángel
enmascarado y agazapado, que en el momento preciso será
capaz de dar la estocada final. Si por alguna circunstancia
debes enfrentarte o competir con él, por ejemplo, en un
proyecto laboral, a este "ángel" no le importará haberte
dicho ser "tu hermano" en algún momento, sino que
avanzará con toda la artillería lista para desvalorizar tus
logros y hacerte quedar como una pobre persona que no
consigue nada de lo que se propone en la vida
• Vivirá escondido detrás de una máscara para jugar así
mejor su juego, ocultando su mal humor, su irritabilidad y la
falta de dominio propio al no poder presentarse y
relacionarse tal cual es. Su propia vulnerabilidad logra
asustarlo
• Su objetivo es tener "poder y control" sobre todo cuanto
sucede y sobre todos aquellos que estén a su alcance
• Sólo él tiene razón y conoce a la perfección todos los
temas y asuntos que pueden tratarse.
¿Conoces a alguien así?
Seguramente en cientos de oportunidades has tenido que
convivir con muchos de ellos, y hoy, mientras estás leyendo,
estás viendo mentalmente el retrato de aquel que le acosó y
trató de amargarte y hacerte difícil la convivencia. Ellos
sienten que, cuanto mayor control tienen, mayor es su
satisfacción, (aunque ese control sea efímero).
Aunque te parezca difícil de creer, todos, alguna vez, fuimos
víctimas de un descalificador; incluso los mismos que ahora
descalifican han sufrido en su momento permanentes
agresiones que lastimaron su estima y sus ganas de crecer.
Todos hemos recibido respuestas y contestaciones letales
que nos han dejado atónitos o sin palabras; sin embargo es
importante resaltar que "todos" tenemos la oportunidad de
cambiar, de pedir disculpas si hemos descalificado y de
revertir las actitudes y las acciones que desplegamos a
diario si estas son nocivas para nosotros o para terceros.
3. Poder y control
La mentalidad de la persona descalificadora es avasallante
y precisa. Sabe con exactitud cuál es el dardo que saldrá de
su boca, ya que su fin es destruir tu estima.
Es detallista: observará a la perfección cada una de tus
acciones para poder así determinar en qué momento
disparar los perdigones. Sus movimientos son tan
minuciosos que la víctima no se da cuenta del lugar que le
está cediendo a esta persona y de lo destructiva que su
manipulación puede llegar a ser.
El descalificador se encargará de hacerte cumplir sus
exigencias o, de lo contrario, te hará la vida imposible. Sea
como fuere, querrá conseguir que pienses, sientas y
acciones sólo como él lo desea.
Otro rasgo llamativo de este tipo de personas es que
pretenden "ser perfectas"; el descalificador jamás podrá
admitir un error, y por supuesto no sentirá culpa por nada;
por otro lado nada de lo que sucede obtiene su atención,
con excepción de aquello relacionado con lo que él quiere
alcanzar. A medida que su víctima le deja espacio, él va
ganando territorio. Al cabo de los meses y de los años, su
humor será más irritable y sus contestaciones más hirientes,
hasta verse convertido en un ser sumamente difícil para la
convivencia.
Control, poder y más control y poder, es lo que anhelan
estas personas: control sobre tus emociones y tus
acciones. Su agresión aumentará en la medida en que
tomen conciencia de que quienes están a su alrededor, en
cuanto puedan, se alejarán de sus vidas, perdiendo así todo
lo que alguna vez se esforzaron por alcanzar.
Claro que en un momento determinado esa agresión se
volverá contra ellos, convirtiéndose en una depresión llena
de culpas que desembocará luego en una enfermedad
psicosomática.
4. Descalificación: enfermedad contagiosa
Tal vez te preguntes si es posible que puedas contagiarte de
ese poder destructivo tan aborrecible. La respuesta es "sí".
Veamos cómo.
En primer lugar, la persona descalificadora se tomará tiempo
para conocerte; de a poco, encontrará una forma de
satisfacer tus necesidades, de llevarte paz y cooperar
contigo, para que, una vez que le hayas dado toda tu
confianza, sean sus palabras y sus decisiones las que
tengan poder y peso sobre tu vida.
En esta instancia, dudarás de tus capacidades, y te
preguntarás "¿no será que él tiene razón?, yo no puedo con
todo esto." Y hasta llegarás a dar gracias de que esa
persona esté a tu lado, aunque esté convirtiendo, sin que tú
te des cuenta, tu servicio o trabajo en servilismo.
Desde ese lugar de autoridad y poder, toda palabra que
salga de su boca será aceptada por ti, y como no sabrás
cómo manejar la frustración y la desvalorización continuas
que recibes, reprimirás toda la bronca contenida. Como no
serás capaz de enfrentar la situación, inconscientemente te
equivocarás más seguido, quedando expuesto a la palabra
autorizada que descalifica y subestima todas tus emociones
y capacidades.
Es importante que sepas que a partir de la reiterada
...