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Gente Toxica

george17516 de Marzo de 2015

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Gente tóxica

Se trata de «personas tóxicas» que potencian nuestras

debilidades, nos llenan de cargas y de frustraciones. Ellas,

por cierto, saben todo lo que pasa en el ojo ajeno, pero se

olvidan de ver lo que tienen en el propio. ¡No permitas que

nadie tome el control de tu vida ni boicotee tus sueños!

Conéctate con la gente correcta, confía en ti. ¡Estás capacitado para hacerlo! Si tienes claro tu propósito y tus

sueños podrás tener el control de tus emociones y de decidir a quiénes quieres elegir para que te acompañen. El problema surge cuando decidimos quién nos acompañará mucho antes de tener claro adónde queremos llegar.

El propósito de tu vida es tuyo y sólo a ti te pertenece

diseñarlo. La solución está en ti. Desafíate cada día a más, a sólo a ti te pertenece

diseñarlo. La solución está en ti. Desafíate cada día a más, a

mucho más. Habrá personas que darán valor a tus sueños.

Otras menospreciarán todo lo que te propongas. No des

crédito a ninguna de aquellas palabras o sugerencias que

provengan de «los tóxicos.»

El que no se alegra de tu avance o de tus sueños, que

diga lo que quiera; tú prosigue hacia la meta, no te amarres

a quienes no se alegran con tus éxitos. Desprecia la opinión

de la «gente tóxica», sé libre de los críticos y serás libre de

cada una de sus palabras y de sus acciones.

No idealices.

No esperes nada de nadie.

Cada capítulo de este libro es independiente; cada uno

de ellos tiene un principio y un final pero un mismo tema

que los une: la «gente tóxica». Puedes comenzar por el que

más te guste, o por el que te haga pensar «éste es para mí»,

y recuerda que podemos liberarnos de toda clase de «gente

tóxica». En este texto, encontrarás técnicas que podrás poner en marcha. Una vez ejercitadas, vislumbrarás el camino

hacia la autonomía mental, liberándote de culpas falsas y

ajenas. Es tiempo de proponernos, cada uno en lo suyo, ser sociedad, somos seres sociales y, por lo tanto, necesitamos aprender a relacionarnos de forma saludable. ¡Bienvenido al mundo de los humanos! Convivir es difícil, pero se

puede.

Por cierto, quiero puntualizar que la utilización del término «tóxico» referido a los efectos perjudiciales de las conductas de ciertas personas no es un invento mío. A partir de

la década de 1980, aproximadamente, se utiliza ese término

con referencia a las relaciones humanas. Se habla, por ejemplo, de «costumbres tóxicas», «personas tóxicas», «relaciones tóxicas», «líderes tóxicos» e incluso de «organizaciones

tóxicas».

Capítulo 1: Los mete-culpas

Con todo lo que yo hice por ti, ahora ¿me pagas así?

UNA MADRE A SU HIJO

1. ¿Culpable o Inocente?

La culpa es uno de los sentimientos más negativos que puede tener el ser humano y, al mismo

tiempo, una de las maneras más utilizadas para manipular a los otros. Los psicólogos establecen que la

culpa es la diferencia entre lo que hice y lo que debería haber hecho, entre lo que quiero y lo que

debería hacer. La culpa es una emoción que nos paraliza, que nos impide seguir desarrollando todo el

potencial que tenemos; la culpa es venganza, bronca y boicot contra uno mismo.

Vivir con culpa es vivir con cadena perpetua. Es condenarse a vivir insatisfecho, victimizándose

todo el tiempo por la vida que nos ha tocado vivir.

"De noventa enfermedades, cincuenta son producidas por la culpa y las otras cuarenta por la

ignorancia." Anónimo

Ahora bien, la pregunta es: ¿nos tocó vivir esta clase de vida o hemos elegido erróneamente,

decidido equivocadamente?

La búsqueda central de todos los seres humanos está orientada a encontrar la felicidad. Somos

seres que fuimos creados para gozar, crecer, desarrollamos, cumplir nuestro propósito, satisfacer

nuestras necesidades y alcanzar la tan anhelada alegría.

El ser humano tiene necesidades básicas que requiere desarrollar para poder vivir libre de culpas

y así bloquear cada obstáculo que intente detenerlo. Veamos algunas de estas necesidades:

• La necesidad física: podemos satisfacerla cumpliendo determinadas pautas tales como

comer sano, practicar ejercicio o realizar controles médicos periódicamente.

• La necesidad emocional: el ser humano es un "ser social" y, como tal, debe establecer

vínculos sanos con su entorno, recordando que puede compartir con otros pero sin dejar de ser él

mismo. Aquellos que saben elegir y relacionarse con pares que agregan valor a su vida, •alcanzan

un bienestar emocional saludable que les permite sentirse plenos y aptos para crecer y

desarrollarse dentro del sistema cultural en el cual están inmersos.

• La necesidad intelectual: ésta se satisface a medida que vamos creciendo y nos vamos

nutriendo de sabiduría, desechando paradigmas erróneos, eligiendo mentores y expandiendo

nuestra mente con creencias verdaderas.

• La necesidad espiritual: todos los seres humanos nacemos con un espíritu que requiere

ser alimentado. Tal vez te preguntes: ¿cómo hacerlo? Esta necesidad se satisface sirviendo a

Dios, descubriendo el propósito de nuestra vida y desarrollando una fe sólida que nos permita

avanzar y sortear los obstáculos que puedan presentarse. Cada uno de nosotros hemos nacido con

un propósito único y especial, con un sueño que sólo nosotros mismos podemos cumplir.

Cuando una de las áreas de nuestras vidas no alcanza toda su capacidad de expresión nos

sentimos con culpa, nos volvemos vulnerables a la queja, a las demandas y a la manipulación. Si le

damos permiso a la culpa que para que crezca y ocupe cada vez más espacio dentro de nuestras

emociones, ésta se convertirá en la causante de una depresión que sabremos dónde comienza pero no

dónde termina.

2. Pecado original

Desde el comienzo de la humanidad, a partir de la misma creación del primer hombre, Adán, la

culpa y la victimización se metieron en el ser humano. La primera culpa nació en Adán por haberle

hecho caso a Eva y haber comido del fruto prohibido. Entonces, por culpa, Adán comenzó a tapar su

cuerpo: ya no podía mostrarse desnudo delante de su Creador. Por culpa de Eva, dice la historia, Adán

cayó.

Ahora bien: ¿a dónde quedó la capacidad de Adán para decidir comer o no esa manzana? ¿Fue

Eva la victimaria y Adán la víctima?

Sin damos cuenta, el hombre comenzó a llenar ese Edén con culpables e inocentes, con víctimas

y victimarios y se predispuso a vivir y a asumir culpas ajenas, transformando una vida de libre

albedrío en una vida culpógena llena de sacrificios, ritos y frustraciones innecesarios.

"El hombre capaz de sonreír cuando las cosas van mal, ya ha pensado a quien le echará la culpa."

Ley de Jones

¿Qué sucede cuando una persona experimenta sentimientos de culpa?

Sufrirá privaciones. Dirá frases tales como:

• No tengo tiempo para mí

• A mí sí me gusta lo que estoy haciendo, pero no vale la pena

• No lo puedo lograr, mi familia nunca pudo alcanzar este sueño

• Son dichos y emociones culpógenas, culpas

Desde el momento en que un obstáculo bloquea tu sueño y afirmas

que no tienes capacidad para

llevarlo a cabo, vives con culpa. La culpa es la emoción más obstaculizadora en el camino de los

anhelos y objetivos. La culpa te hará sentir que no eres merecedor de esos beneficios, que tu deseo es mucho para ti, y, en medio de un mundo en el cual cada ser humano trata de obtener ventajas y de

aprovechar al máximo cada oportunidad, te sumergirás en la culpa, dejando que otros tomen lo que es

tuyo.

3. Autoreproche

El autoreproche es un sonido interno y continuo que te hablará y te pedirá recibo por cada palabra

que pronuncies. Se trata de una voz difícil de acallar, de una voz que detiene tu avance y te aleja de tus

objetivos, de una voz demandante y quejosa a la que nunca podrás conformar, hagas lo que hagas, a

menos que afirmes tus determinaciones y convicciones. Es un eco constante. Se trata, en síntesis, de

esa voz amenazante que cada mañana, al levantarte, deposita en tu mente el primer pensamiento

negativo del día:

• ¿Cómo lo voy a hacer?

• ¿No es mucho para mí?

• ¿Por qué tomé esa decisión?

• ¿Para qué hablé?

Es una voz que intenta vivir en ti y a la que sólo tú autorizas la permanencia. Es una voz que

constantemente replica en tu mente, te atormenta y obsesiona con un único pensamiento uniforme: tú

no puedes, nunca serás lo suficientemente bueno para alcanzar tu meta.

4. Pensamientos rígidos

Quienes viven con culpa establecen dentro de sí pensamientos rígidos, normas inflexibles y

principios imposibles de alcanzar cuyo objetivo final es boicotear el éxito, obligándose así a vivir en

medio de un fracaso continuo.

Se trata de pensamientos que terminan haciéndote creer que el objetivo fundamental de tu vida es

permanecer y subsistir como puedas, distrayéndote de esta forma de lo fundamental de la

...

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