Habilidadez Intelectuales
perlayarelly15 de Septiembre de 2013
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Habilidades del Pensamiento
David N. Nickerson, Raymond Perkins y Edward E. Smith
Los enfoques tradicionales de la educación se han centrado en la enseñanza de material de
“contenido de los cursos” o, lo que es lo mismo, en impartir un conocimiento práctico. En
comparación, se ha prestado relativamente poca atención a la enseñanza de las habilidades
del pensamiento; o al menos, a la enseñanza de las habilidades que intervienen en
actividades de orden superior tales como el razonamiento, el pensamiento creativo y la
solución de problemas.
S., David N. Nickerson, Raymond Perkins y Edward E. Smith, Enseñar a pensar. Aspectos de la aptitud intelectual, 2a. ed., Paidós,
Barcelona, 1990, pág. 67.
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Capacidad del Pensamiento
Raymond S., David N. Perkins y Edward E. Smith
Hay quien considera la capacidad del pensamiento como una compleja habilidad o conjunto
de habilidades. Partiendo de esa opinión es natural que considere el pensamiento como algo
que se puede hacer bien o deplorablemente, con o sin eficacia, y suponer que la manera de
hacerlo mejor es algo que se puede aprender.
El considerar la capacidad el pensamiento como una habilidad compleja nos invita también a
establecer paralelos con otras habilidades complejas. (…)
Si las habilidades del pensamiento son patrones de conducta ya aprendidos podremos
esperar un efecto análogo de su entrenamiento, es decir, un aumento del propio repertorio de
patrones de desempeño intelectual precodificados que funcionan de un modo relativamente
automático en los contextos apropiados.
Raymond S., David N. Perkins y Edward E. Smith, Enseñar a pensar. Aspectos de la aptitud intelectual, 2a. ed., Paidós, Barcelona, 1990,
pág. 64 y 65
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Estrategias para Elevar la Autoestima de los Escolares
Fernando Hernández López y Julieta Dávila de la Garza
Sobre el ámbito escolar, el estudio de caso es una oportunidad que tiene el maestro para
orientar mejor a sus alumnos e intervenir en su desarrollo personal con la finalidad de
optimizar su rendimiento escolar y compensar “sus condiciones” cuando éstas están en
desventajas.
Para lograrlo, se requiere de un proceso minucioso que indague la biografía y el
desenvolvimiento social del niño, tratando de encontrar las causas que originan la conducta y
respuestas impropias al desarrollo común de su etapa psicosocial; el análisis y resultado de
este estudio deberá con llevar a un plan estratégico de integración grupal, cuyo propósito
educativo inculque en la conciencia del niño el sentido de igualdad y participación social.
Esta es una tarea inherente entre las múltiples que tiene el maestro para promover, con
sentido profesional, el desarrollo humano de los alumnos en sus formas más sensibles y
cercanas a la conducta social que debe practicar. Con esta intención está hecho el presente
trabajo.
La autoestima es un componente de gran importancia para que los alumnos tengan éxito en el
aprendizaje. El alumno que posee baja autoestima regularmente cree que tiene escasa
capacidad para tener éxito en el aprendizaje, en las relaciones con otras personas y en
cualquier otra situación de su vida, y estos niños reflejaban estas condiciones, a pesar de
estimular su participación grupal en diferentes ocasiones.
La autoestima está ligada a la construcción del yo; depende en gran parte de los procesos
inconscientes que van diseñando la construcción de la personalidad, y al mismo tiempo, es el
primer elemento de la misma en constituirse, ya que muy temprano, en cuanto el niño es
capaz de comprenderse como individuo distinto de los demás, toma de conciencia de quién es
en el grupo.
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Para iniciar el estudio, se acudió primero a las fuentes bibliográficas y autores especializados
en el tema, como Clemes, Harris y Reynold Bean, quienes se ocupan de definir las
características de un niño con poca estima en cuanto a su percepción, conducta y relaciones
sociales, preámbulo que ayudó para continuar la investigación y orientar el diagnóstico. Al
mismo tiempo se aseguraron los principios teóricos del argumento, confirmando que la
autoestima es el motor del comportamiento cuyo funcionamiento en tres fases proceden de lo
que se piensa y de lo que se siente por uno mismo.
1. El niño actúa para obtener una mayor satisfacción y creerse mejor que otras.
2. El niño actúa para confirmar la imagen (la idea) que los demás y el mismo, tienen de él.
3. El niño actúa para ser coherente con la imagen que tiene de si, por mucho que
cambien las circunstancias.
Para entender estos conceptos y vincularlos con las situaciones reales del niño y su contexto,
el estudio se sustentó con varias teorías, entre ellas la psicoanalítica, la del aprendizaje social
y la del proceso psicobiológico del niño y su desarrollo cognitivo, apoyado con el análisis de
su medio familiar y los colaterales de la vida escolar.
La autoestima “es una evaluación de nuestros rasgos, de nuestras capacidades y
características. Es un juicio personal del valor, indica hasta qué punto alguien se cree capaz,
importante, exitoso y valioso” (Meece, 2000). Es un sentimiento que se expresa siempre con
hechos, con las actitudes, más que con palabras.
“La autoestima es una consecuencia de la construcción de la personalidad”. En el niño,
siempre está presente la evaluación positiva o negativa de así mismo, lo mismo que la
manera como, en el plano emocional, ha vivido las experiencias por las que ha pasado”
(Rigon, 2002).
La interacción con otras personas influye poderosamente en las creencias que el niño tiene de
sí mismo y, por consecuencia, en el desarrollo de su personalidad. En entorno (familiar, social,
cultural, histórico) tiene, en este sentido, un significado potencial en la vida infantil, cuya
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acción define formas de ser y de actuar en empatía con sus componentes, de tal forma que, a
medida de que el niño va creciendo va construyendo su autoconcepto, y en ese proceso, las
habilidades, aptitudes, actitudes y valores que desarrolla, el niño cree que lo define como
persona. Por lo tanto, la autoestima representa un elemento primordial en la vida del ser
humano, y de manera especial en la vida de los alumnos, en su interacción social, en sus
actividades recreativas, en su mundo intelectual, en el aprendizaje. En contrapunto, el alumno
posee baja autoestima regularmente considera que tiene escasa capacidad para aprender,
insuficiente habilidad para las relaciones con otras personas y mínima destreza para resolver
cualquier situación de su vida.
Estrategia para evaluar la autoestima
El propósito del presente estudio, una vez diagnosticados los alumnos con baja autoestima,
fue lograr a través de estrategias y consejos educativos, que los niños se sientan más seguros
de sí mismos, se sientan importantes y valiosos, para que este problema no afecte su proceso
de aprendizaje y de esta manera se integre socialmente a la comunidad escolar.
Las estrategias aplicadas en el tratamiento didáctico correspondieron a dos grupos: uno de
naturaleza pedagógica y otro de carácter psicológico; el primero para integrar a los niños en el
trabajo escolar y el otro para nivelar su autoestima en las relaciones grupales. Las sesiones
incluyeron el poder de la creatividad y espontaneidad de los niños sus expresiones
particulares sobre el entorno de las participaciones de clase sin sesgos diferenciales ni
señalamientos particulares, apoyando siempre sus intervenciones con el molde estimulante de
la igualdad entre pares, además de destacar las palabras, escritos y trabajos de estos niños.
Se les explicó a los padres de familia el tipo de actividades que se harían, mencionándoles
que se requería de su ayuda en todo momento, para que el trabajo fuera satisfactorio. Con
este acuerdo se trabajaron las siguientes actividades y se aplicaron las entrevistas
correspondientes a padres de familia, alumnos, maestra titular de grupo y a maestras de
grados anteriores. Se trabajó constantemente con los padres de familia para que mejoraran el
trato hacia los niños y supieran guiarlos positivamente; se les entregaron trípticos con la
información más relevante, y se llevaron a cabo pláticas continuas con ellos en seis sesiones.
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Conclusiones
La escuela es el escenario en el que el niño, refuerza su autoestima y por ello, el infante que
tiene baja autoestima llega a tener malas calificaciones y éstas lo llevan a niveles menores de
estimación de sí mismo.
La labor del maestro con relación a la naturaleza de estas condiciones que presentan los
niños, debe incluir el compromiso de atender profesionalmente, su origen y consecuencias,
diseñando un plan de estudio y de trabajo didáctico que propicie las formas más adecuadas
de mejorar su vida personal, para integrarlos al contexto infantil social y emocionalmente,
armonizados desde su propia percepción integradora con los valores y capacidades comunes
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