Heridas de la infancia

4 HERIDAS

Mi apariencia: Mi cuerpo no es lo suficientemente… fuerte o delgado, alto, atractivo, joven, etc. Mi piel es demasiado oscura, etc. “Partes de mi cuerpo deberían ser diferentes”

Capacidades o competencias: Nunca soy lo suficientemente bueno en… alguna habilidad, actividad (cantar, bailar, deportes, tocar instrumentos) No sirvo para (las relaciones, el sexo, ser madre, trabajar en equipo). “Debería servir o ser bueno pero no lo soy”

Identidad: Hay algo malo en mí. En mi personalidad, en mi genero, mi sexualidad, mis gustos… Soy mujer, soy débil, rara, bruta, sucia, soy una carga, invisible, descartable, inútil, inepta. No soy importante. “Pretender ser alguien que no soy”

Relaciones: Me van a querer si… soy más callado, soy más extrovertido, me gradúo, ayudo a los demás, me cambio la nariz. Basado en que yo cambie algo relacionado a mi apariencia, mis capacidades o mi identidad.

Estas heridas.

Son resultado de situaciones dolorosas del pasado.

No ha sido tu culpa que lo vivieras.

Se pasan de generación en generación, sin mala intención.

Si no se corrige, nos lleva a vivir con baja autoestima, ansiedad, enojo, autodestrucción, depresión, adicciones.

ESTRATEGIAS:

Cubrir la herida para protegerla.

Aliviarla para no sentir dolor.

Cubrir las heridas

Con dinero o prestigio.

Con perfección.

Con enojo.

Con silencio o invisibilidad.

Teniendo a todos contentos.

Aliviar las heridas

Sustancias: drogas, alcohol, medicamentos.

Comida, dulces, (dopamina).

Sexo y relaciones.

Trabajando mucho (prioridades urgentes).

T.V., videos, textos, chats, redes sociales, internet, juegos por computadora.

¿Cómo comienza una herida?

Juzgar, culpar o avergonzar al niño.

Ridiculizar su cuerpo, usando burlas o sarcasmos.

Compararlos con otros (¿por qué no puedes ser como…?)

Excesiva supervisión y control, cuando hace algo.

Manipulación, usando el premio y castigo.

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