EJE TEMÀTICO: Sanando heridas de la infancia

YO PADRE, YO HIJO.

EJE TEMÀTICO: Sanando heridas de la infancia.

1. INICIO: Bienvenida a los asistentes.

Buenos días a todos y a todas,  nos es muy grato volver a verlos reunidos aquí nuevamente, y les agradecemos su  asistencia.

DINÀMICA DE PRESENTACIÒN: Monstruo de las 3 cabezas.

Objetivo de la dinámica: Animación.

Desarrollo: Pasarán 3 personas al azar y se tomarán del brazo, ellos representarán al monstruo de 3 cabezas y se presentarán, cada uno dirá una palabra y entre los 3 responderán las preguntas que las psicólogas le harán. Pasarán todos los participantes.

• ¿Cuál es su nombre?
• ¿A qué te dedicas?
• ¿Qué te gusta?
• ¿Qué te desagrada?
• ¿Por qué estás aquí?

En este módulo se trabajará con las experiencias que como hijos tuvimos con nuestras familias de rigen. La idea es explorar las imágenes y vivencias de nuestra imagen y crianza y de los padres o de las  personas que se encargaron de nuestra crianza. A partir de estas experiencias, vamos a reflexionar en como cada uno de nosotros hemos tomado y dejado cosas aprendidas y cuáles de ellas las estamos repitiendo con nuestros hijos

que tuvimos

OBJETIVO:

• Explorar imágenes y vivencias de la infancia.
• Reflexionar acerca de las vivencias significativas de la infancia que han influido en nuestra forma de ser padres
• Identificar aspectos que quisieran cambiar en su forma actual de ser padres.

Cada uno de lo que nosotros es, tiene que ver en gran medida con las experiencias que hemos vivido a lo largo de nuestra vida. Ya que ellas nos marcan e influyen en nuestra manera de pensar y actuar.

De todas las experiencia de la vida, las que tienen una huella más profunda en cada uno son  las que vivimos en la infancia y que tienen que ver con las personas más queridas por nosotros en esa etapa de la vida, generalmente los papás.

Cada experiencia de la vida va modelando nuestra forma de ser. Uno de los momentos en que nuestros recuerdos de la infancia se hacen más intensos es cuando somos papá o mamá. Este hecho nos hacer recordar cómo fueron nuestros padres con nosotros y según lo que evaluamos de nuestra experiencia como niños, repetiremos o cambiaremos conductas y actitudes con nuestros hijos.

1. CUERPO EMOCIONAL

Tenemos un cuerpo físico que permite que nuestros sistemas funcionen adecuadamente, el físico nos distingue de los demás, podemos ver y tocar así como también es parte de la personalidad.

Nuestro cuerpo funciona por medio de sistemas que nos permite funcionar físicamente.  Sin embargo tenemos otras partes del cuerpo que no son visibles, pero no por ello son menos importantes, pues lo que ocurre en esas partes del cuerpo e manifiestan en lo físico.

Todos hemos escuchado alguna vez que nuestras enfermedades son una expresión de algo emocional, de un desequilibrio en partes màs profundas, como lo son las emociones y las creencias. Estas partes m menos evidentes  son el origen de muchas cosas que reflejamos a nivel físico. La forma del cuerpo, las defensas,  las enfermedades, todo tiene un origen màs sutil, que de pronto ignoramos

El cuerpo físico inmaduro o en desequilibrio demanda atención, quiere gobernar o está enfermo

El cuerpo emocional es donde se ubican las heridas de la infancia y vamos agregando emociones para nutrirlo.

El cuerpo emocional nos permite sentir dolor por lo que nos lastima, para movernos y cambiarlo y, al mismo tiempo, nos ayuda a reconocer lo bello y lo valioso de la vida

Muchas veces, por muy claras ue tengamos las cosas en nuestra mente, si en el cuerpo emocional hay nudos de dolor, ellos determinan la realidad, sin importar ué tan claro lo tengamos en nuestra mente. Por ejemplo: si uiero poner un negocio y tengo los conocimientos y el dinero, pero en mis emociones domina el miedo por una fuerte creencia de ue si fracaso todos se burlarán de mí y me dejarán de uerer, el miedo lo malogrará todo.

NUTRIENTES DEL CUERPO EMOCIONAL

Hay una base fundamental del cuerpo emocional, una especie de nutrientes básicos ue debemos recibir desde ue estamos en el vientre de nuestra madre. Cuando no eisten esos nutrientes, sentimos un dolor de separación ue afecta de manera significativa el cuerpo emocional, y éste ueda lastimado.

Si esta herida se mantiene abierta, no le permitirá madurar ni desarrollarse.

Los nutrientes básicos del cuerpo emocional son: afecto, pertenencia y estructura.

El dolor de la falta de afecto, pertenencia y estructura, deja una herida ue no permite al cuerpo emocional desarrollarse plenamente. Es como una herida en el cuerpo físico.

AFECTO:

Se epresa por medio de ternura, empatía y amor, con caricias, miradas y cercanía física pensamientos de aceptación y respeto profundo por el otro. Cuando una madre o un padre sienten afecto por su hijo, lo epresan con sus ojos, sus actos, su cuerpo, el reconocimiento de sus necesidades, al alimentarlo y darle la seguridad ue necesita. o sólo es proveer, eso lo hace cualuier cuidadora, sino dar con amor es un lenguaje muy energético y un sentimiento de aceptación e intimidad. El impacto del afecto se ve claramente en un padre ue disciplina a su hijo desde el rechazo o desde el afecto el mensaje ue recibirán será muy diferente aunue ambos hablen de sacar buenas calificaciones, el impacto energético será distinto. Incluso ambos pueden hablar molestos y serios, pero cuando hay afecto sincero, éste se refleja y cuando hay rechazo, también. o importan los cómo, sino los dónde, porue el dónde es lo ue termina por escucharse. Lo antagónico al afecto podría ser el rechazo. El afecto te vincula y acerca, el rechazo te aleja y separa. n padre ue rechaza a su hijo, ue no lo uiere en su vida, ue le estorba, ue lamenta su nacimiento, transmite ese sentimiento ue el niño interiorizará y convertirá en odio a sí mismo. Si esa herida permanece, será una persona autodestructiva, ue rechaza su capacidad para salir adelante y se odia profundamente. El sentimiento de rechazo de un padre es el peor veneno para un hijo, ya ue con el paso del tiempo el hijo lo sentirá y actuará de modo autodestructivo mediante el alcohol o las drogas, o pensará en el suicidio, etcétera.

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