Humanismo Sociocultural

INTRODUCCIÓN

El aprendizaje ha sido a lo largo de nuestra historia un tema que ha dado lugar a la aparición de diversas teorías que tratan de explicar este proceso en el ser humano. Existen variados puntos de vista, desde los que ven al aprendizaje como un simple cambio de conducta, hasta los que consideran el proceso interno que se suscita en el ser humano.

Sin embargo fue hasta tiempo después que surge el enfoque humanista, precisamente como una alternativa entre los enfoques antes mencionados y que considera además sentimientos del ser humano.

Este enfoque es representado por Maslow con sus trabajos acerca de la autorrealización, las experiencias cumbre y la jerarquía de las necesidades, contribuyendo así a especificar lo que pretendía alcanzar el humanismo.

Por otra parte, Rogers también hizo aportaciones al enfoque humanista, a través de sus investigaciones sobre como el aprendizaje trabaja sobre un esquema especifico, y como este llega a ser significativo cuando el alumno lo promueve por sí mismo y toma sentido en su contexto.

Un enfoque más y por supuesto no menos importante es el sociocultural o también llamado histórico social, creado por L. S. Vigotsky (1896-1934), quien planteo que " el desarrollo individual se da en un contexto social, en la interacción del individuo con el medio”.

Cabe destacar que ambos enfoques son de gran importancia, y a continuación se mencionan aspectos relevantes de estos.

HUMANISMO Y SOCIOCULTURAL: NUEVOS ENFOQUES DE LA ENSEÑANZA

HUMANISMO: LA MOTIVACIÓN HACIA LA CUMBRE Y LA AUTORREALIZACIÓN

El enfoque humanista de la psicología, tuvo sus inicios a principios de los años 50, teniendo como raíces los sistemas filosóficos y religiosos al poner de relieve la dignidad, la bondad natural y la libertad del hombre. Es conocido como “la tercera fuerza”, es decir la fuerza alternativa entre el conductismo y el psicoanálisis.

Este enfoque surgió como intento de ampliar los contenidos de la psicología, para incluir experiencias humanas únicas, tales como el amor, odio, alegría, afecto y sentido de la vida, entre otros; además de realizar una protesta por la estrechez del conductismo y el psicoanálisis, ya que mientras uno hablaba mucho sobre la conducta y poco sobre las personas, el otro se refería en mayor medida a los perturbados mentales y poco a los sanos.

Sus principales representantes son Abraham Maslow (1908-1970) y Carl Rogers (1902), quienes en su premisa expresaban: “En todo hombre existe una fuerza activa que los impulsa al crecimiento y la autorrealización” (Smith, 1984).

Se considera que las características propias del humanismo son:

• Reconocer al hombre como un ser autónomo y responsable de sus decisiones en su desarrollo personal.

• Estudiar al individuo globalmente, al considerar los pensamientos, sentimientos y acciones humanas como un todo integrado.

• La vida humana se desarrolla en un contexto interpersonal.

Como se menciono anteriormente, uno de los estudios más sobresalientes fue el realizado por Maslow quien organizo las necesidades humanas en forma de pirámide, considerando las necesidades básicas de supervivencia como la base, ya que estas debían satisfacerse antes de poder pensar en la satisfacción de cualquier otra. Un ejemplo claro de este supuesto, es que si un hombre tiene hambre su prioridad será conseguir alimento antes de pensar en su seguridad personal, y una vez cubierta esta necesidad, considerará su seguridad personal y al ser satisfecha entonces pensara entonces en sus necesidades afectivas y así para cada nivel de la pirámide, hasta llegar a la cima.

Uno de los factores que consideraba Maslow en su teoría era el papel de la motivación. En esta teoría se considera al ser humano bueno por naturaleza de tal manera que es capaz de desarrollarse de acuerdo al ritmo de sus necesidades, las cuales según Maslow, pueden ser de dos tipos: de carencia o primarias, que se refieren a la supervivencia física y social; y las necesidades de crecimiento, que motivan al ser humano a desarrollar todo su potencial. Considerando que el ser humano se motivaba para subir al peldaño siguiente hasta llegar a la cumbre de la autorrealización.

Es decir, que mientras las necesidades fisiológicas no estuvieran satisfechas impedían su crecimiento y desarrollo personal, por lo cual Maslow mencionaba: “Si deliberadamente planeas ser menor de lo que eres capaz de ser, te aseguro que serás muy desdichado” (Alonso, 2002).

Un claro ejemplo de esto sucede en el salón de clases, cuando los alumnos se ponen barreras psicológicas ante cierta materia o tema, pues consideran que su capacidad no les permitirá avanzar, lo que genera inseguridad y les impide el acceso al siguiente peldaño.

Algunas de las características que Maslow consideraba de una persona autorrealizada son:

• Percepción clara y eficiente de la realidad.

• Se acepta a sí mismo sin sentimientos de vergüenza o culpa.

• Es espontaneo y abierto a nuevas experiencias.

• Es autónomo e independiente.

• Es creativo, original y capaz de resolver problemas.

• Sabe disfrutar de la vida.

• Busca relaciones interpersonales.

• Buen sentido del humor.

• Acepta cambios en los valores sociales.

Por otro lado Rogers, considerado quizá el más influyente y conocido dentro de la psicología humanista, decía que el individuo posee en sí mismo medios para la autocomprensión, para el cambio del concepto de sí mismo, de las actitudes y del comportamiento autodirigido; de tal manera que pueden ser explotados con sólo proporcionar un clima determinado de actitudes psicológicas favorables.

Para Rogers el ser humano nace con una tendencia realizadora que, si la infancia no la estropea, puede dar como resultado una persona plena: abierta a nuevas experiencias, reflexiva, espontánea y que valora a otros y a sí mismo. La persona inadaptada tendría

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